Esta semana se han mezclado la política y la prensa del cuore tras la irrupción de Rocío Carrasco en Telecinco mediante su docu-serie. Parece ser que ahora ya no hay dos Españas en las que la izquierda se enfrenta a la derecha, lo que ahora vende es ser Pro-Rocío Carrasco o Pro-Antonio David Flores y claro está que, al igual que pasa con lo políticamente correcto, como te posiciones por el ex Guardia Civil o seas crítico con ambos protagonistas, automáticamente te conviertes en un apestado, un paria de la sociedad exclusivamente por los progres que te venden falsos mantras que están fuera de lo relacionado con lo empírico.
Para mí, ni Antonio David ni tampoco Rociíto son santos de mi devoción, pero lo que veo en la televisión me acongoja y mucho. Una persona ha sido despedida, la primera, de su puesto de trabajo por el mero testimonio de la segunda, sin pruebas fehacientes de que el primero la haya maltratado. Increíble pero cierto. La presunción de inocencia se va por el conducto del desagüe y sin ninguna prueba física que lo corrobore.
Señores, estamos en la España de los blancos y de los negros, de las manipulaciones y de los populismos, del lenguaje inclusivo, que lo mismo te dicen todos y todas o unos y unas pero que, sin embargo, cuando toca tirar de ese macabro lenguaje para utilizar la palabra maltratador, aquellos medios manipuladores no lo utilizan para mencionar a su parte femenina, maltratadora. ¿Os habéis fijado que, cuando el hecho del que se habla es en negativo, estos gobernantes y periodistas, especialmente progres, no tiran de su idioma justiciero? No es la primera vez que lo digo, pero lo repetiré hasta la saciedad las veces que sean oportunas.
Yo no me voy a posicionar ni a favor de uno ni de la otra. Creo que quienes tienen que hablar sobre los supuestos malos tratos del exguardia civil son los jueces y, hasta que no haya una sentencia firme que lo acredite, este caballero es inocente. O sea, hasta que se demuestre lo contrario. Viva la España del señalamiento a toda costa y no por parte del lector, que ese dirá lo que le plazca porque así se lo permite la libertad de expresión, sino de los medios de comunicación o de los profesionales que trabajan en ellos. Estos mismos se han vuelto una especie de ‘Supremo’ que cuando quieren defenestrar la imagen de alguien, lo hacen a sangre fría.
Me indigna y mucho que, en todo tipo de temas, siempre se haga la distinción de las 2 Españas. Y cuan exclusivamente, gracias a la aparición de este asunto, ya no se hable de la mala praxis de este Gobierno en diferentes materias, entre las que cabría destacar por ejemplo esa de que los franceses pueden venir a España con toda su jeta para desfasar o lo que sea mientras que nosotros no podemos acudir al pueblo que tengamos en otra provincia, ya sea uno que esté a 10 km. como a 200. Sigamos hablando de la hija mayor de la ‘Jurado’ y de su exmarido en vez de sobre asuntos que realmente nos afectan a todos.
Maldita sociedad la que estamos creando, en la que damos más protagonismo a lo que ocurre o supuestamente ha ocurrido entre dos personas de la prensa del cuore que a lo que en realidad nos afecta a todos. Que los periodistas del corazón toquen ese tema, pase ya que los amarillismos, desgraciadamente existen, pero que este hecho salga en los informativos, me repele en abundancia.
Vivimos en el periodo de las 2 Españas, una vez más. Si no es por una cosa es por otra, y puestos a que nos den algún tipo de opio para ocultarnos las cosas importantes que acontecen en nuestro país, que al menos nos metan más series turcas o series como las de Benny Hill, que al menos esas no perjudican, entretienen o te hacen reír en vez de provocar por un ‘mero negocio’ otra excusa más para enfrentarnos entre nosotros.
Periodista bilbaíno a jornada completa, anteriormente locutor en Cadena SER Miranda y al mismo tiempo articulista en diversos medios digitales. Amante del gimnasio y la naturaleza a tiempo parcial.
“Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”
-Steve Jobs.
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