En esta carta abierta, quiero dirigirme al presidente del partido al que me afilié con 20 años, Pablo Casado. Me voy con tristeza, pero los acontecimientos acaecidos en los últimos tiempos han forzado mi marcha. A pesar de mi salida, que se produce con todas las consecuencias, siempre me sentiré vinculado emocionalmente a las gentes del Partido Popular y, por ello, aunque profundamente decepcionado, guardo con cariño y respeto el carné que he llevado en el corazón desde que di el paso de afiliarme.
El Partido Popular ha sido el partido por el que me jugué la vida, con el que defendí la libertad y España en pueblos hostiles de mi querida y admirada tierra vasca. Un partido en el que he conocido gente valiente que ahora a muchos de ellos tengo la suerte de llamarles amigos. Un Partido Popular en el que por desgracia nos asesinaban como gorriones, el partido de la resistencia, el que sufrió a manos de ETA muchos compañeros asesinados y al que algunos entregamos nuestra juventud a costa de nuestra vida, escoltados y perseguidos por los criminales de ETA.
Pablo, me voy con grandes recuerdos y con cariño de este partido en mayúsculas, pero al que no reconozco. Por ello, he de decir que ahora me separan muchas más cosas de las que me unen a mi antigua casa, el Partido Popular. Sí, quiero decirte que me voy con pena, pero con la total seguridad de que es lo que tengo que hacer. Soy de los que consideran que a veces hay que buscar la soledad de los principios y valores para no tener que cambiar aquello en lo que piensas. No reniego de mi pasado en el Partido Popular, no pienso que haya perdido el tiempo luchando, pero eso sí, me quiero ir dando las gracias a tantos y tantos compañeros, con los que he compartido militancia y ahora comparto valores que es más importante.
Querido Pablo, no quiero que esta carta abierta de despedida sea crítica. Sigo pensando que eres un tipo muy preparado, pero creo que estás mal asesorado y que debes ser valiente y volver a ser el Casado de las primarias y recuperar la seguridad en ti mismo y hacer, aunque yo ya no estaré esa vuelta al PP que tanto repetías en la campaña interna. He intentado, honestamente, como ilusamente junto con otros, detener desde dentro esta deriva. No ha sido posible. No habéis querido. Me voy con la conciencia tranquila tras haber topado con el muro infranqueable de la realidad interna de un partido y eso ha hecho que me vaya.
A partir de esta fecha, dejo de ser “uno menos” dentro del Partido Popular y paso a ser un español más que buscará el modo más adecuado y eficaz para hacer oír su voz en favor de España. Y lo haré con las esperanzas intactas, con la ilusión inquebrantable, y con la confianza plena en la capacidad de reacción que podemos entre todos construir una España mejor que tenga esperanza en la luz, a pesar de que ahora con este Gobierno de Sánchez que hoy nos impide divisar el futuro prometedor que la España del presente merece, y que la España por venir, tendrá. Hasta aquí he llegado, presidente Casado. Hasta siempre.
Be the first to comment