El Interrogatorio

Pretendo comenzar el año haciendo un poco de Rey Mago. Por ello, quiero sugerir a los dueños de las diferentes plataformas alternativas que hay en España la idea de la creación de un programa que, con total seguridad, arrasará dentro del espacio en el que se ubique. Lo llamaría ‘El Interrogatorio’ y serviría para hacer entrevistas a personalidades de todo tipo; políticos de un lado, políticos del otro, expertos en cualquier materia, incluso que en él se dialogue con famosos que estén de actualidad. La franja horaria en la que lo ubicaría sería en fin de semana y por la noche, que es el periodo en el que se podría lograr mucha audiencia.

El Interrogatorio‘ tendría algo de lo que carecen otros programas de similares características, y sería la objetividad absoluta, sin tapujos ni cortapisas. El pueblo llano se merece un espacio radiofónico o televisivo libre al 100%, en el que se prime el interés del colectivo por encima de la ideología del político o la manera de pensar de la persona entrevistada. ¿Cuántas veces más de uno habéis deliberado que, cuando el comunicador, dependiendo de a quién entrevistara, las preguntas que hacía eran al más puro estilo de masaje con final feliz? Pues, ‘El Interrogatorio’, no sería un formato de ese tipo, ya que se plantearían al invitado cuestiones cómodas e incómodas con las que, en caso de salir indemne, lo haga por mérito propio y no por demérito del entrevistador. 

Son tantos los programas de diversas plataformas en las que se hacen ‘preguntas paja’ y tantas las personas que estarán hartas de ver cómo los entrevistadores no hacen correctamente su función, -la de estar al servicio de la verdad- que un programa como este que planteo acarrearía que la gente acudiese en tromba a consumirlo como un  ‘servicio’ y por los siguientes motivos: el primero, porque la lealtad sería a los españoles, a quienes consumen ese espacio y, en segundo lugar, porque de manera indirecta se desenmascararía al entrevistado que viene con su discurso aprendidito de casa, vía asesores o tras ensayarlo delante de un espejo.

La retórica es buena cuando te van a entrevistar y, desde luego, hay que saber hablar para estar delante de unos micrófonos, pero aún es mejor observar cómo un invitado acaba delatándose por las incongruencias que genera su discurso. ¿Acaso no resultaría atractivo para el espectador ver cómo unos en la teoría afirman una cosa y en la práctica no predican con el ejemplo? Yo, desde luego, creo que sí. Además, un proyecto de este calado no solo serviría para castigar al hipócrita, demagogo y cínico, sino que también premiaría la labor de aquel político, experto o famoso en cuestión que tiene una actitud encomiable, ejecutando en la práctica lo mismo que predica en la teoría. 

Como bien sabéis, en cuestiones políticas, la inmensa mayoría de la sociedad desconfía de los políticos en general. Pues un programa como ‘El Interrogatorio’ lo que provocaría es que cambie la percepción de la gente, al mismo tiempo que serviría como prueba de fuego para el político de turno que realmente se muestre preocupado por la sociedad en la que vivimos. Ningún político honrado con dos dedos de frente se negaría a acudir a un programa así planteado, si realmente es transparente, tanto en sus intenciones como convicciones. Un producto real, sin censura en las preguntas y al servicio del ciudadano, en el que todas las partes implicadas saldrían beneficiadas: el empresario que lo monte, el espectador que lo visualice y el político que acuda para ser ‘interrogado’ sobre las diferentes dudas, miedos o inseguridades que tenga el ciudadano de a pie.

‘El Interrogatorio’, si se ejecuta tal y como lo planteo en estas líneas, puede llegar a ser un espacio de éxito.  La gente no quiere tibieza con los invitados por motivos ideológicos o morales, sino que busca que el comunicador plantee cuestiones a los invitados que preocupen a la sociedad, incluso mediante argumentos objetivos, reprocharle en su cara la doble vara de medir que pueda practicar en diferentes asuntos relacionados con la actualidad política o de carácter social. Un programa así, en los períodos que vivimos, donde abunda más la propaganda que el rigor periodístico o el servicio al ciudadano, seduciría al espectador, lo tengo más que clarísimo. Las masas quieren más osadía en las preguntas y menos parcialidad, dependiendo de quién sea el entrevistado. 

Es probable que muchos de los que me estéis leyendo os preguntéis aquello de ¿por qué no lo hago yo? A vosotros va mi respuesta realizada con total honestidad. En primer lugar, porque aquí servidor no es el tío Gilito, ni tan siquiera mileurista, sino que es un ciudadano normal y corriente, igual que muchos de vosotros los que me estáis leyendo. En segundo lugar, porque considero que el periodismo, el buen periodismo, está en decadencia, en riesgo de muerte y, por ello, considero necesaria la realización de un programa como ‘El Interrogatorio’, cuanto antes mejor, por alguien que posea la economía suficiente como para llevar a cabo un proyecto así, en base a la situación que estamos viviendo. Y, en tercer y último lugar, porque en la actualidad tampoco tendría el tiempo ni la experiencia necesarias como para poder ejecutar una iniciativa de ese calado.

No tengo pavor de que alguien con mayores recursos económicos que yo acabe plagiándome o se apropie de una idea que salió de mi mente. A las pruebas me remito, tras haber hecho un digital nutrido exclusivamente de opiniones, algo inaudito, en el que colaboran personalidades de todo tipo: aquí estoy, intentando poco a poco engrandecer este digital desde la humildad junto a mis colaboradores. Seguramente, con el transcurso del tiempo, alguien copiará mi idea de hacer algo similar, pero a lo grande, pero el pionero será este modesto digital que estáis leyendo y eso no nos lo quitará nunca nadie.

Siendo un ‘Boss’ en los negocios y avalado por los grandes fajos de billetes que puede tener un empresario de los medios, está claro que todo puede ser más fácil, de eso estoy completamente seguro. De la mano de uno de estos, aterrizarán comunicadores de primer nivel, publicistas, incluso irán acompañadas de las mejores infraestructuras y materiales, pero cuando tú tienes la creatividad por bandera, no temes que te plagien una idea o proyecto, porque se te ocurrirán más que sean tan exitosas o más que la que planteaste con anterioridad y toda la ilusión del mundo. Por eso mismo, aquí me tenéis, a principios de año, lanzando al aire a cualquier empresario que me lea un contenido que puede resultar interesante. Espero que, tras la publicación de estas líneas, uno de ellos recoja el guante.

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