El economista austríaco y premio Nobel de economía, Friedrich A. Hayek apuntó algunas frases sobre España y su buen hacer en el Siglo de Oro Español, concretamente dijo que “Los principios teóricos de la economía de mercado y los elementos básicos del liberalismo económico no fueron diseñados, como se creía, por calvinistas y protestantes escoceses, sino por los jesuitas y miembros de la Escuela de Salamanca durante el Siglo de Oro español”
Es decir que, en España, hubo una época en la que se crearon disciplinas económicas que no existían hasta entonces y que dieron lugar a corrientes de pensamiento que todavía perduran en nuestros días. Sin lugar a duda, la escuela de Salamanca tuvo un papel muy importante en la economía mundial y su efecto perdura y es estudiado aún en nuestros días. Lo que pasa es queno te lo han dicho ni te lo han enseñado en el colegio. Puede ser que tenga algo que ver que dicha escuela estuviera formada por frailes dominicos, que eran grandes teólogos y juristas aparte de cristianos y católicos, como el reconocido Domingo de Soto. Qué decir tiene que todo lo cristiano y católico se evita y se oculta a la vista de cualquier estudiante español…
Pues bien, los teólogos y juristas de la escuela de Salamanca defendieron eficazmente temas tan importantes como la competencia, la naturaleza dinámica de los mercados y la libertad económica, pero, en especial, lo que primero defendieron fue la propiedad privada. Enseñanzas que, como he señalado anteriormente, perduran hasta nuestros días y se imparten en las mejores universidades del mundo. Incluso Azpilcueta y Tomás de Mercado fueron los precursores de la Teoría Cuantitativa del Dinero. La Escuela de Salamanca fue perdiendo su influencia solamente por una causa; el querer prohibir los préstamos de dinero al aplicarle un interés, corriente ya iniciada por Tomás de Aquino.
A posteriori, aparecería la Escuela Austríaca que rescató y trasladó muchos de los principios de la Escuela de Salamanca. Pero, qué decir tiene que en España hemos tenido grandes, muy grandes, extremadamente grandes economistas. Son personas que supieron ver siempre cómo crear riqueza en nuestro país hasta el punto de hacer escuela y defender sus propios dogmas a partir de la razón y la ley natural que no son otra cosa más que leyes universales, leyes que nunca fallan.
En nuestros días, seguimos teniendo grandes economistas en España, pero desgraciadamente, no en nuestro Gobierno. Cuadrar las cuentas de nuestros presupuestos, del PIB, de las cifras del paro… todo a base de chapuzas y juegos de trileros es a lo que nos pretenden acostumbrar. El aumento de la deuda pública está alcanzando límites que jamás hubiéramos imaginado, sin contar que ya antes de la pandemia que comenzó en 2020, los Gobiernos del PP y PSOE ya la habían aumentado al 208% en apenas dos legislaturas anteriores. Otro tanto de coincidencia sucede con la inflación en los precios. Todo un despropósito para que un país avance.
Y el último palo de la semana en materia económica viene desde el Tribunal de Cuentas promovido por el social-comunismo. Según la misma prensa del día que lo anuncia a bombo y platillo, este Tribunal rectifica y permite que la Generalidad Catalana avale con dinero público a nada más y nada menos que a 34 altos cargos del proceso independentista. Lo han hecho con nuestro dinero, ese que no llega a los agricultores españoles, ese que no les llega tampoco a las familias españolas y por las que la OCDE ha llamado tanto la atención a España para que desde el Gobierno se les preste más consideración y ayuda, pero que no sirve de nada que lo haga porque aquí, el PSOE solo atiende a sus amiguitos y socios de Gobierno, ya que sin ellos se les derrumba la infraestructura de la vergüenza. Vergüenza que nos dan y que ellos perdieron hace ya mucho tiempo.
Como conclusión final, en España han existido, existen y existirán grandes trabajadores, grandes empresarios, grandes economistas, grandes científicos y grandes servidores públicos entre otros. Pero no cabe duda de que dentro del Gobierno actual solo existe el interés contable del sillón que nos reduce y condena a llegar siempre en el último lugar de las posiciones mundiales en todo. Los españoles merecemos más, ha llegado la hora de no conformarse con migajas, ha llegado la hora de decir basta. Vamos a hablar de lo que toca, de lo que realmente nos importa. Y es así como en estos momentos, cada día más, España está con Vox y Vox está con España, porque el movimiento se demuestra andando y es el punto de inflexión en el que vamos a defenderlo.
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