VOX, la mejor estrategia del PSOE para recuperar el Gobierno de Andalucía

Las espadas se encuentran afiladas en Andalucía y la precampaña no deja de significarse por la ausencia de VOX tanto en debates a los que no asiste en multitud de medios de comunicación que los convoca, algo que personalmente considero una falta de respeto no sólo a los medios, sino también a su audiencia, a los ciudadanos, como por una descarnada batalla de los socialistas en la calle, poniendo a disposición de esta carrera con final dramático para los de Espadas a todos sus cargos públicos que se afanan como nunca lo habían hecho en exponerse públicamente en actos en cualquier rincón de las provincias de Andalucía. Por su parte, el PP intenta vender su gestión, incluyendo en sus logros lo conseguido por Ciudadanos mientras estos se afanan en mostrar su buena gestión en las consejerías que ha dirigido.

Lo curioso para cualquier comunicador que se precie de tener conocimientos de campañas electorales y de marketing y estrategia política es las veces, una tras otra, que los socialistas y sus socios ideológicos nombran al enemigo como VOX, mucho más que al mismísimo PP. Y a Ciudadanos ni lo nombran, tratando de sacarlo del discurso político. Saben que no pueden batallar contra sus propuestas y logros en la pasada legislatura. Y pensarán muchos seglares de estos temas que lo hacen para provocar el miedo a la “ultraderecha” y acaparar e incentivar así el voto a su formación en base a inculcar el terror a los que vienen.

Pues bien, mucho me temo que debo abrirles los ojos ante esta situación. Por un lado, VOX no entra en debates ni realmente interviene porque lo poco que tenga que decir sobre su proyecto político para Andalucía pasa por acabar con las políticas sociales –no tuvo prejuicios en llamar “chiringuito” a la consejería que posibilita una mejora de la calidad de vida de personas con discapacidad, personas mayores dependientes o mujeres maltratadas sin más protección que el refugio de la administración pública– o por decir que no cree en las autonomías. Vamos, que tendrían el mismo papel en un Gobierno autonómico que los independentistas tienen en el Congreso, dinamitar a las instituciones desde dentro. Bonito panorama.

Pero volviendo al PSOE, les diré algo que, posiblemente, les abra a más de uno los ojos por aquello de lo que la realidad esconde. Al meter a VOX en su discurso el PSOE y sus socios a la izquierda no están haciendo otra cosa que hacerle el juego a esta formación porque sólo si VOX entra en el Gobierno de Andalucía el PSOE tendría posibilidades, dentro de cuatro años, si llegan a ser cuatro, de recuperar la mayoría parlamentaria que les devuelva ese Gobierno. Esto es lo que realmente se esconde detrás de ese afán por darle protagonismo a los de Abascal. Y cuando hablamos de legislatura con VOX en el Gobierno hablamos de un tiempo de crispación, de paralización institucional, de destrucción e involución en materia de políticas sociales, de broncas, de enfrentamientos y de formas como las ya vistas, en tan sólo unos días de Gobierno, en Castilla y León.

Me pregunto si eso es lo que les gustaría ver en las instituciones y en Andalucía a los votantes de esta formación. Y me pregunto también si realmente esa es la apuesta de andaluces que han podido experimentar el cambio político que se ha producido en Andalucía a través de un Gobierno compartido entre PP y Ciudadanos, una formación la de Juan Marín que ha garantizado no sólo la transparencia en las instituciones sino que ha ofrecido todo un auténtico ejemplo de gestión en las consejerías que tuvo asignadas.

En juego están grandes avances. Una Andalucía que es la tierra en la que, ahora mismo, se crea una de cada tres empresas de las que comienzan a funcionar en España y una comunidad que se ha convertido en líder en creación de empleo y en nuevas oportunidades. Una economía que ha crecido como no se recuerda que lo hiciera en décadas, y que además lo ha hecho en medio de una pandemia y en una época de crisis económica y energética. Pues todas las competencias de las que dependen estos grandes avances en Andalucía no han dependido del PP, sino de las consejerías lideradas por Ciudadanos en la Junta de Andalucía. Y eso, a pesar de que los populares no tienen reparo en vender los logros de su socio Ciudadanos como propio, así está el patio.

Yo, como periodista, y especialmente vinculado a través de estudios universitarios con la defensa de la Libertad de Expresión no puedo sino poner el grito en el cielo ante los ataques de VOX y PODEMOS a los medios de comunicación, a la amenaza sobre Andalucía dónde los de Abascal pretenden cerrar Canal Sur y a su censura a medios y periodistas. Una censura que sí que recuerda al comportamiento de regímenes autoritarios de otros tiempos y de tiempo presente.

Frente a estas amenazas a la convivencia y a derechos fundamentales ayer los españoles vivimos una experiencia que creíamos perdida en el Congreso de los Diputados, donde Inés Arrimadas volvió a demostrar no sólo la fuerza de sus argumentos sino también su coraje para enfrentarse a aquellos que no son sino los enemigos de España y que se sientan junto a ella representando la voluntad de todos los españoles. Alguien dijo que la juego estaba acabado cuando, de repente, la máquina anunció una partida extra. Para ello sólo es necesario que los ciudadanos hagan justicia con quiénes tanto bueno hicieron por ellos insertando correctamente su voto en Andalucía.

Y es que, frente al deseo de acabar con las autonomías de VOX, Ciudadanos presenta este modelo como una oportunidad de llevar a cabo una gestión cercana que garantice a los ciudadanos la atención administrativa que les es necesaria, a la vez que un instrumento que pueda ser garante, precisamente, de la defensa de la igualdad de todos los ciudadanos independientemente del territorio en el que vivan. El problema de las desigualdades no está en el propio sistema autonómico sino en la gestión que de este sistema han hecho los sucesivos gobiernos de Madrid haciendo uso de estos ámbitos de poder para realizar concesiones a cambio de otras contraprestaciones o apoyos, algo contra lo que va la formación de Arrimadas, que siempre ha denunciado, y que va implícito en el propio ADN del espíritu de la formación naranja. Y así, siempre, lo han dicho y lo han demostrado.

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6 Comments

    • ¿Que Ciudadanos es un subproducto del PSOE? Claro, y por eso Ciudadanos ha echó al PSOE de la Junta de Andalucía, gobernó con Ayuso y Mañueco y gobierna Madrid con Almeida. Vamos, el PSOE en estado puro. Un PSOE que prefiere gobernar con el PSOE sólo cuando con ello impide que en ese Gobierno entre PODEMOS o alguno de sus sucedáneos por el bien de los ciudadanos. Pero oiga, si todas sus conclusiones son iguales, siga deleitándonos, que así nos divertimos un poco, que los de VOX, precisamente, caras de buen rollo no se les ve; que más bien parece que padecen de algún trastorno intestinal permanente.

  1. Opinión pagada o de un fanático del PP. Leyéndolo dan ganas de vomitar por el odio que tiene a VOX. El único partido que puede arreglar Andalucía y España, eso lo ve cualquiera con dos dedos de frente que no esté adoctrinado en la ideología progre. Solo queda VOX.

    • Pues mire usted, ni nadie me paga ni yo defiendo al PP. Posiblemente sus vómitos hayan evitado que usted se deleite con la profundidad del contenido de lo que intentara leer, si es que, acaso, su capacidad lectora le ha permitido llegar a entender lo que decía en su conjunto. Y no, odio a VOX no, se equivoca. Simplemente opinión, que es de lo que se trata en este espacio en el que me encantaría poder recibir mensajes que lleven al debate, justificadas, razonadas. Vamos, justo lo que hago yo. Mire usted, yo no odio a nadie, ni a los de derechas ni a los de izquierdas. Yo estoy o no de acuerdo con unas ideas porque el odio es la base del adoctrinamiento en extremismos y autoritarismos poco democráticos. Sí, justo aquellos que, como respuesta a opiniones producen vómitos e intentos absurdos de desprestigio personal. Es más, la mayoría de personas que conozco de cualquier formación, as nivel personal, no me caen mal ni pienso de ellos que son monstruos. Cada persona es libre en su pensamiento y si usted piensa que sólo queda VOX, después de sus argumentaciones hacia mí posiblemente puede ser que sea usted, escaso en ideas y debate, quién esté más próximo a ser adoctrinado. Yo, sinceramente, no quiero ni a la izquierda radical, ni al actual ni anterior PSOE ni a VOX en el Gobierno de Andalucía. Y soy arduo defensor de una España unida, de la igualdad, y de los valores culturales. Y no, no sólo no me considero menos español que el mismísimo Abascal sino que me parece un insulto a la ciudadanía que ningún papanatas venga a imponer carnets de españolidad o no españolidad, porque ese concepto va justo en contra de las pretensiones de los mismos que establecen que España es una. Respeto, debate y progreso, un concepto, para su conocimiento, que nada tiene que ver con la izquierda, sino que es un concepto liberal.

      • No sé a lo que llama usted caballo o perdedor. Quiénes ganan o no en unas elecciones son los ciudadanos, no los partidos. Y con Ciudadanos los andaluces han mejorado y mucho en materia de Empleo, Educación, Economía, Turismo y Asuntos Sociales. Ciudadanos ya ha ganado porque los andaluces han ganado con ellos. En Castilla y León sólo está ganando un señor que cobra 80.000 euros por tener una vicepresidencia sin competencias y dedicarse a insultar y menospreciar a unos y a otros. Los ciudadanos castellano leoneses ya saben lo que es perder votando a VOX.

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