Pedro ‘El gafe’

Hoy veía en redes unos recortes de la entrevista que le hicieron el otro día al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en TVE. En uno de ellos decía, con su cara que pone de no haber roto nunca un plato y su voz de cuentacuentos infantiles que, a este gobierno, salvo a una invasión zombie se ha tenido que enfrentar a situaciones inéditas, y que en ellas siempre ha defendido a la clase media y trabajadora y sobre todo a los colectivos más vulnerables. Miren, no hay mejor oportunidad en la vida de demostrar que uno hace las cosas bien que ante verdaderas adversidades, porque ante una situación idílica, malo tienes que ser si lo haces mal. Pues este señor no para de perder oportunidades para hacerlo.

En lo primero lleva más razón que un santo, hemos vivido una pandemia y estamos sufriendo las consecuencias de una guerra en Europa, pero que han defendido a las clases medias, trabajadoras y vulnerables es, una vez mas, y son ya incontables las veces, una mentira similar a la de su gesto y su voz de bueno. Hagamos un pequeño repaso de esas dos situaciones extremas a las que hace referencia: la pandemia y la crisis económica por la invasión a Ucrania. Antes quisiera decir que con lo que voy a comentar, no estoy diciendo que otro lo hubiera hecho mejor o peor, no puedo decirlo porque no han estado otros en la Moncloa, ha estado él y a él es al que puedo analizar.

La pandemia la abordaron tarde, eso es innegable. Ellos fueron los responsables de que decenas de miles de personas salieran a manifestarse el 8M, acudieran a partidos de fútbol, asambleas multitudinarias y demás actividades públicas cuando ya era una evidencia de que, en Italia, por ejemplo, a pocos miles de kilómetros de España morían cientos de personas cada día y se contagiaban a millares. Se despreocuparon de comprar material sanitario en enero del 2020, cuando ya el gobierno fue avisado para que, al menos, el personal sanitario y los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado fueran siendo provistos de dicho material de manera excepcional ante un riesgo inminente de pandemia.

Posteriormente, cuando ya nos había explotado dicha pandemia de lleno, abordaron las compras de material sanitario de manera muy cuestionable. Además de no saber por dónde les venía el aire, algunos aprovecharon la situación para meter la mano en la caja. Ahí tienen, por ejemplo, imputados a tres altos cargos del gobierno de Sánchez por fraude en la adjudicación de compras de mascarillas por un valor de 310 millones de euros.

Hay otras decenas de causas abiertas por el mismo motivo o por material defectuoso. Deberían aplicarse la misma vara de medir que utilizaron con Ayuso por el caso de su hermano, un asunto de menos de cincuenta mil euros, por el que, finalmente, no se ha podido demostrar ninguna ilegalidad, ni tan siquiera ha sido nadie imputado, pero que con este caso cayó hasta el presidente del partido. Recordemos que tomaron decisiones trascendentales como fruto del consenso de un equipo de expertos que luego reconocieron que nunca existió. ¿Puede haber mayor ofensa a las víctimas? Muchas de esas decisiones han sido condenadas en el Tribunal Supremo, como saben, por ser inconstitucionales.

En segundo lugar, la crisis económica tras la invasión de Ucrania, tiene muchos vértices, unos agravados por la guerra, y otros que ya venían de antes, pero “vamos a aceptar barco como animal de compañía” y vamos a culpar de todo a la guerra de Ucrania. En lo que respecta a las competencias que este gobierno tiene sobre, por ejemplo, la política fiscal, no ha hecho más que asfixiar precisamente a las clases más desfavorecidas, ya que algo tan simple como no bajar impuestos de manera significativa ha hecho empobrecerles aún mucho más.

Cualquiera puede entender que, si la base del precio sube, la recaudación del mismo sube también y bajando dicho porcentaje, pueden seguir recaudando lo mismo que antes de las subidas y descongestionar precisamente a los más desfavorecidos. Pero han optado por recaudar mucho más a costa de empobrecernos aún más a todos y se empeñan en seguir dando limosnas, cuando cualquiera preferiría que no le saquen el dinero de su bolsillo y ser autónomo para aplicárselo a lo que uno mejor considere.

Las bajadas de impuestos que han realizado han sido muy tímidas o están llegando tarde. Aún siguen sin bajar, por ejemplo, el IVA del diésel que es el combustible de la inmensa mayoría de las clases obreras, o el de la alimentación, recursos básicos. Competencias para ello tienen, y nos salen con ideas peregrinas sobre cestas de racionamiento que nos recuerdan a países en los que a miseria ya está instalada desde hace décadas.

En fin, la lista de despropósitos es cada vez más abultada por lo que esas declaraciones nuevamente llegan a ser hasta ofensivas con la que nos está cayendo encima, especialmente a esas clases obreras o desfavorecidas. Pero si algo hace bien siempre es soltar su propaganda sobre que son justos con los pobres y exigentes con los ricos, mintiendo sin pudor. Insisto, no sé qué habría hecho otro en su lugar, aquí he dado algunas ideas, lo que sé y deseo cuanto antes es que se le dé la oportunidad a ese otro para ver si nos miente menos o nos hace sentir más seguros ante tanta invasión zombie que es lo que parece que tenemos instalado en el Gobierno.

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*