Reproches fuera del mar

La nueva película de Disney la Sirenita “Live Action”, la cual salió hace cinco días el tráiler, ha provocado mucho revuelo entre los distintos fans de la historia de Hans Christian Andersen. Y todo esto viene alimentado tras descubrir que el papel de “Ariel” va a ser interpretado por Halle Bailey, que es una actriz estadounidense de raza negra. Sea cierto o no, llama la atención el hecho de que la sociedad genere semejante alboroto por algo tan simple como que hayan elegido a una actriz que no se aproxime en absoluto a la imagen principal que todo el mundo conocía de La Sirenita que, por ejemplo, otros temas más serios como la situación actual de nuestro país.

Puede resultar un asunto de más o menos relevancia, pero al final a todos nos resulta atractiva la situación y más aún cuando es mucho más fácil de politizar. Las criticas y los reproches vuelan y, con ello, las personas e incluso fans de un lado u otro se posicionan a favor o en contra dependiendo “en que lado de la historia estés”.

Todos y cada uno de nosotros tenemos una visión distinta del mundo que nos rodea y que también incluye lo que nos gusta o no. Hay personas que desde pequeñas han visto las películas de las princesas Disney como simples niños, queriendo ponerse en el lugar de cada una de ellas y, sobre todo, vivir ese tipo de aventuras y cuentos. Pero también debemos resaltar de forma objetiva que todos y cada uno de los niños tienen una imagen física y personal desde pequeños sobre esa historia y sobre la imagen del personaje.

No es cuestión de prejuicios, es cuestión de estética y creatividad. Y Disney, que a lo largo de toda mi vida me ha acompañado con sus películas a través de un sin fin de metáforas y lecciones, ha cometido un gran error queriendo realizar adaptaciones sobre una película que de por sí tenía una originalidad que está perdiendo por el hecho de ser inclusivos con la sociedad.

Realmente es indiferente si la actriz es negra o blanca, pero la esencia de una película lo es todo y es obvio que cuando cambias eso a una producción que ha tenido tanta repercusión, vas a perder parte de dinero y, sobre todo, fans, por no hablar también de los que ahora se encuentran enfrentados por tal controversia. La sociedad de hoy en día se ve presionada por todas y cada una de las situaciones que popularmente no se consideran correctas y hay mucha gente que ha calificado las opiniones contrarias hacia la aceptación de la actriz como racistas, por el hecho de pensar que no seria “lo correcto” que una chica negra interprete a un personaje que, desde antes, ya tenía su propia imagen.

Poniendo en contexto esta situación, hace un día salió un video emotivo de niños pequeños de raza negra emocionados por el hecho de que la nueva sirenita sea característicamente muy común a ellos. Este video es el que suelen hacer para provocar un sentimiento emotivo en el que todos vean lo importante que es el hecho de que en las películas se tome en cuenta la inclusividad. Sin embargo, todo el mundo cree que esto es un nuevo comienzo, cuando realmente no lo es. Basta con ver que, a lo largo de los años, Disney ha realizado películas ambientadas en donde los protagonistas vienen de distintos orígenes y que hoy, en las nuevas adaptaciones, no se han modificado estéticamente. Entre ellas; Mulán y Aladdín, películas creadas y pensadas desde la cultura china y árabe y que en las nuevas adaptaciones de 2019 y 2020 han seguido el mismo patrón.

Tiana y el Sapo también es una película que ha sido muy característica con la inclusividad, además de ello, porque la protagonista es una chica negra de Nueva Orleans con la que muchos niños se pueden llegar a sentir identificados. En definitiva, nos podrá gustar más o menos la nueva película, pero no podemos señalar a cualquier persona de racista porque no sea de su gusto el hecho de poner a una actriz negra.

Fátima Zebaire