El Club Deportivo Mirandés ha cosechado un punto en Ponferrada. Los bercianos, durante todo el partido, fueron quienes crearon la mayor cantidad de ocasiones posibles, mientras que los de Joseba Etxeberría, por el contrario, se dedicaron a defender las embestidas locales que sirvieron para sumar un punto más en la tan reñida como competitiva 2ª División.
La nota positiva con respecto al encuentro que disputó el Mirandés se la lleva la defensa ya que apenas cometieron errores. Incluso, tras la expulsión de Prados en los minutos finales del partido, estos mantuvieron el tipo bien. El mister del equipo de Miranda, una vez más, volvió a cambiar el medio campo, aunque esta vez no perjudicó a los intereses de este. La lesión de Gelabert afectó mucho al Mirandés, ya que el jugador palentino es muy importante en el esquema del entrenador de Elgoibar.
Por su parte, la nota negativa del encuentro tiene que ver con las escasas ocasiones que crearon los del conjunto de Miranda. El delantero, Raúl García, apenas tuvo protagonismo y eso repercute negativamente en los intereses del equipo ya que la función principal de un ariete es crear ocasiones de gol. No obstante, al Mirandés le sonrió que tampoco su rival estuvo acertado ante la portería… y que quien más debía arriesgar era el conjunto local.
El ambiente que se vivió en las gradas fue digno de un derbi regional, en el que las dos aficiones demostraron una vez más su hermanamiento. Lástima que para completar ese buen clima no hubiesen goles… y de haber sido así, del Mirandés.
En la próxima jornada el Club Deportivo Mirandés recibirá en el Municipal de Anduva a otro equipo que también lucha por la salvación: el UD Ibiza. En este encuentro, los jabatos tienen que demostrar su casta delante de su afición. La importancia de cosechar los tres puntos contra el conjunto ibicenco será crucial.
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