Queridos amigos, nos encontramos en un momento histórico. Todas las elecciones son importantes. Sin embargo, las del domingo 28, este mismo domingo lo son aún más. Decía ayer y con razón, D. Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular. Varias afirmaciones que comparto en su totalidad.
La primera tenía que ver con que “no debemos dar nada por hecho; nada está ganado y nada perdido”. En esta frase, el líder de la oposición recuerda la importancia de las encuestas. Recuerda la importancia que tienen pero que jamás deben ser la solución ni confiar exclusivamente en ellas. Lo importante se encuentra en depositar en la urna el voto.
Otra de las frases que quería recalcar es la unión entre los españoles de la derecha. “Debemos unir el voto en torno al Partido Popular”, con ello Feijóo deja clara la importancia que hay que darle a su formación apelando al famoso voto útil. El PP es la única formación política, en la actualidad, capaz de poder sacar de La Moncloa al Sanchismo, al podemismo y a toda la legión de partidos que se encuentran en el Congreso de los Diputados que tienen como fin la destrucción de España. Es verdad que estas elecciones no son para eso. Sin embargo, son la antesala de un gran cambio que puede aproximarnos de lo que puede suceder en las generales a final de año.
La última frase que quiero recalcar es la que engloba su mensaje: “Si quieres cambio, ‘Vota’ y si quieres cambio, vota al Partido Popular”. De estas palabras extraigo como premisa más importante de que no podemos quedarnos en casa. Si queremos que España cambie, no vale solo con criticar al Gobierno de Coalición desde el Chaise Longue; hay que levantarse y “votar”, ese extraordinario privilegio que nos permite decidir el rumbo de nuestro país en los próximos años.
Pero ¿por qué, desde mi humilde opinión, son importantes estas elecciones? Debido a que elegimos a nuestros presidentes autonómicos y no es lo mismo, como ejemplo, dar la mayoría absoluta a Isabel Díaz Ayuso, artífice de la transformación de la Comunidad de Madrid, y que la ha convertido en un territorio que es motor en crecimiento económico extraordinario y el lugar al que todo el mundo quiere ir, que hacerlo por Sánchez o una de sus marionetas, peleles amigos del socialcomunismo. Las municipales también son importantes porque elegimos entre Almeida y todo lo demás; elegimos entre ciudades prosperas o en las que los okupas mandan e impera el caos.
En estas elecciones, nosotros elegimos qué tipo de políticas queremos para nuestros ayuntamientos. Son en las que tenemos que elegir entre pintar los bancos de colores y ponerles faldas a los semáforos o tener bibliotecas innovadoras en las que nuestros jóvenes puedan desarrollar su potencial. Elegimos también entre tener las mejores guarderías para nuestros pequeños o entre tener ciudades limpias y cuidadas. Sí, elegimos a nuestros representantes en cada ayuntamiento, cabildo, Diputación, Comunidad Autónoma, pero también elegimos qué queremos de nuestro país y hacia dónde queremos que vaya España en los próximos años. Ese destino es el que comienza en cada una de las administraciones locales.
Tampoco debemos olvidar quiénes nos han gobernado en estos años de sombras, ni en qué ni quienes se gastaron el dinero de los contribuyentes en prostitutas y cocaína. Tampoco olvidarnos de los que dijeron que nunca saldrían de Vallecas y que ahora son casta personificada. Y a esto hay que sumarle gracias a quienes tienen los del Gobierno actual las llaves de nuestro país: los herederos de ETA. Todo esto debemos tenerlo presente a la hora de depositar cada voto en la urna. A pesar de que, estas elecciones no sean generales, han de ser un plebiscito al sentido común a las políticas con cabeza, tal y como aseguraría el Presidente Rajoy en su libro “Políticas para adultos”.
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