El futbolista internacional por Uruguay, Edison Cavani, tiene una historia que merece ser exteriorizada a los lectores de Minuto Crucial. El actual jugador del Boca Juniors argentino siempre estuvo muy activo en ayudas sociales además de destacar como un delantero consagrado tanto en Europa como en América.
En sus tiempos de futbolista destacado, Edison consiguió amasar una gran fortuna gracias a jugar en equipos tan importantes como el PSG, Nápoles, Manchester United y Valencia entre otros. Todo ello sin obviar el Danubio FC, club en el cual comenzó a formarse antes de pasar en un futuro a los grandes. Su estreno en Europa se dio en el Palermo y ya, desde entonces, se pudo comprobar su calidad humana.
Cavani siempre ayuda a los más desfavorecidos como, por ejemplo, a los mendigos que iba encontrándose por la calle. De hecho, en su estancia en Nápoles tuvo acciones encomiables dignas de destacar como cuando invitó a un hombre que vivía en plena calle a cenar a su casa, además de ayudarlo económicamente.
Con el paso del tiempo, futbolista y mendigo forjaron una sólida amistad hasta el punto de ofrecerle trabajo como mayordomo. Hecho que resalta como bien digo en su calidad humana. Lo importante de esta historia se encuentra en la humildad del rico tan necesaria en un mundo plagado de superficialidad. Nunca se ha de mirar por encima del hombro a otra persona, cosa que otros futbolistas sí que hacen.
La pobreza no debe ser sinónimo de vergüenza ni tampoco la riqueza de grandeza. Ambos mundos cruzaron sus vidas para dar todo un ejemplo de humildad. Poseer las cantidades ingentes de dinero a base de esfuerzo y dedicación como pasa con Cavani es algo difícil de conseguir, pero si además, después tiene la gentileza de ayudar a la gente que más lo necesita; sin duda, es un claro ejemplo de que aún existen personas con valores y humanidad.
El fútbol de primer nivel está repleto de riqueza y desfases. Son muchos los jugadores que no saben manejar la situación, cosa lógica debido a que al final, cada uno hace con su dinero lo que considera oportuno, de la misma manera que otros se decantan por ayudar al prójimo.
Además, Edison Cavani es de aquellos elegidos que, en este mismo verano, acabaron diciendo no a los petrodolares de Arabia, una vez concluyó su contrato con el Valencia CF. La liga a la que finalmente se marcharía tras encontrarse libre no fue otra que la argentina y al todopoderoso Boca Juniors. El motivo es otro que por el cariño que ha recibido en ese país, sumado a querer cerrar su andadura como futbolista en tal prestigiosa competición, siempre mostrándose humilde y con la cabeza alta.
A Edison aún le quedan partidos por disputar. Sus piernas enérgicas todavía mantienen el don de ser goleadoras incluso de lograr títulos importantes. Es por ello que ha rechazado las millonadas de los jeques, también porque no quiere que la ‘presión milloneti’ consiga romperle sus esquemas.
Sin lugar a duda, un diez para el internacional uruguayo. Espero que disfrute hasta el día que cuelgue las botas de lo que sabe hacer de fábula, jugar al fútbol. Y que también mantenga por siempre la mentalidad solidaria de querer ayudar al más necesitado y que, a su vez, sean muchos los deportistas que sigan sus pasos.
Be the first to comment