Babel

Tras conocerse el saldo del voto cera, las urnas ya han arrojado su veredicto. El pueblo ha hablado. Feijóo gana con sus 137 escaños en el Congreso, pero no llega, ni siquiera con un innombrable pacto de coalición con los 33 escaños de Vox, del que apostata casi tanto como PSOE y asociados. Sánchez pierde, con 121 escaños, pero si pueden salirle las cuentas. No le basta con el apoyo de Nueva Podemos y sus 31 escaños, también necesita los 6 de EH Bildu, 7 de ERC, 5 de PNV, 1 de BNG y… ¡Si! también los 7 de los de corifeos de Puigdemont. Solo así se alcanzan los ansiados 176 escaños. Todos ponen condiciones -nada nuevo- y las de Junts son el indulto al prófugo y un referéndum de autodeterminación.

¿Le indultará Sánchez? por supuesto que lo hará. Ya indultó allá en 2021 a nueve condenados por la misma vaina. ¿Qué más le dará un indulto más? Permítame aquí un apunte; los reales decretos de los indultos establecían como condición que los condenados no volvieran a cometer delito grave en los años siguientes, pero ya oyeron el ‘Ho tornarem a fer’ de Jordi Cuixart ¿Se les reindultará si lo vuelven a hacer? Lo vamos viendo. De momento pueden ustedes irse de vacaciones que con Sánchez ya han cumplido.

¿Les concederá un referéndum? La constitución no lo avala ni tampoco la Ley Orgánica 2/1980, pero ¿Quién interpreta la Carta Magna? Conde-Pumpido, ungido como presidente del Tribunal Constitucional, el cual ya avisó en enero que la Constitución no ampara ni la secesión ni la independencia ni la autodeterminación, pero ¿Quién le nombró? ¿Podríamos estar ante otro “cambio de opinión”? Sería un cambio de opinión interestelar.

El artículo 92 de la Constitución dispone que el referéndum consultivo se ofrece no solo a catalanes o vascos, sino todos los ciudadanos de España. El artículo 149, por su parte, sentencia que el Estado -ni Cataluña ni Euskadi- tiene competencia exclusiva sobre la convocatoria de consultas populares por vía de referéndum, por no mentar la indisoluble unidad de la Nación en el artículo 2.

¿Reformamos la constitución pues? Los proyectos de reforma constitucional deben ser aprobados por una mayoría de tres quintos de cada una de las Cámaras, y eso Sánchez no lo tiene. En el Senado hay mayoría del PP, y en el Congreso ni con el apoyo de sus incómodos socios le alcanza.

Pero vayamos al futuro más inmediato ¿Y ahora qué? ¿Quién se somete primero a la investidura? ¿Feijóo o Sánchez? El artículo 99 de la Constitución dispone que […] el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno […]  Lo que no dispone es que ese haya de ser el ganador de las elecciones ¿Quién habrá logrado mejores pactos con el resto de grupos? ¿Acaso Feijóo, que apenas se arrima a Abascal tras las pasadas elecciones, aunque ya lo hizo en innumerables pactos con Vox? ¿El mismo que ha sido capaz de departir con PNV, UPN y Coalición Canaria antes que con los de verde?

Felipe VI se haya en un brete; su rol de garante de la unidad de España, arbitro y guardián de la Constitución debería, a tenor del derecho, implicar que la propuesta de Sánchez en compadreo con tres formaciones secesionistas no fuera viable, pero si decide en este sentido será acusado de forma inmisericorde de parcial y reaccionario. Si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ninguno de los dos candidatos canta bingo, se han de disolver ambas Cámaras y convocar nuevas elecciones.

Sánchez puede ganar si permite el plebiscito catalán (Tal vez a continuación de este se le exija lo mismo en Euskadi) y puede porque usted, votante del binomio PSOE-SUMAR, también desea ese referéndum ¿No es así? ¿Acaso en el último lustro no ha visto a su presidente conchavear continuamente con los independentistas? ¿Está usted empadronado en Narnia? Sé por qué lo hizo, amigo votante. Toda esa mente colmena, todas las cámaras de eco, las redes sociales, la puñetera tele, las radios y todo un batallón de pesebreros consiguieron convencerle de que si usted no votaba a Pedro y a Yolanda favorecería el advenimiento del Cuarto Reich.

Algo parecido se dijo en 2021 si Ayuso aceptaba los votos de Vox en su investidura, y debe ser por eso que desde entonces no se celebra el orgullo gay en la Villa y corte, y las hordas de ultraderecha andan incendiando mezquitas y sinagogas. Nada que ver con Cataluña desde el procés, donde nunca han tomado al asalto el aeropuerto, ni hicieron arder las calles. Tampoco consta que se hayan arrojado toneladas de adoquines sobres policías y mossos, ni se hayan saqueado comercios ni impedido a los estudiantes ir a la universidad. De los años de plomo y amonal en Euskadi hasta 2010 ni hablamos, que eso ya es el pasado ¿verdad?

Reciba usted mis parabienes, amigo votante, por la buena nueva. Enhorabuena. Pero ahora permítame el atrevimiento; si dentro de un par de años no le gusta el resultado de su voto y decide usted buscar responsables, lo primero que ha de hacer es buscarse un espejo, porque Franco ya llevará media centuria criando malvas. Sánchez está ahí porque usted le puso ahí, tanto a él como a su mayordoma. También le emplazo sin acritud a que vigile si se cumplen las promesas de sus ídolos en campaña. Aquellos centenares de miles de viviendas públicas aún por construir y los 20.000 talegos que prometieron conceder a cualquier ser humano nacido de mujer cuando cumpla 18 años.

Hará unos días Gabriel Rufián se ufanaba de haber obligado a este gobierno del progreso a indultar a sus correligionarios. Si salen los números y Sánchez engatusa a los diputados de Junts -tal vez esto ya ha sucedido a puerta cerrada- y estos le obligan a gallumbear en referéndum, sean bienvenidos a la República Ibérica de Babel, a la mancomunidad de terruños antes llamada España, conocida otrora por ser, según la Ley Suprema, patria común e indivisible de todos los españoles, y cuya gobernabilidad pasó a depender de 26 escaños -de un total 350- en manos precisamente de aquellos que predicaban activamente la desintegración del Estado cobrando suntuosos sueldos como diputados de ese mismo Estado. Babel, donde usted debe conocer todas las lenguas y hablas si pretende desarrollar una vida corriente en ese plurinacionalismo a distintas velocidades, en el que hay taifas que valen más que otras y donde cada uno va a su bola.

Babel, en efecto, ha leído bien. Recuerde aquella película, “Las autonosuyas”, en la que un cónsul vasco y otro catalán no se entienden ni en euskera ni en catalá, y deciden recurrir a la lengua que ambos hablan y entienden: a la nuestra, la de charnegos y maquetos, ahora rehenes de los borreguismos nacionalistas ¡Y lo llaman igualdad! Quieren la igualdad en todos los ámbitos, pero no entre territorios. Quieren diferencia y exclusión ¿Usted también? De volver a convocar los comicios dentro de unos meses tras las elecciones más marcianas que hemos tenido en la historia de la democracia ni hablamos, ¿verdad? ¿Pa qué? Pues ya estaría.

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

1 Comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*