Selectivamente democráticos

El martes pasado el Congreso de Ministros aprobó el anteproyecto de ley de Memoria Democrática con el cual el Gobierno pretende fulminar a toda asociación o fundación que tenga como vinculación a Franco.

Si esta proposición fuera arbitraria; yo mismo sería el primero que la aplaudiría, pero al parecer, esta gente tan amante de la palabra ‘igualdad’ carece de memoria histórica al mismo tiempo que son aficionados por antonomasia a desequilibrar lo justo y lo correcto.

Una ley que lleva el apellido de ‘Democrática’ suena tan falsa como llamar así a la parte de Alemania que quedó en poder de la URSS. La invadida República Democrática de Alemania tenía lo mismo de ‘democrática’ que esta ley en la que se aplica una doble vara de medir.

Para este Gobierno, los bandos de la Guerra Civil están separados por buenos y malos o lo que es lo mismo, por represores y reprimidos pero claro, el rol de la víctima siempre se lo otorgan a los mismos omitiendo a su vez las malas acciones de ‘sus buenos’.

Cualquier persona que tenga unas nociones mínimas de historia sabe que, tanto los del Bando Nacional como los del Republicano, cuentan con luces y sombras en su haber. De cualquier manera, ya sabemos que vivimos en una sociedad ‘contaminada’ y repleta de desinformaciones en la que nos dedicamos a leer a los historiadores que nos satisfacen… Pues así nos luce el pelo, catalogando como verdades certeras simples percepciones en vez de sentenciar el hecho de que ambos colectivos han agredido o matado a personas civiles que eran objetivamente inocentes.

Actualmente, tengo la edad de Jesucristo y eso trae consigo el no haber podido presenciar estos periodos franquistas de primera mano. Eso no quita que me haya molestado en averiguar mediante una serie de testimonios sobre las diversas situaciones que se daban en esos tiempos a través de lo que me relataban diferentes personalidades que sí vivieron esa época tan marcada de la historia de España.

Mientras que unos me aseguraban que en la dictadura era cuando mejor se vivía; que la delincuencia era escasa y la tasa de mendicidad remota, extremadamente baja… Otros, sin embargo, me afirmaban que en ese periodo la libertad de expresión estaba muy en entredicho si eras contrario al régimen franquista.

¿Quién tiene la razón respecto a lo acontecido en esos años? Cada uno estará condicionado por sus experiencias, pero es su verdad y desde luego que no seré yo con mis 33 años quien replique al uno u otro. Luego están los libros de historia que según a quien leas pintarán de pobrecitos a los unos o los otros. Nada nuevo bajo el sol.

De lo que sí puedo hablar es del pasado cercano, de lo que yo he vivido de manera activa o pasiva. De la época comprendida entre los años 90 y a partir del 2000. Un periodo que para los socialistas es olvidado porque tienen la necesidad imperiosa de contentar a aquellos que son los herederos de ETA para poder seguir gobernando nuestro país.

El PSOE actual tiene una memoria selectiva que me asusta; mucho sacan el franquismo, algo ‘pasadísimo’ pero bien que nos recuerdan que ETA ‘ha desaparecido’ pero obvia que siguen sus herederos políticos en el Congreso de los Diputados y el blanqueamiento que se hace de ellos.

Viva la incongruencia de sus palabras, pero también la de sus actos cuando el PSOE da el pésame por el suicidio de un etarra, pero se olvida de la cantidad de personas de las Fuerzas de Seguridad del Estado hacen el mismo acto por desesperación y por las enormes presiones que reciben a consecuencia de las distintas situaciones que se dan dentro de su puesto de trabajo.

La Ley de Memoria Democrática para realmente ser democrática debe castigar a todo aquel que ha sembrado el pánico o atente con las auténticas libertades de los españoles. También a aquellas ideologías sectarias que cuentan con muchos muertos a sus espaldas entre las que está el comunismo que precisamente no es que sea digna de admirar sino todo lo contrario y también para todas aquellas que pretendan romper el principio de igualdad entre españoles. Si se pretende fulminar a todo lo relacionado con el franquismo, que se haga lo mismo con todo lo que atenta contra la unidad de España o la igualdad. De lo contrario, que todo tipo de pensamientos los cataloguen como libertad de expresión y entonces aquí paz y después gloria.

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