Censurados

Decía Orwell que: “la libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír”. Esta frase puede definir nuestras redes sociales, ya que son el altavoz de legiones de idiotas pero al menos son idiotas que se atreven a decir lo que piensan. La libertad de penslingerie super sexy ASU Jerseys air jordan 4 retro military black aguilas cibaeñas jersey snorkel snorkel air max goaterra 2.0 geox sito ufficiale custom kings jersey custom nfl football jerseys full lace wigs pasante kondom cheap yeezy shoes womens air jordans adidas boost 43 philadelphia eagles kelly green jerseyamiento siempre tiene que ir acompañada de la libertad de expresión, son como un Mortadelo y Filemón, se complementan y son necesarias para la salubridad de una sociedad.

Probablemente, cuando salimos a la calle y hablamos de “censura” o de limitar la libertad de expresión todo el mundo recuerda el franquismo –aún sin vivirlo- y se le califique cómo un régimen de horrores dónde tú no podías mostrar disidencia o un pensamiento diferente al régimen, la consecuencia de hacerlo era la prisión.

Hoy día, no existen métodos tan directos pero sí existen aparatos gubernamentales para llevar a nuestra realidad la censura. Sólo hace falta ver que el congreso –ese órgano tan democrático- ha permitido y aprobado la censura de supuestos mensajes de odio. ¿Cómo?, sí, lo que oyes, el Gobierno tiene la potestad de considerar lo que es y lo que no es odio.

El odio, es un concepto muy abstracto, subjetivo al fin y al cabo. En nuestra legislación, lo más parecido es el art.510 del Código Penal el cual tipifica el odio – rechazo, exclusión, agresión verbal o física por el hecho de ser- cómo delito. Estos delitos son muy complicados para un Juez, puesto que delimitar la frontera de lo que es odio resulta muy complejo. Ya lo decía Mago de Oz “sí puedes definir lo que es el odio o el amor, amigo que desilusión.” Porque es muy arriesgado y más de forma jurídica imputar el odio.

En este sentido, sí las redes sociales – controladas por pijoprogres que habitan Sylicon Valley- ya de por sí no tenía un mecanismo para replicar cuando te censuraban una publicación que no era de su agrado, imaginaos que ahora que el Estado tiene esa potestad. Y no sólo la potestad de eliminar mensajes supuestamente de “odio” sino que también sin una frontera delimitada. Por ejemplo, ¿verán quiénes ponen los mensajes de odio?, ¿cogerán sus datos por sí es un posible terrorista?, ¿harán listas negras de personas “potencialmente peligrosas”?. Son preguntas que ni el propio gobierno se va a dignar a responder.

La ciudadanía ya ha sufrido un confinamiento total, ahora un intento de prolongar un estado de alarma de 6 meses  cuando es una medida totalmente inconstitucional. Después están aprobando leyes reaccionarias como la Ley de memoria democrática y ahora, el golpe viene contra la libertad de expresión.

Me pregunto sí el propio gobierno – cómo hace Newtral- revisará sus propios mensajes de odio, tales como los mensajes de cargos de Podemos atacando a la policía y a las instituciones del Estado, mensajes contra el hombre y la estigmatización de otros tipos de feminismo por parte del PSOE o los continuos ataques contra los Españoles de parlamentarios de ERC.

Nada de esto va a ocurrir puesto que esta medida, es un instrumento que tiene el gobierno para controlar a la disidencia. En el “nuevo lenguaje” que tiene esta ‘izquierda facha’ entrando de forma muy asidua la palabra “odio”. Utilizan su superioridad moral para esgrimir una batalla contra ese supuesto odio… ya que ellos son los dioses de la ética y los demás unos lacayos de la venganza, el odio y el fascismo.

Esto es una demostración de que el fascismo entendido como la imposición de una idea por la fuerza sigue vigente en nuestras instituciones. De cómo utilizan el Estado que tiene el monopolio de la violencia para silenciar lo que muchos piensan es un síntoma claro de un gobierno autoritario, aún recuerdo cuando ‘Unidas’ se quejaba del autoritarismo de los países del Este por hacer este tipo de medidas cuando ellos, con otra justificación, también lo hacen.

La batalla no se tiene que dar por perdida cuando te hablan de qué ellos son los demócratas sino que se le tiene que mostrar este tipo de actuaciones. Ellos no creen en la democracia porque no tienen fe en el pluralismo, ellos crean una dialéctica de “el enemigo, el fascista contra nosotros, los buenistas.” Estos mismos, están creando tanto en las instituciones como en la sociedad civil un sentimiento de verdadero odio hacia quiénes disienten de las políticas liberticidas que nos está aplicando un Gobierno que se jacta de ser democrático para posteriormente hacer un manifiesto contra la tercera fuerza más votada de España.

La libertad de expresión por tanto, es un derecho fundamental que como bien dice el art.20.4 de la CE, tiene sus límites, estos límites los marca un Juez, no Pablo Iglesias. Por eso, no nos tenemos que rendir, ni ceder ante este tipo de decisiones, no es cuestión de ideología política, es cuestión de sentido común, pero el socialismo nos ha enseñado algo en la historia; que es la religión más persuasiva del mundo.

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4 Comments

  1. Brutal artículo.
    El Gobierno no hace otra cosa que imponer sus ideas. Las universidades se están convirtiendo en centros de formación de sus legionarios y la juventud lo denota.
    Necesitamos más jóvenes que se enfrenten al sistema como tú, Pablo.
    Somos la resistencia disidente.

    • Ya lo decía Gramsci y su concepto de hegemonía; la educación es un lugar propicio y perfecto para inducir las ideas «revolucionarias».

      Un cordial saludo.

  2. Censura pijoprogre.
    Pablo, totalmente de acuerdo con tu fundamentado razonamiento. Creo sinceramente que todos tenemos la culpa. Las generaciones anteriores han dejado que el movimiento NWO pijoprogre se adueñara de toda nuestra herencia, entre las que como brillantemente explica el comentario anterior están las universidades -que fueron el centro del saber formado por expresa Bula Papal para los revisionistas históricos-.
    Sin embargo, aunque los los jóvenes sufrimos las consecuencias también somos partícipes. Nos dejamos dominar por las élites de Silicon Valley, por el adoctrinamiento y por nuestros deseos de ser como ellos, aunque nunca sabrán el porqué. Nuestra generación solo quiere sentirse superior y solo lo consiguen callando y apisonando aquello que puede hacerles pensar y replantearse sus ideas.
    Tenemos que luchar contra la censura. Compartir tu certero artículo es un paso para ello, y si abrieras tus RRSS creceríamos. Espero con ansías poder apoyarte en la lucha pública, con mi voto y mi voz, Pablo.
    Atentamente, un compañero de la generación perdida.

    • Muchísimas gracias por tu aportación. La red social que más utilizo es Facebook y soy Pablo Mora Pérez, espero que nos sigamos y podamos luchar contra este totalitarismo encubierto.

      Un afectuoso saludo.

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