Fue una mujer de ideas liberales, Clara Campoamor, la que llevó sobre sus hombros el peso de la reivindicación sufragista en España. Con todo eso, la cuestión feminista se resolvía en otros frentes y empujada por fuerzas sociales. Al fin y al cabo, las mujeres trabajaban en fábricas, en el mundo del comercio, en la enseñanza, en el campo etc. Una expresión como “la incorporación de la mujer al mercado laboral”, resulta inadecuada por carecer de rigor histórico.
El monopolio actual que la izquierda ejerce sobre el feminismo se sostiene en un falseamiento del pasado y supone un abuso de la realidad presente. Exacerba un victimismo que estigmatiza a las mujeres desde la cuna además de predicar un paquete ideológico-político-económico que hay que asumir a la fuerza. (Fátima Chamadoira)
El Feminismo cómo tal, ha perdido su significado como movimiento que busca la igualdad entre sexos, algo a lo que todas las personas de bien nos sumamos. Desde que la izquierda postmoderna actual lo adoptó como medio para seguir su fallida lucha de clases, tras la caída del muro de Berlín eso murió, y la izquierda lo resucitó en luchas identitarias.
Hombres contra mujeres, blancos contra negros, ricos contra pobres… por lo que este movimiento ha pasado de ser algo que nos aglutinaba a todos, a un movimiento excluyente, cuyo único fin es aumentar la división, la crispación y la justificación del sueldo de Irene Montero y secuaces. (Ana Sánchez).
Pensemos ¿por qué el concepto feminismo es “bueno” y el machismo es “malo”? Son palabras que llevadas al abuso son perniciosas y perjudiciales para la sociedad. Tan malo es el machismo excesivo como el feminismo acérrimo. Partiendo de la base de que en la época en que vivimos ya gozamos de los mismos derechos (y deberes) unos que otras, no veo más motivación que un memorándum de aquellos tiempos no tan lejanos, en los que la mujer dependía de un hombre para ser considerada socialmente. Por suerte, y gracias a las pioneras se ha conseguido la igualdad efectiva y real a todos. Y es por eso, porque no creo en las cuotas por “ser mujer”, ni quiero que me victimicen por serlo.
Conseguir tener un puesto de trabajo por méritos propios a base de un esfuerzo continuado y no por ser mujer. Es una ofensa, al menos para mí que menosprecien mi capacidad negando mi competencia, sin darme opción a demostrarlo. Soy una mujer libre, siempre lo he sido y no necesito a nadie que me diga que lo soy. (Mónica Borrás)
El feminismo que menosprecia a las mujeres que eligen voluntariamente dedicarse a los cuidados, nos trata como si fuésemos unas niñas desvalidas para tomar esa decisión motu propio. ¿Cómo una mujer va a querer dedicarse a ejercer activamente la maternidad? ¿Por qué dedicarse a cuidar a quién antaño dedicó días y noches?
Para este movimiento parece ser completamente descabellado. En caso, que el género femenino ejerza de cuidadora, ya sea de descendientes o ascendientes, según su dogma es a consecuencia de que nos lo inculca el heteropatriarcado. No cabe en su pensamiento que haya personas que decidan apartar o paralizar otros proyectos y puedan sentirse bien consigo mismas cuidando a otros. (María García)
Hace años que el 8M se ha convertido en una fecha manipulada ideológicamente y utilizada como arma arrojadiza en una guerra de sexos que envenena a la sociedad. El 8 de marzo del 2020 quedó constatado que poco les importamos las mujeres a los que nos gobiernan…antepusieron su fiesta a la salud de miles de mujeres. Pero jo, tía…no lo voy a decir. (María José Sañudo)
Soy mujer y me siento femenina sin sentirme culpable. El color de mis labios es el que mejor me combina o el que más me gusta. Solo yo lo decido, porque soy libre y me da igual que busques significados absurdos a un hecho tan femenino para representar tu “feminismo” sacado de quicio. Tú que vives de imponer a muchas mujeres cómo han de ser para estar a la altura de un varón que subestimas, no vas conmigo. No lo intentes más. No formo parte de tu rebaño.
Tu deseo de romper cualquier atisbo de feminidad me reafirma como mujer y me hace más fuerte, no soy tu marioneta, sé valerme por mí misma, no necesito que me defiendas ante un peligro que no existe o que te has inventado tú. 8 de marzo; nada que celebrar y sí mucho que negar. (Lourdes Masegosa).
Minuto Crucial es un medio de comunicación en el que se transmiten opiniones subjetivas en diversas materias de actualidad para mantener a todos nuestros lectores informados.
Be the first to comment