La realidad es así, tanto si tienes tos, te has resfriado, tienes la tensión mala o cualquier situación, requiere de una situación de excusa permanente. “No es Covid” se dice para que la sociedad no te señale y seas repudiado y apartado. Y la pregunta se hace inevitable, -pues ahora todos se hallan legitimados con la autoridad suficiente para interrogar sobre el estado de la vacunación Covid, aunque sea el siguiente en la cola del supermercado y no sepa ni tu nombre-.
Todo es como un patio de vecinas en el que todo el mundo puede opinar de todo lo referente a esta enfermedad. No se dan cuenta, o no se la quieren dar, de que son datos médicos personales y están violando flagrantemente la Ley de Protección de Datos. Esa ley por la que nuestros datos son de máxima privacidad y cuentan con una protección del más alto nivel y deben custodiarse por los profesionales médicos cual oro en paño. Están custodiados en la Agencia de Protección de Datos, esa en la que los centros sanitarios tienen que estar inscritos para velar por la seguridad de todos, esa en la que autorizamos a guardar la información de nuestro historial médico en los centros sanitarios, dentistas, fisioterapeutas, es decir, a los profesionales que velan por nuestra salud.
Debido a esta ley, los profesionales normalmente contratan (y pagan) unos servicios externos que gestionan estos ficheros en la Agencia de Protección de Datos, y en caso de ocurrir una pérdida, filtración de información sensible u otra situación análoga se debe comunicar el fallo en la seguridad inmediatamente. Pero ¿qué nos ocurre con el Covid? ¿Nos vemos en la obligación de la aceptación social? ¿Miedo a ser rechazado? Esa necesidad de aceptación nos hace vulnerables, débiles, expuestos, sin privacidad y con la certeza de que los criterios son más políticos que sanitarios y las decisiones son más comerciales que preventivas. Cada día se demuestra con mayor exactitud que nos toman por tontos y no se equivocan.
Los telediarios son el Barrio Sésamo de la población, y el resto de programas se dedican a difundir miedo y desinformación por si a alguien no le ha dado tiempo de verlo. Un poema, un triste teatro del que muchos no son conscientes. Las pautas varían según conveniencia, siendo habitual que una persona enferma pueda salir a contagiar con autorización, pues han reducido el tiempo de confinamiento y no hay control de la enfermedad tras el aislamiento. Sin embargo, si vas a un centro sanitario a una consulta o si acudes a urgencias, se limitan a preguntarte si te has vacunado y si tienes la enfermedad. Pero no te hacen la PCR…. como mucho un test de antígenos.
Todo ello tiene una explicación. El motivo es bien sencillo, en breve caducan muchos de los pasaportes y eso es una gran fuente de ingresos, con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, sin pasaporte no se podrá viajar….Por este motivo, te inclinan hacia la vacunación y te dicen que todos los test caseros que sirvieron para dar las bajas laborales, no son prueba suficiente y, por tanto, aunque se haya pasado la enfermedad obligarán a vacunarse para poder actualizar el certificado de inmunidad. Seguimos corroborando que los intereses económicos priman sobre los sanitarios y de salud pública.
En la Comunidad Valenciana han reabierto los hospitales de campaña y los centros de vacunación masiva para poder inocular acelerando el ritmo de vacunación, como dicen los políticos en el poder, para poder vacunar a diestro y siniestro en vista de la previsión de personas que no quieren ver restringidos sus derechos y libertades y acceden a repetir dosis y seguir formando parte del gran experimento voluntario. La incógnita es hasta cuándo van a seguir engañando a la población, la gente muere más y más joven sin patologías previas y eso debería hacer reaccionar a algunas mentes despiertas, ¿no crees?
Polifacética ante todo, curiosa, autodidacta, responsable en VOX, fisioterapeuta autónomo de profesión…todo es susceptible de aprendizaje y solo fracasas si no lo intentas.
«Es más importante la dirección que la velocidad»
De acuerdo con Mónica. Lo peor tantas muertes x infartos de gente joven vx culpa de la vacuna. Q se pare ya esté genocidio encubierto