Solo falta un mes para el festival de Eurovisiòn y las cosas no podían pintar mejor para nuestro país. España, por primera vez desde el año 2003, se sitúa entre los 7 favoritos a ganar Eurovisiòn. Hacia muchísimo tiempo que no se respiraba tanta ilusión entre los fans españoles y eso se va a reflejar en la cantidad de españoles que acudirán a ver el festival en directo el 14 de mayo.
No será tan abrumador como el festival del 2016 donde casi 600 fans acudieron a Estocolmo, pero sí que se esperan más de 300. Eso sí, el precio de las entradas es una auténtica vergüenza. 150 euros la más barata sin visibilidad. Sí, lo que oyen, sin ver el festival, pero estando allí presente. Digamos que es como mirar a la pared, no se ve nada, pero lo oyes de fondo. El resto de las entradas rondan entre 200 y 350 euros cada boleto, la más cara de la historia. Eso es algo que Eurovisión debe regular. Los países anfitriones hacen lo que les da la gana y ponen precios completamente desorbitados. Un servidor, por ejemplo, estuvo en el festival del año 2016 en Suecia por 42 euros, un precio razonable.
El caso es que tras las fiestas pre-party de Londres, Barcelona y Madrid, España ha subido como la espuma en las casas de apuestas. La coreografía y el empeño que pone Chanel en su trabajo está dando resultados y lo mejor es que se esperan más sorpresas. A día de hoy no es impensable pensar que España pueda volver a lo más alto de Eurovisión. Sería algo épico, pero este año no hay rivales tan fuertes como otros años y no hay un claro favorito.
Bueno, actualmente, hay un favorito bastante inesperado que es Ucrania, pero realmente no por merito musical, eso también hay que decirlo. Todos sabemos la situación que está ocurriendo en estos momentos en la guerra. Los artistas ucranianos tuvieron que participar en la guerra con arma y fusil para defender a su patria, pero ahora van a cantar en Eurovisión y el Gobierno ucraniano le ha dado el ok para poder salir del país, lo cual está prohibido para todos los hombres. Antes de que la guerra empezara la participación de Ucrania no pintaba bien, por lo menos a nivel de apuestas. Una vez comenzó el conflicto, Ucrania subió más de 20 puestos para convertirse en el favorito absoluto. Está claro que Ucrania va a recibir muchos votos por solidaridad y más aun si lanzan un mensaje solidario. Pero Eurovisión señores y señoras es un concurso de canciones.
Mientras tanto, otros artistas caminan despacio, pero con éxito, haciendo su trabajo día a día. Es el caso de Polonia, Suecia o Reino Unido que sin hacer mucho ruido ya son oficialmente candidatas al triunfo. Polonia puede ser el gran tapado. Este país tiene muchos votos en el televoto por la diáspora polaca, pero en el jurado lo suele hacer mal. Así que, este año han decidido enviar una balada para emocionar al jurado y rematar la faena con el televoto. Con los nórdicos pasa al revés. Suelen tener muchos puntos por parte del jurado y este año no será menos, pero les falta esa chispa del voto popular. Los anfitriones, Italia, son segundos favoritos, aunque un organizador del festival no gana en casa desde 1994, cuando Irlanda se llevó el triunfo en su propio hogar.
Gane o no, España va a hacer un papel muy digno y absolutamente nadie se espera una mala posición. Creo que el mayor miedo de nuestro país es que le toque abrir el festival de Eurovisión porque los organizadores siempre colocan a dedo una canción con ritmo como apertura del festival y eso siempre perjudica claramente. Está comprobado que las mejores posiciones para actuar son entre la posición 16-22. No me creen? En los últimos 20 festivales el ganador saliò hasta en 14 ocasiones entre estas posiciones.
Si miramos las estadísticas, tan solo dos veces, el país que salió primero ganó el festival, año 1976 y 1981, curiosamente, Reino Unido las dos. Mientras que el que actuó en segunda posición nunca se llevó el certamen en más de 65 años. Para que luego digan que un sorteo no marca la diferencia. Que, por cierto, antes era sorteo ahora todo lo hacen según les parece a los organizadores para en sus palabras » crear un balance» de canciones. El concurso no quiere que coincidan 4 baladas seguidas porque eso repercutiría en la audiencia. Eso en mi ciudad se llama manipulación.
Un sorteo debe ser puro y duro y si te ha tocado una mala posición será por casualidad, no por que una persona te asigne lo que le apetezca. Actúe donde actúe, estaremos orgullosos de esta artista cubana que representa a nuestro pueblo. ¡Vamos España!
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