Mis queridísimos hipotéticos lectores, de nuevo, aquí, dispuesta a dar los rodeos que me harán desembocar en algo que no quiero espetar bruscamente, que me resulta descorazonador pero que, sin duda, supone un alivio tener un espacio virtual -aunque cercano- donde volcar mi opinión, que es falible y que seréis vosotros, los mejores validadores.
Allá voy, con un salto propio de la era metaversica que me permite recrear al hombre de Atapuerca (hasta el euro, escribiría Fernando García de Cortázar y Ruiz de Aguirre). En realidad, pensaba en la mujer que, en aquella olvidada prehistoria, su sexo no daba lugar a disquisiciones de género. El hombre salía a cazar, la mujer no tardaría en manifestar su deseo de cazar también ya que quería saber de esa excitación que nunca había sentido… y así fue forzando los roles asignados de crianza de la prole, por otros caminos más satisfactorios por cuanto se la remuneraba, se la valoraba y se realizaba según sus deseos.
Sus derechos como persona no tardaron en plasmarse documentalmente, dando saltos de siglos, pasos efectivos, que traían aparejados el afrontamiento de dificultades, de los que no la podemos culpar, lo dice la carta de los derechos fundamentales de las personas. La prole, antes de su mano exclusivamente (dejemos descansar a papá, que hoy ha cazado mucho), al unirse ella a los cazadores, quedan en un segundo plano, no solo el concebirlos, sino el reducirlos en número. Los bebés, reposición generacional, son tan cotizados, que pasan a ser reyes que además se lo creen.
La mujer sigue cazando, porque logra autonomía, solvencia económica y aun cuando llega agotada a la cueva, no la espera precisamente el descanso. La guerrera no tiene reposo, porque ahí está al cuidado de sus menores y en muchos casos de sus mayores. Así que, cuando oye a Jorge Bucay esas frases que debieran ser motivadoras, lo manda mentalmente a ese sitio por donde amargan los pepinos. Quiérete a ti misma, concédete espacio para ti, cuida de tu aspecto, reúnete con amigas, búscate un entrenador personal, si quieres, puedes, eres lo que piensas… ¡Anda ya!
¿Para cuándo formar una familia? No tiene tiempo material para las cosas de la cueva. Porqué los seres vivos irracionales tiene tan claros sus roles y los racionales damos tumbos, ¿palos de ciego? Yo que soy del pleistoceno, por cronología pura y dura, os puedo asegurar que esto es objeto de debate y combate con el sexo opuesto, en tanto que, los estudios epidemiológicos ya nos decían hace unos 20 años que se veía venir una sociedad con una gran bajada de la natalidad con familias constituidas por mujeres solas con hijos a cargo. Por su voluntad más que por viudedad. Esto supone una carencia en las figuras de apego del niño. Oye, que se sale adelante. Claro, pero no es lo idóneo para el desarrollo correcto de su personalidad.
Ahora carezco de estudios que arrojen luz sobre la evolución de la sociedad. Mis augurios son inquietantes, por cuanto estamos en manos de un feminismo desencajado, dislocado y alejado de las reivindicaciones de igualdad de trato que es lo justo. Todo esto protagonizado por una ministra afectada por el virus de la competitividad y lucha contra el sexo contrario. Ministra untada con 71,600 millones de euros de dinero público. Cuando lees tan disparatadas actividades que se van a financiar a mí no solo se me caen los palos del sombrajo, si no la cara de vergüenza. Pero que más le dará esto al sanchismo. Lo único que le da es abrazarse y sujetarse a todos los enemigos de España.
Sé que un primo mío me diría que esto no es para nada nuevo. Es cierto, sí, ya llevamos dos años, pero sigo insistiendo en la urgente necesidad de dar el pasaporte a quién y del qué nada nuevo podemos esperar.
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