‘Pechotes’ reivindicativos

Señores, el feminismo me tiene hasta los ‘testiculoides’. La última ‘chorramangada’ nos la trajo hace unas semanas la Generalitat de Cataluña, cuando les dio por reivindicar que las mujeres tenían que ir en topless “para luchar contra la discriminación”. Desconozco si los de esta institución viven en el pleistoceno, o es que son tan limitados de mollera que piensan que los catalanes y, por ende, los españoles somos de la misma condición. Quienes quisieron apelar a esta chorrada, cómo no, fueron los del Departamento de (DES)Igualdad y Feminismos de la Generalitat. Raro es, por cierto, que esta campaña no la promoviera la ministra de la (DES)Igualdad que, al fin y al cabo, ambas cosas son lo mismo, chiringuitos que insultan la inteligencia de las mujeres, a la vez que degradan y demonizan a los hombres.

A los dirigentes que presiden Cataluña, más a los pelotillas y serviles socialistas que tienen la misma manera de pensar, les vamos a tener que recordar que, diariamente, a todas horas, los 365 días del año y las 24 horas del día, una mujer, dentro de recinto playero, puede despojarse de todas sus prendas si ella lo considera oportuno, incluso realizar lo que la Generalitat desde su departamento de (DES)Igualdad reivindica: el famoso topless.

Parece que todos estos elementos creen que vivimos en Marruecos, Iraq o Afganistán, lugares en los que las mujeres, desgraciadamente, son personas de segunda categoría y donde se pasan sus derechos por el Arco del Triunfo. Es allí donde hay que actuar, en países en los cuales el maltrato y la denigración de la mitad de la población está a la orden del día, lugares donde llegan al extremo de la lapidación con resultado de una muerte segura. Queridos progre-nazionalistas: en España, las mujeres gozan de todos los derechos y, por suerte, las tenemos tan inteligentes que no os compran vuestro discurso falsario y paternalista. En definitiva las tratáis como inferiores… ¡o hasta incluso como minusválidas!

De todas formas, los ignorantes de turno que acaban siendo los que dan credibilidad absoluta al mensaje de estos pinochos falso-igualitarios, son aquellos de su misma condición ideológica, aquellos que seguirán comprando su discurso por puro hooliganismo e ignorancia. Si tuviera que dividir mi opinión tanto sobre ellas como sobre ellos diría lo siguiente: en el caso de las mujeres, resultan ser unas pobres diablas mediocres e ingenuas, que no tienen la intención de descubrir la verdad, puesto que viven del victimismo constante para autoengañarse. En cuanto a ellos, me parecen unos auténticos analfaburros que no tienen la necesidad de investigar. También los considero unos pagafantas dispuestos a autodenominarse como feministas y a seguir sus dogmas con la intención de pillar cacho.

Precisamente todos estos políticos feministas de bolsillo, ‘enarboladores’ de la bandera del feminismo, que son a su vez odiadores del hombre, heterosexual y español, no se dan cuenta de que aquí el problema no está en el oriundo quien, salvo casos contados, tiende a ser respetuoso con la mujer, sino en aquellos cuya cultura las denigra. Deberían abrazar el dicho de “allá donde fueres, haz lo que vieres” y, sin embargo, acabamos viendo cómo, con el paso del tiempo, su cultura va imponiéndose a la nuestra, estando como está, por cierto, en las antípodas de la suya. Pero claro, vende más atacar al hombre nacional que ha sido educado en el cariño, el respeto, la admiración y la devoción por la mujer.

Si nos centramos en analizar la paradoja de los que gobiernan en Cataluña, racistas con el de aquí a la vez que ensalzan a los que no comen jamón, no deja de tener cierto sentido. Ir contra los integrantes de ‘la cultura de la paz’ sería sinónimo de ponerte en contra a Instituciones/chiringuitos que también se hacen llamar ONGs y que siempre justificarán las andanzas de aquellos malhechores. Por si esto fuera poco, les supondría una acumulación de etiquetas del tipo “racista”, “xenófobo” etcétera, tantas como pelos tiene en la cabeza Eva Longoria. El único nacionalista que sí tuvo la osadía de ser crítico con los de esa cultura años atrás fue el expolítico de CiU Josep Antoni Duran i Lleida que acabó debatiendo con una musulmana a causa del velo. ¡Ese sí que los tenía bien puestos y no los de la (DES)Igualdad de Cataluña o España!

Además, los de la Generalitat de Cataluña, junto a los de su ‘sección feminista’, queriendo o sin querer, lo que han conseguido con este tipo de campañas es retratarse. Pretenden que todas las mujeres hagan topless, olvidando que cada una cuenta con criterio propio, pudor, o una serie de complejos que, posiblemente, no quieran compartir ni exteriorizar. No sé vosotros, pero yo veo la campaña del departamento de (DES)Igualdad de la Generalitat como una manera de coacción a la mujer que no quiera mostrar sus senos en una playa. Seguro que ni los nacionalistas ni tampoco los socialcomunistas tendrían la osadía de acudir a centros musulmanes a pedirles a las mujeres que saquen sus ‘pechotes’ a relucir en recintos playeros… ni tampoco a proponérselo delante de sus maridos. Ellos que son tan amantes del progresismo y de la alianza de civilizaciones.

En definitiva, todas las campañas que han realizado, tanto los de ‘Igualdad’ de Cataluña como las de ámbito nacional, comandadas por Irene Montero, me parecen un bodrio y un insulto a la inteligencia de todes, perdón, de todos. Todo aquel Ministerio, Secretaría o departamento que liquide un pastizal a costa de engañar a parte de la población, si de mí dependiera, quedaría eliminado, por el bien de nuestra economía y también por el de España.

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