Hoy se ha hecho eco en Twitter una de esas noticias de las que sólo encontrarás referencias mediante las fuentes no controladas por el establishment. Estas suelen generar gran controversia. No abrirá los informativos, tampoco portadas en medios oficialistas. Cosa que se debe, en nuestro caso, en España en base a que el Cuarto Poder está tan corrompido como la política o más incluso. Tal y como dice el viejo refranero español: quien quiera peces, que se moje el culo.
La noticia en cuestión trata sobre una declaración que se ha llevado al Parlamento Europeo por un importante directivo de Pfizer. Según las declaraciones de la citada empresa en las que las ‘vacunas’ son protagonistas, no hubo ensayo en humanos que avalase que previniera sobre el contagio. Ahora cito varias fuentes externas que prueban que mintieron deliberadamente para enriquecerse con sus productos. Distintos medios de comunicación, meses atrás titulaban en sus tabloides titulares del tipo «Pfizer anuncia que su vacuna evita más del 90% de los contagios». «La vacuna Pfizer contra la covid evita el 90% de los contagios» o incluso otro ejemplo lo podemos encontrar en «Las vacunas de Pfizer y Moderna previenen el contagio de Covid en un 90%.
Queda patente que existe un mensaje homogéneo dentro de los medios filtrado interesadamente por parte del Departamento de Comunicación de Pfizer al mundo entero. Con estos datos, muchos podrían llegar a creer que la vacuna contra la Covid podía ser una solución segura para controlar la pandemia, sin embargo, tras las primeras vacunaciones a la sociedad civil, el aparato propagandístico hacía aguas. Los contagios continuaban creciendo y es cuando los mal llamados «negacionistas» comenzaron a denunciar públicamente que esas vacunas no prevenían el contagio e incluso que podían ser peligrosas para la salud.
A partir de ahí, para ser exactos en el año 2021, fue un aquelarre de persecución a todos aquellos que libremente decidieron no vacunarse. Se les tachó de insolidarios, de egoístas, de peligrosos, de psicópatas y de dementes por negarse a inocular tal terapia génica experimental. Lo cierto es que vacunarse o no es una decisión legítima, en cambio, todos los derechos civiles que se pisotearon durante aquellos meses sólo tienen feos precedentes en los holocaustos y las persecuciones fundamentadas por motivos étnicos o religiosos de épocas felizmente pasadas.
¿Recuerdas cuando te exigían el pasaporte COVID para poder entrar en determinados sitios? ¿Recuerdas cuando el Gobierno decretó carta blanca para que te confinaran y te encerraran en tu taifa sin poder ver a tu familia y amigos? ¿Recuerdas cuando el Gobierno financiaba con suculentas subvenciones públicas a medios paniaguados que traían a tertulianos y bocazas a humillar a los no vacunados y a difundir mensajes de odio?¿Recuerdas cuando Risto Mejide decía que había que darte dos hostias o a Revilla diciendo que había que vacunarte por lo militar? ¿Recuerdas cómo la sociedad te regó con todo su odio, miseria y su mala baba para culparte a ti de los problemas del mundo por tomar una decisión legítima? Sí, se comportaron como auténticos nazis, como cuando estos cargaban contra los judíos de manera injusta y totalitaria. De igual modo que auténticos asesinos bolcheviques adalides del Terror Rojo.
El lunes, en el Parlamento Europeo, alguien por fin ha tenido la decencia de reconocer que todo fue una gran mentira. Las víctimas del engaño somos todos, pero algunos, además, hemos sufrido las iras de una sociedad enferma cuya delgada línea entre el respeto y la psicopatía pasa por endosar miedo día tras día hasta hacerles partícipes de un circo. ¿Quién piensa restituir el honor e indemnizar a las víctimas del CIRCOVID por los horrores y las persecuciones que hemos sufrido a manos de una sociedad temerosa, ignorante y capaz de odiar a su amigo o a su vecino sólo porque un pánfilo socialdemócrata con aires a liberado sindical ha dicho por la televisión que nosotros éramos la amenaza?
¿Dónde está ese comité de expertos que avaló sin cuestionar en algún momento las mentiras que desde Pfizer se estaban orquestando para aprovechar una pandemia mundial para enriquecerse de la forma menos ética posible y sabiendo que estaban experimentando con millones de ciudadanos de todo el mundo? No quiero terminar este artículo sin referirme a la noticia en cuestión en la que Rob Roos anuncia tal acontecimiento o en la que la periodista Beatriz Talegón la desarrolla en español.
Nadie nos va a pedir perdón. Un saludo