
Cuenta la leyenda que en estos días la frase “hace un calor que te torras” resuena más en España que los versículos de la Biblia en plena catequesis. Por las mañanas, el Sol calienta en todo su esplendor a la vez que ilumina nuestras calles. Al llegar la tarde, más de lo mismo, pero con una intensidad aún más despiadada. ¿Y qué decir de la noche? La Luna como si quisiera vengarse por no haber irrumpido antes, tiene los santos federicos de establecer la temperatura por encima de los 25 grados Celsius.
Si es que, viviendo en la zona norte, hay momentos en los que me autopercibo madrileño o incluso de Córdoba capital. Me sudan desde la cabeza hasta la hueverica. Con tanta sudada, durante tantas horas, a uno le dan ganas de hacerse un topless de esos, aunque lamentablemente el mío no da para portadas al más puro estilo de la extinta Interviú. Tampoco para ofrecerme a productoras de cine para adultos porque, a pesar de tener medida de estar dotado, no llego al nivel “súper”.
De todas formas, es un verdadero placer recorrer las calles de España y contemplar cómo las mozas bien agraciadas lucen sus canales… ninguno el de La Mancha y tampoco me refiero a los de televisión. Reconozco que no soy de cambiar constantemente de canal, ¡soy antizapping absoluto por la gracia de Dios y los melones de Villaconejos!
Eso sí, en confianza os diré que esto del cambio climático resulta sensacional… porque a los hombres españoles nos levanta el… ¡ánimo! No seáis mal pensados. Las cochinadas made in Spain se las dejo al articulista Jonko Blanco, porque Gervasio, alias Gervi, para los amigos, está aquí para haceros reír. Aunque tampoco me cierro a otras cosas si quien se ofrece a ello es mujer. ¡Es lo que tiene ser heterosexual y single!
Y para concluir, amigos de Minuto Crucial, un Gervi-consejo: en verano, todos, todas y todes, sin sujetador; tanto las mujeres agraciadas como las del mundo de los Elfos, y también aquellos hombres feministas como fetichistas. ¡Todos debemos gozar del placer de quitarnos ese accesorio femenino, porque si en primavera la sangre altera, en verano no malgastéis vuestro topless en vano!

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