El gran océano que cruzar: los ahorros de la juventud

Los ideales estandarizados de la juventud es tener activos que a en un tiempo provechoso generen rendimientos capitalizables, los cuales sean base para su aprovechamiento cuando nos encontremos en edad avanzada, no solo la adquisición de bienes inmuebles sino también un ahorro garantizado, ya sea un seguro de vida, una pensión, un fondo de retiro, entre otros. De manera generacional, difícilmente se tiene la cultura de la prevención, visualizar a largo plazo cuales necesidades debemos tener cubiertas tras un incidente fortuito en el futuro o simplemente para tener estabilidad en cuando lleguemos a la tercera edad.

La densidad de población en la ciudad es uno de los factores que ha afectado la oferta y demanda en temas de la adquisición de un bien inmuebles; por lo que eleva drásticamente el costo, hasta un doscientos porciento a comparación de una generación anterior tras un comparativo con 15 años de distancia.  En temas de ahorro es necesario ubicarnos en la raíz y uno de los grandes retos que sigue aquejando al país es el la estabilidad y seguridad en el empleo formal juvenil, siendo lo más viable el sector informal como alternativa al contexto de crisis.

Por generación y costumbre, para los jóvenes en México es un reto el acceso a la educación superior, ya que a comparación con otros países con datos estadísticos de la OCDE, México se ubica constantemente en lugares por países debajo de la media, siendo uno de los objetivos a alcanzar por los gobiernos estatales, cuya ideología para alcanzar este objetivo se ve muy marcada  por los jóvenes partiendo de la premisa  de que a mayor nivel educativo más accesibilidad directa al empleo y aunada a ella la idea que entre más estudios mayor es el ingreso económico.

El sistema educación superior es una de la líneas terminales por las que este semillero de profesionistas que se siguen instruyendo a profesiones técnicas u operativas  y de servicios, siendo así que es indispensable innovación de plataformas educativas enfocadas a una nueva visión de emprendimiento  porque las el sistema de educación superior solamente se limita a crear profesionistas para canalizar como popularmente se dice “una fábrica de títulos”, instruyendo profesionistas autómatas cargados de información  sin herramientas para la innovación y transformación social de su entorno; siendo estos cambios meritorios para que el país llegue a ser una potencia mundial, la generación de más empleos y generar mayor crecimiento económico porcentual en el país;  porque más de la mitad del Producto Interno Bruto de México se concentra en los servicios, mientras que la industria supera una cuarta parte en términos estadísticos, de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y empleo.

El sector de la industria manufacturera que representa un octavo del producto interno bruto, intrínsecamente limita a favorecer condiciones labores que per se puedan fomentar nuevas plataformas de empleo, como lo es el campo de la investigación en la creación de proyectos. Y esta es la deficiencia en los mercados de trabajo latinoamericanos que una vez que los jóvenes se insertan a mercados de industria con estas características de ejecución de procesos por manejo y ejecución de información rutinaria, se desestabiliza la potencialidad de innovación intelectual para el emprendimiento y cambio social.         

¿A qué nos queremos “dedicar” los jóvenes? Esta es la pregunta sustancial porque el sistema económico en el que nos encontramos inmersos apunta que no se puede elegir desde las expectativas y logros individuales sino por el contexto económico- social en el que se vive a diario.

A los jóvenes mexicanos el Estado debe garantizar plataformas por la cuales no solo garanticen la no precariedad favoreciendo la seguridad laboral con prestaciones laborales, como derechos innatos de un trabajador, si no que se deben de garantizar los elementos mínimos para potencializar todas las capacidades. Es un tema en transición porque el lastre la corrupción y del narcotráfico son puntos de quiebre para que los que se encuentran en las filas de los que ingresan al campo laboral.

Aunado a ello, a la falta de una cultura preventiva y de cultura financiera, desafortunadamente se sigue gobernando a través de la premisa del Estado paternalista de otorgar becas para beneficiar a los que no estudian ni trabajan, siendo esto, en lo personal una idea deplorable porque este programa que se implemento en el país es un paliativo para el lastre que no se ha podido corregir, siendo este el desempleo juvenil. Es menester apostar en la educación financiera, seguir promoviendo la cultura de la prevención a través de concientizar los temas de sistemas de ahorro para el retiro, siendo etas herramientas que orientan la ubicación

Tras la situación actual de que aún no se tiene asegurado un primer piso como lo es la seguridad en el empleo, porque entre más años la juventud permanezca en empleos informales, sin ingresos fijos, ni prestaciones sociales, será más complicado erradicar la brecha de desigualdad al acceso de derechos en temas laborales y de seguridad social, siendo un momento crucial en que debemos como jóvenes accionar en la agenda pública y gubernamental para ser escuchados, principalmente por la gran brecha de oportunidades que se tiene, el cual deba encontrarse para goce y disfrute de nuestro catálogo de derechos: la estabilidad en el empleo y la inclusión financiera.

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