Camino de la Edad de Piedra

Desde estas líneas quiero reconocer el enorme mérito de tantos oligarcas, políticos y periodistas por el engaño masivo más grande de la Historia. Y es que la Agenda 2030 y sus malignos servidores han conseguido subyugar milenios enteros de impulso y asentamiento de costumbres, tradiciones, principios y valores occidentales en apenas unos pocos años. Al menos entre una parte de la población europea y estadounidense. Y es que, gracias a Dios, todavía quedamos disidentes. Y no pocos. O, al menos, menos de los que ellos quisieran.

Ese llamativo círculo de colorines, ese grillete mortal que amenaza con envolver y asfixiar naciones enteras, es hoy nuestra más dura amenaza. Ha impregnado tratados internacionales y leyes nacionales, medios de comunicación de masas e, incluso, internet. Todo lo arrasa a su paso. Representa el “progreso” que nos devolverá a la humanidad a la Edad de Piedra. Porque la “lucha contra el cambio climático” únicamente puede traducirse como un recorte absoluto de la capacidad energética de los principales países del mundo, de occidente -no afectando, sospechosamente, ni a Asia ni a África-.

Y España es el claro ejemplo de ello. Desde Zapatero hasta Sánchez, pasando por el pusilánime Rajoy, se viene desmantelando sistemáticamente cualquier posibilidad de autosuficiencia energética de nuestra Patria. Cierre de nucleares y de la industria del carbón, negativa a explotar nuestras reservas de petróleo y gas natural, etc. Y ahora vamos a pagar las consecuencias de la forma más cruel posible: miseria energética en pleno invierno. Los españoles deberemos asumir que las familias pasarán frío este invierno. Y el siguiente. Y el siguiente. Y lo seguirán sufriendo hasta que dejemos a un lado el “ecoterrorismo” que impera en las altas esferas y entendamos que no hay nada, absolutamente nada, que justifique el maltrato continuo a los españoles de a pie. Y mucho menos el dicho relato climático que dice que es el currante español, europeo y occidental el que tiene la culpa de los huracanes, los diluvios e incluso de las erupciones volcánicas a lo largo y ancho del mundo. Sus pines de la Agenda 2030 no lograrán tapar la maldad que guardan ni la miseria que esperan repartir entre nosotros.

Lo dicho. Este invierno habrá gente que muera de frío y estos malnacidos le echarán la culpa a la “huella de carbono”. No serán capaces de reconocer que sus políticas de suicidio energético son las únicas culpables de que afrontemos los meses más duros del año sin defensa alguna. Estamos abocados a la decadencia si no logramos entender como sociedad que con cada votación decidimos el modelo de futuro que queremos. Y hay muchas vidas en juego.

Desde Vox, nos quedamos solos en la férrea defensa de la construcción de centrales nucleares para el abastecimiento energético de España. Y el resto de formaciones sometidos al globalismo han decidido por consenso que no somos más que unos locos que quieren ver el mundo arder. Pues o Macron se ha afiliado al partido de Abascal o parece haber entendido que Europa se la juega. Y es que ya han impulsado la construcción masiva de nucleares a la vista de la enorme -y casi total- dependencia energética de terceros estados. Pero es que, es más, mientras que en occidente nos rasgamos las vestiduras y nos apostamos el futuro de millones de personas para ver quién es “más verde”, China disfruta de una total libertad para aumentar la producción energética con base en el carbón. Si nos callamos un poco podremos oír las carcajadas del Partido Comunista Chino. Deben pensar que los occidentales somos imbéciles. Y a la vista de a quienes ponemos mandato tras mandato en nuestros puestos de gobierno, algo de razón hay que darles.

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*