¡Ya tenemos cortina de humo de la semana! De los sobres con balas y la navajita ensangrentada, llega el CNI controlado por el Gobierno espiando al propio Gobierno, victimizándose para que los independentistas no se sientan tan solos. Mortadelo y Filemón al rescate, Antonio espiando a Sánchez y Ofelia a Margarita Robles, no me quiero ni imaginar el suplicio que habrá tenido que soportar el Doctor Bacterio descifrando las llamadas de María Jesús Montero, de las escuchas a Marlaska o Iceta, de haberse sucedido, mejor ni hablemos.
El meme que hace olvidarnos del ingreso de la ETA en el CNI la semana pasada, de las encuestas para las elecciones andaluzas y madrileñas y de los actos de la Comunidad de Madrid de esta semana. Bendito Pegasus, ya es casualidad que de producirse hace un año el pinchazo en el móvil al presidente del Gobierno por parte del CNI, salga casualmente ahora coincidiendo con el espionaje a los separatistas, con unas elecciones al frente y con un PSOE en caída libre en las encuestas.
Pero no seamos malpensados hombre y apelemos a la posibilidad de sucederse tales hechos apelando a su inutilidad como dirigentes obviando la invención. Partamos de esa premisa; si el móvil de Sánchez ha sido realmente espiado por Marruecos, demuestra que son unos auténticos incompetentes no garantizando en absoluto la más mínima seguridad nacional de los ciudadanos que residimos en el país. ¡Cómo puede haber sido Marruecos el que utilizó Pegasus para espiar a Sánchez y no Franco o Putin!
Se bajan los pantalones entregándoles el Sáhara, Canarias, Ceuta, Melilla y tragando con miles de ilegales que sueltan al mes como chantaje, para que encima los espíen. ¿Qué será aquello que tiene el PSOE con Marruecos que siempre que gobierna los tiene cogidos por la entrepierna? Nada nuevo que no sepamos pero que sea públicamente difícil de revelar. Lo que sí que es seguro es que 47 millones de españoles no debemos de tragar con tal extorsión y humillación internacional por los juegos sucios que tiene cierto partido político cada vez que llega al poder, no nos merecemos tal desprecio.
Personalmente, casi que prefiero que tales hechos pudiesen llegar a haberse producido que imaginar la frivolidad que hay que tener para jugar con amenazas y espionajes cada vez que se acerca una campaña electoral para subir en intención de voto, cuando en este país durante más de 30 años en estas tierras vascas las amenazas, las balas y las extorsiones distaban mucho de la ficción. Es lo que tiene convertirse en gobernante perpetuándose en el poder haciendo de la mentira bandera, la credibilidad es nula.
Pero queridos lectores, aunque los hechos fueran ciertos esperar un año para sacarlos a la luz haciéndolos coincidir con el espionaje a los golpistas hace de nuevo evidenciar el intento de perdón a los que sustentan tal gobierno. La debilidad es notoria, asistimos a los últimos coletazos de Sánchez como dirigente, está acabado, Podemos y sus socios no le creen, las encuestas van en su contra y sus ministros se señalan entre sí.
Resumiendo, un felón que se dedicó a investigar a unos delincuentes golpistas para finalmente terminar indultándolos a cambio de su apoyo y un traidor conocedor de haber sido espiado por Marruecos que no reveló el espionaje hasta años después, de manera ridícula, para hacerse perdonar por los mismos indultados. Con fácil arreglo eso sí, dejando caer a la directora del CNI, funcionaria de carrera, con tal de continuar en el poder. Un personaje indigno, digno de estudio.
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