¡Los progres, al ataque!

La semana pasada hablé sobre la Biblia y también sobre una fecha simbólica en mi país República Dominicana. Cada 27 de septiembre, como bien transmití en la anterior ocasión celebramos el Día Nacional de la Biblia. Este acontecimiento está estipulado en la Ley 204-83 de mi país.

En esta fecha señalada, la izquierda siempre carga contra este Símbolo que es la Biblia cada vez que se cita. En estas fechas, tanto las iglesias católicas como las evangélicas hacen actividades conmemorativas para exaltar la contribución de la Biblia. Mi país cuenta con un 88,7% de confesos cristianos según el último censo. De hecho, yo misma que soy cristiana confesa, publiqué un hilo en Twitter además del artículo de la semana pasada y no se imaginan la de comentarios hostiles que recibí por parte del zurdaje dominicano.

Entre las actividades que se realizaron la pasada semana caben destacar las llevadas a cabo por los gremios que agrupan un gran número de concilios evangélicos pentecostales solicitando al Ministerio de Educación a modo de sugerencia que se incluyera el currículo escolar, una vez a la semana, en formación de valores basados en la Biblia. Fue en ese instante cuando salieron los progres del patio a inmolarse como talibanes diciendo que es “peligroso” que se enseñe la Biblia en la educación pública e incluso, algunos, se fueron más lejos apelando a la separación de Iglesia y Estado obviando que República Dominicana es un estado confesional. Dicho de otra manera, nuestro país que es de religión católica , aunque garantiza libertad de cultos por medio del artículo 45 de nuestra Constitución.

En fin, estos mismos que se indignan cada vez que se menciona la sencilla instrucción de que se lea un versículo bíblico, luego de izar la bandera o que se dé media hora de clases de religión, lo critican a la vez que no recuerdan que nuestra carta magna establece en su artículo 63 que los padres tienen la potestad de decidir si quieren o no que se les lea a sus hijos este libro en un plantel escolar. También la “Ley General de Educación, en su capítulo IV del artículo 22 establece que “los padres tienen el derecho a que sus hijos reciban educación moral y religiosa que estén de acuerdo con sus propias convicciones”. En el artículo 24 también señalan que, si la enseñanza moral y la religiosa no es conforme a los valores de estos, dichos padres pueden hacerlo saber al centro escolar por escrito, en el caso de la educación pública.

Los “ofendiditos” que se molestan sin razón porque se pida leer la Biblia dentro de las escuelas, son los mismos que se callan ante la inminente implementación del sistema de adoctrinamiento de la ideología de género denominada como Educación Sexual Integral (ESI), que se está coordinando por el Consejo de la Niñez y el Gabinete de la Niñez desde el mes de agosto del año en curso. ¡Sí, ESI!, ese programa en el que se enseña a los niños y adolescentes a ser promiscuos, a estimularse sexualmente desde los 2-3 años, en el que también se considera el aborto como un “derecho sexual reproductivo” y a que puedes ser mujer y tener pene o ser hombre y tener vulva. Esto sí que no les indigna a los justicieros sociales del patio de la República Dominicana.

Está más que claro que los de izquierdas han botado los censores de la coherencia al valorar como dañina la lectura de un libro que, independientemente de que se sea o no creyente, ha aportado valores universales de civismo y convivencia sana a nuestra sociedad desde que se fundó bajo la base de los mismos. En resumidas cuentas, nada de qué sorprenderemos , esto solo son las típicas pataletas que hacen los progres dominicanos actuando como lo que son: Progres.

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