La nociva y tóxica lucha de sexos

Feminismo: doctrina y movimiento social que reclama y reivindica para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres en exclusividad, esta es la definición de feminismo según la RAE.

Movimiento feminista: Movimiento social y político que reivindica la emancipación de la mujer, su liberación y su igualación en derechos, es un concepto historiográfico, sociológico, antropológico y derivado de las ciencias sociales que hace referencia al proceso histórico por el cual las mujeres han reivindicado la igualdad legal, política económica y social, familiar y personal que tradicionalmente se las había negado.

Su historia se remonta a la época de la revolución francesa de 1789 y posteriormente con los estudios y discursos de Olympe de Gouges primer exponente de dicho movimiento a finales del siglo XVIII concretamente en 1791. Ahora bien ¿La deriva de este movimiento se corresponde a dicha reivindicación histórica en términos culturales, políticos, económicos, de emancipación, etc?

Queda claro que existe desigualdad en muchos ámbitos, como el laboral, aunque el concepto de brecha salarial actualmente es discutido y discutible, también en el plano social, de independencia, tanto económica como de vida personal… Hoy en día asistimos a una desvirtuación de dicho movimiento con un discurso antagónico que llega a estar fuera de tiempo, época y contexto, donde en muchas ocasiones se criminaliza al varón y hasta se proclama su reeducación.

Por otro lado, actualmente -y malamente-, se tilda al varón de potencial culpable de acoso, maltrato, de intento de superioridad ante la mujer. También de represión contra ella exclusivamente por serlo. Solo por el hecho de ser varones, ya somos así, estigmatizados por todo un género y culpabilizándonos a todos los hombres sin excepción, cuando la culpabilidad de un sujeto se corresponde con otro tipo de variables que dependen de su condición y no del sexo al que pertenezca este.

Las mismas asociaciones que se hacen eco de que hay que hacer hincapié de la campaña contra el maltrato femenino -de la que yo estoy de acuerdo- pero no del enfoque, ni del direccionamiento de ello, las que hacen tanto hincapié en dicha campaña necesaria pero mal enfocada luego se rasgan las vestiduras cuando se piden aumento de penas para los maltratadores, cuando se piden sanciones más contundentes y más duras hacia ellos, hacia maltratadores y delincuentes, hacia esos seres mezquinos que maltratan a sus mujeres, novias o parejas. Pero, al fin y al cabo, individuos maltratadores que no hombres maltratadores como se quiere estigmatizar por parte de algunos y algunas y hace una nefasta aportación a nuestra convivencia y a nuestra sociedad y estado de derecho.

El hombre no mata, mata un asesino, el hombre no humilla, humilla una mala persona, el hombre no golpea, golpea un abusador, así nos entendemos mejor. Así si no estigmatizamos y no colocamos el adjetivo calificativo a todos los hombres, podremos aportar los medios, la organización y la concordia y el acuerdo necesario para paliar esta plaga del maltrato. Pero si además de lo mencionado anteriormente se propone por parte de la mayoría de los partidos de izquierda una laxitud del código penal, y una rebaja de penas haciendo una justifica más blanda, no afrontaremos el problema de raíz y por mucha propaganda mediática que se haga no parará este nefasto problema.

Cabe destacar además sobre este asunto de actualidad el tema también de la propaganda contra la natalidad femenina por parte de algunos medios. Una propaganda demagógica cuyos exponentes son algunas actrices como por ejemplo Cristina Pedroche, la misma que dijo que no sería presa de “las cadenas de la maternidad” y que es una mujer libre. Libres somos todos y sois todas de poder elegir si queréis o no ser madres, pero cabe resaltar de una comunicadora que destaca por su físico por encima de sus cualidades profesionales el cinismo de autoproclamarse como libre que no acabe considerándose presa de nada cuando ella tiene la necesidad imperiosa de exhibir su físico para ser noticia o trending topic. La Pedroche es presa de su físico y de su exhibición para lograr su objetivo de propaganda y éxito mediático, resulta paradójico que se proclame como paradigma de la libertad una famosa presa de la muestra de sus atributos como medio de éxito, ¿no creéis?

La demonización de la maternidad por parte de algunos medios y propaganda aflora un sentimiento de falsa rebeldía y de “libertad” que no es tal, ya que la libertad de elección, de asociación, de empresa, y de expresión son valores fundamentales en cualquier estado de derecho que se preste y nadie es mejor que nadie por elegir un camino u otro. Respetemos en valores de tolerancia, de respeto, valores democráticos, pero no estigmaticemos ni enfrentemos porque el objetivo es la división y el enfrentamiento, el objetivo es la utilización de esta lucha son fines partidistas, conmigo no cuenten. Igualdad sí, tolerancia también, respeto, colaboración, conciencia también ¡Viva las mujeres y los hombres libres e iguales!

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