Un balance de situación

El Gobierno de España se va de vacaciones mientras nuestro país camina hacia la absoluta deriva en todos los parámetros existentes. La historia de nuestro país es tan impresionante que asistir al teatro de las atrocidades sistemáticas de este Gobierno se vuelve una cuestión inexplicable para cualquier persona que tenga la certeza de que, el futuro cambiará, el día que los españoles tengamos la oportunidad de alzar nuestra voz, caminando hacia las urnas para cambiar a un capitán de barco desaparecido en combate por otro, que realmente, quiere recuperar el esplendor de esta gran tierra. Debo decir que me duele mucho España.

Tenemos un Gobierno que no piensa en los ciudadanos salvo para una sola cosa, pagar los impuestos que a ellos le sufragan sus propios chiringuitos. Prefieren asfixiar a golpe de impuestos antes que aligerar la situación con una bajada masiva de los mismos. Los dos partidos que conforman el Ejecutivo más numeroso de nuestra historia viven enfrascados en su labor política y no en la institucional. Mientras, ellos piensan en decir una tontería más grande que la anterior para así, mantener distraídos a los españoles, la economía, los puestos de trabajo o el Estado del Bienestar, se desploman.

Cabe destacar las declaraciones de la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, las cuales se me quedaron clavadas como un puñal al decir que en el Ministerio de Igualdad trabajaban siguiendo una hoja de ruta concreta, «Y por eso tenemos la diarrea legislativa que tenemos, no vaya a ser que mañana se acabe». Señora Rodríguez, ¿Ustedes legislan para las mujeres o simplemente, para llenarse los bolsillos a costa del trabajo y sufrimiento de los ciudadanos de este país?

Tanto en Unidas Podemos como en el Partido Socialista o podría afirmar que éste último es la plataforma electoral de Pedro Sánchez, saben que por mucho que lo intenten, los españoles están despertando del mal sueño que supone tener a estos tiranos usurpando y manipulando a la población desde las instituciones del Estado. Hay temor en ambas formaciones políticas, el temor del que sabe de antemano que será el perdedor.  No les saldrá gratis pactar con asesinos, blanquear el sufrimiento de la sociedad durante los años que ETA estuvo matando, indultar a los golpistas o sentarse en una falsa «mesa de diálogo» con quienes pretenden destruir la unidad nacional por intereses electorales. 

La ciudadanía tiene ilusión por una nueva alternativa. Un nuevo comienzo donde el próximo presidente del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, ponga sus problemas en el centro, para así, crear legislación que brinde las soluciones más rápidas posibles para los problemas reales. El cambio de paradigma político es imparable y, por esta razón, el Gobierno está más centrado en hacer oposición que en su labor como órgano colegiado responsable de las competencias estatales. 

Recuerdo como el jueves pasado, en un acto en las maravillosas bodegas jerezanas, la secretaria General del Partido Popular, Cuca Gamarra, afirmaba que un político al despertarse cada mañana debía pensar en qué hacer para que su país mejorase. En ese momento, una ola de ilusión inundó la sala. No me cabe la menor duda, que esa misma ilusión se trasladará a todo el país el día, el tan ansiado día en el que podamos ejercer nuestro derecho al voto. Los españoles son espectadores de la pantomima de este Gobierno, donde todos se lanzan puñales a la vez que sonrisas envenenadas cargadas de rencor.

Despertar de este mal sueño es posible. Salgamos a la calle sabiendo que podemos cambiar el rumbo de la situación. Si remamos juntos, alcanzaremos la meta mucho antes porque España, se merece un Gobierno a la altura de sus grandes circunstancias. El constitucionalismo y la democracia vencerán y, con ello, los españoles. La situación cambiará, el país mejorará y España, avanzará.

Carmen Trigán