¡Pagad, malditos!

Cuanto más incompetente es un gobierno, mayores impuestos hace recaer sobre la gente a la que dice gobernar. Es por ello, que hemos pasado de no pagar casi impuestos en la época de Franco, a que España sea hoy en día un infierno fiscal que hace que te replantees la posibilidad de abandonar el país buscando cobijo en un sitio más amable para vivir.

Huelga decir que el mantra “es gratis” recorre los cerebros zombies de apesebrados e ignorantes, sin los cuales, sin sus votos, los gobiernos criminales no se darían. Por tanto, urge explicar que nada es gratis. Para que tú disfrutes de algo a otro se lo han quitado o robado, como mejor se entienda, del fruto de su trabajo.

Evidentemente, mi anarquía no llega al extremo de decir que aquellos servicios necesarios no sean financiados por todos nosotros, pero de ahí a pagar ya casi hasta por respirar, va un abismo. Máximo cuando ves, que lo que te quitan vía impuestos es utilizado de forma fraudulenta para pagar a un mastodóntico Estado, a sus furcias mediáticas, a vagos y maleantes. La rabia se convierte en impotencia, atrapados, en inmensas redes de corrupción que necesitan de nuestro dinero para seguir respirando. Lo inaudito es el silencio, la nula rebeldía de un pueblo que ha dejado de sentir, para simplemente sobrevivir, sin más ilusión que, todos paguen y así todos pobres.

Gobernados por gente de la peor ralea, muy justos de neuronas, pero de manos bien largas, nos vemos arrastrados a la ruina, viendo como el patrimonio de ellos crece y crece a costa de nosotros, mientras el nuestro disminuye. Esta situación la podemos encontrar en el caso de las herencias, muchas de ellas perdidas y que acaban en manos de políticos carroñeros, que venden luego al mejor postor. Esa pasividad que nos domina, cuando nos saquean a golpe de ley amoral, es la que nos convertirá, si no lo somos ya, en un pueblo gris, triste, de personajes oscuros y anodinos.

Si el propio Gobierno no respeta la propiedad privada, al contrario, mira hacia otro lado ¿qué debemos hacer nosotros los oprimidos? Sin duda, desobediencia civil, dejar de pagar, quitar oxígeno al monstruo para que muera ahogado en sus babas. Ojalá tuviéramos aún el coraje de nuestros antepasados, gente aguerrida capaz de hacer caer al Rey o al Papa, pero no es así. Aquellos tiempos no volverán, seamos realistas.

Si nadie pone freno a la codicia del presidente del Gobierno y a sus secuaces, un día nos encontraremos en la calle con una mano delante y otra detrás. Muy pocos vivirán con auténticos lujos, protegidos por un ejército de guardaespaldas. Parece ciencia ficción, pero no lo es, hablo de la España actual tan distinta que no la conoce, ni la madre que la parió ¿verdad, señor Guerra?

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2 Comments

  1. ¡Glorioso @⁨AMPARO BLAY ALABARTA⁩ !
    Preguntado acerca de qué le diría a un hombre sangrando, herido de muerte, con el pecho abierto, y el mundo a sus hombros, Francisco D’Anconia, en La Rebelión de Atlas*, contestó, escueto: «¡Qué se rebele!

    Los impuestos en sí son inmorales.
    Ayn Rand habla de «contribuciones limitadas» para pagar gobierno mínimo, Policía, Jueces, Defensa y Diplomacia. ¡Y sanseacabó!

    Lo intrincado del asunto es que en España son demasiados los grupos organizados que parcial o totalmente viven del sistema corrupto de intercambio de favores instaurado después de la desaparición del gobierno de Franco. Es un cáncer que ha hecho una metástasis de alcance asombroso, y toca incluso a los «empresarios», que también están pringados por la untuosa maloliente de la cloaca altruista del Estado.
    Los ciudadanos son meros animales de explotación y sacrificio, siguiendo el maléfico mandato kantiano del «deber social » sólo exacerbado por el comunismo ideológico y su predicamento mansa y ampliamente aceptado en nuestra sociedad sin apenas refutación… todos nos comemos a todos, así reza el credo caníbal del altruismo y el anti egoísmo… con semejante ideología anti hombre, la extinción de la especie es cuestión de tiempo!

    *La Rebelión de Atlas debería ser una novela de OBLIGADA lectura en las escuelas secundarias… ¿algún ministro de educación de un gobierno de derechas, del PP o de VOX, que se atreva a introducirla? Bueno, … no sé yo.

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