La manada de Galapagar

En el año 2016 se acuñó el término “manada” a un grupo de violadores que en la fiesta de los San Fermines violaron a una joven. Justo ese mismo año, durante las fiestas de Nochevieja en Alemania se registraron más de 500 denuncias con un resultado final de 58 detenidos. No fue fácil conocer, debido a ese silencio mediático progre, que los grupos organizados para violar durante esa noche eran grupo de magrebíes perfectamente organizados. Bajo el pretexto de “no estigmatizar”, ese dato intentó ocultarse por el gobierno alemán. Pero éstas no son las únicas manadas de las que debemos proteger a nuestros hijos.

Hemos sido testigo de cómo en Gran Bretaña un famoso presentador de televisión como Jimmy Savile abusó al menos de 214 personas, también niños entre sus víctimas. Que se sepa su víctima más joven tenía 8 años. En EEUU tenemos también uno de los casos más complejos de abusos a menores con Jeffrey Epstein, quien poseía un amplio abanico de amistades bien posicionadas como los presidentes de EEUU Bill Clinton o Donald Trump e incluso el Príncipe Andrés de Inglaterra.

Aquí, en nuestro país, hemos asistido a la condena en firme del exmarido de la vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Mónica Oltra, investigada por la justicia por ocultar las prácticas de su marido. En lo que debería haber sido uno de los mayores escándalos sexuales de nuestra democracia, los medios de comunicación han tratado el tema muy de soslayo y a los grupos feministas subvencionados de este país, no se les ha visto con sus coreografías ocupando las plazas.

Teresa, la joven víctima del exmarido de Oltra, que tan solo tenía 14 años cuando ocurrieron los hechos, sigue defendiéndose de la persecución de las instituciones valencianas que no descansan en tomar represalias contra la joven, y todo por el mero hecho de atreverse a denunciar los abusos reiterados del exmarido de la exvicepresidenta de la comunidad valenciana, con la complicidad de quien debía velar por su seguridad como niña tutelada que era.

A esta chica la persiguen por denunciar que fue víctima de abusos. Tanto a Teresa como a su familia. Hasta el punto de ser la única despedida del hospital donde trabajaba por un reajuste de plantilla. Y, ante esta situación, digna de un thriller, nos encontramos a la dama de Galapagar, haciendo apología de la pederastia y abogando que cualquier niño puede consentir mantener relaciones del tipo que quiera si es de forma voluntaria. ¿Esa forma voluntaria podría verse precedida de un pago en efectivo?, ¿de un móvil de última generación? ¿De unas vacaciones en barco? ¿De un puesto de trabajo futuro en una institución pública?

Y ante esto, las feministas subvencionadas siguen sin aparecer en las plazas con sus danzas reivindicativas. Todas calladas, las plazas vacías y la ministra de Igualdad en su sillón diseñando su monstruoso plan sexual para nuestros hijos. Exista una peligrosa manada en Libertad. Una manada de coche oficial y mansión en Galapagar.

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*