Por lo menos, no nos gobierna la Derecha

Hace unos años, Excalibur, el perro de la enfermera Teresa Romero, contagiada de Ébola, fue eutanasiado para evitar posibles contagios a la población con el fin de evitar la proliferación de la enfermedad. Dicho de otra manera, con la intención de evitar una pandemia. Debido a esta situación, la progresía convocó 17 manifestaciones en diferentes provincias para protestar ante el sacrificio del can. Hubo gritos incluso de asesinos.

Sí, manifestaciones para protestar, debido a que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid se mostrase partidaria de sedar a un perro, para evitar más muertes humanas. Visto desde la distancia, dicho sacrificio demuestra que aquí algunos solo se manifiestan cuando gobierna la derecha. Durante la Pandemia del coronavirus, no tendremos nunca resultados oficiales debido a que este Gobierno los oculta descaradamente. Más de 100.000 personas en España fallecieron. No ha habido manifestaciones, sólo unos pocos han salido a la calle a pedir explicaciones, a pedir claridad en las cifras de fallecidos, a pedir responsabilidad por la fatal gestión de la pandemia y han sido afeados por este gobierno infame.

Mientras gobernaba Mariano Rajoy, el señor del Falcon le decía al por entonces presidente Rajoy que le salía muy caro a los españoles ya que la luz había subido un 12%. Jordi Évole, en esos periodos se dedicó a realizar un especial sobre la pobreza energética, pero no era más que una maniobra para desgastar al Gobierno de Rajoy. Elisa, que participaba en ese programa, resultaba ser la afectada que no podía pagar la luz. Posteriormente, la mujer acabó ingresando en Podemos y se ve que teniendo la luz 300% más cara que por aquel entonces, ahora sí que la puede pagar,

Los sindicatos salían a la calle para protestar; las televisiones, plagadas de un periodismo, por llamarlo de alguna manera, al servicio de la izquierda, abrían los telediarios hablando día y noche de lo mismo: la subida de la luz. A día de hoy, cuando los españoles soportamos elevadas subidas de la luz, el gas, los suministros, el IPC, las hipotecas, los alquileres, etc., los sindicatos, aquellos que dicen defender a los trabajadores, callan. Por su parte, el Gobierno se dedica a echarle la culpa a una Guerra: la de Rusia contra Ucrania. Guerra que, por cierto, vino después de que la situación económica empeorase notablemente.

Los trabajadores y la poca clase media que va quedando en este país sufren el acoso impositivo de un gobierno que sube los impuestos con el fin de recaudar más, según el Gobierno de Coalición van contra los ricos y poderosos, sin embargo, somos los españolitos de a pie quienes salimos perjudicados. Antaño, los españoles soñábamos con llegar a final de mes, sin embargo, ahora nos encomendamos a la divinidad para llegar a principio de este para que podamos pagar los recibos, aunque luego vivamos del descubierto, que el banco de turno nos autorice. Todo ello es paradójico, porque son los bancos, a los que este Gobierno socialcomunista tanto ataca y critica los que están sosteniendo a muchas familias españolas, entre las que me incluyo, que no hablo en tercera persona.

Mientras tanto, el Gobierno más caro de la historia democrática española, plagado de ministros con cartera pero sin competencias, los mismos que pasan el tiempo a golpe de ocurrencias criticando la carne de nuestros ganaderos a la vez que se atiborran de ella, o poniendo el grito en el cielo por los cánticos machistas acontecidos en un Colegio Mayor, son los mismos que callan o miran hacia otro lado cuando, en Irán, las mujeres se quitan el hiyab poniendo su vida en peligro, todo para conseguir derechos reales, buscando liberarse de la opresión que tienen en esos países. Lo que soñarían las mujeres de ese país por poder disfrutar de los derechos que hoy tienen tanto las españolas como las europeas en general.

Un Gobierno hipócrita que vive de la ideología y no se preocupa de los problemas reales de los españoles, con un presidente que viaja en Falcon hasta para ir al cine y que nos obliga a apagar la calefacción haciendo que nos asemos a 27 grados en verano. También nos invita a que nos saquemos las corbatas para controlar el gasto energético. Todo un despropósito que nos arruina a los españoles y que incrementa cada día el gasto público en innumerables asesores. Por cierto, un gasto superfluo que podemos apreciarlo, por ejemplo, en la tan malvada ideología de género que nos ataca sin sentido como hombres.

Es difícil de entender cómo el PSOE se la transición ha caído tan bajo, dando la espalda a nuestro país reconvirtiéndose al Sanchismo actual, una organización capaz de cualquier cosa con tal de seguir ahí, todos ellos fieles a su amado líder. Lo más triste de todo está en que, a golpe de talonario, además de que se beneficien políticos también el Gobierno se dedique a dopar a periodistas y cadenas de televisión. Eso sin contar a los sindicatos sectarios que tan solo se mueven cuando gobierna la derecha. Sí, estos últimos son los que callan egoístamente mientras España camina hacia el abismo de la pobreza más extrema mientras que Tezanos, mediante sus encuestas, maquilla la realidad.

Benjamín Brito