El Club Deportivo Mirandés tenía al 99% de posibilidades de mantenerse otro año más en Segunda División y, tras cosechar un empate contra el Racing de Santander, ahora sí que sí, el conjunto de Miranda de Ebro es equipo de la División de Plata. El árbitro que pitó este partido, bajo mi punto de vista, lo peor que he visto desde hace mucho tiempo. Trujillo Suárez se merece un suspenso alto.
Tras el rápido gol realizado por Raúl García, una vez más, los rojillos tuvieron multitud de oportunidades para aumentar el marcador. Queriendo o sin querer, el trencilla se convirtió en protagonista: demasiado permisivo, sin un baremo igualitario para ambos. El Racing, tras fallar un penalti, tuvo la oportunidad de inicialmente empatar el partido, pero en ese instante, Alfonso Herrero estuvo acertado deteniendo el lanzamiento de Iñigo Vicente.
Pero, después de que el empate estuviese a punto de llegar, finalmente, se produjo y de falta directa, todo ello con la permisividad del trencilla Trujillo Suárez. De cada 5 faltas del Racing, pitaba una y se mostraba tímido a la hora de sacar la tarjeta amarilla a pasear a los de Santander y demasiado receptivo para hacerlo a los de Miranda. Los rojillos protestaron dos posibles penaltis que no se revisaron. No obstante, mi mayor preocupación se encontraría en que el colegiado se pasaba de permisivo con un Racing, que cortaba muchas de las jugadas de los rojillos.
Todos sabemos que los del Racing, en este partido, se jugaban la vida, pero los rojillos también necesitaban certificar la salvación. Además, en todos los partidos se juega algo. No hay que olvidar que, cuanto más arriba se quede en la tabla clasificatoria, mayor recompensa económica se obtiene.
Trujillo Suárez no tuvo un equilibrio. Bajo mi punto de vista, daba la sensación de que tiraba más a la hora de dejar jugar a un Racing de Santander que a dejar el partido a ambos equipos. Está claro que directamente no tiene la culpa del todo de lo sucedido, pero indirectamente, cuando no deja jugar a unos y a otros sí, ahí es donde un partido se convierte en una auténtica quimera.
En el próximo partido, los de Joseba Etxeberria visitarán el campo de La Rosaleda. Los jabatos lucharán por tierras malagueñas para llevarse los tres puntos. Pueden ser incluso uno de los jueces del final de temporada que decanten ascensos o liguilla de Play Off incluso, también puede ser protagonista en el posible descenso del club malagueño.
Espero que lo que se vio este sábado en el Municipal de Anduva, el comité de árbitros lo tenga en cuenta. Al final, todos los equipos se juegan algo en cada partido. Todos tienen derecho a ser arbitrados de manera equitativa para poder hacer su juego que sirva para que ganen cada encuentro que disputan.
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