Querido lector, a diferencia de en otras ocasiones, hoy lo que vengo a exponerte, a modo de artículo de opinión, un poco sobre mi persona, la manera de pensar que tengo y lo que considero bueno y bello.
En el día de hoy, vengo a relatarte la historia de dos santos mártires: uno llamado San Cosme y otro San Damián, que fueron perseguidos y asesinados por su fe. Pero lo más curioso para mí no es ese hecho, porque, ya que sabemos que la muerte no es el final, sino su vida y de qué manera aplicaban su fe y las oraciones que realizaban. Porque sí, querido lector, la oración tiene poder, y es por eso que no se nos permite, en teoría, rezar delante de los «abortorios», aunque no haya un reconocimiento explícito en sentencia alguna.
Asimismo, estos dos grandes santos, cuya festividad es el 27 de septiembre, -precisamente hace unos días-, lo que consigue llamarme poderosamente la atención de ambos hermanos es que, a pesar de ser médicos y, por cierto, muy buenos, ambos tenían gran afluencia de pacientes. Pues lo curioso de su caso es que siempre hacían todo lo que estaba en sus manos para poder salvar a la persona y, cuando observaban que ya no se podía hacer nada por salvarlos o no sabían o, lo que es lo mismo, se hallaban con cualquier limitación de toda índole, rezaban por el paciente. Es decir, lograban identificar sus propias limitaciones, sabiendo perfectamente que, a pesar de todo, eran humanos y que los humanos no podemos ser superhombres, motivo por el cual no podemos hacer lo imposible. Bien, pues gracias a sus rezos y oraciones, consiguieron salvar vidas y, no solo eso: por intercesión del Espíritu Santo, siempre buscaban mejorar sus técnicas de trabajo.
Durante mucho tiempo se les ha retratado en un cuadro con un paciente, trasplantándole la pierna de una persona de raza negra a otra caucásica. Precisamente por este motivo, fueron perseguidos, ganándose la fama de “racistas”. Y yo ahora te hago la siguiente pregunta: ¿cómo habrías retratado tú mismo un trasplante en aquella época para que se vea de forma clara por cualquiera que no supiese la historia? ¿Cómo pintarías los cuadros para que un analfabeto de la época supiera de los logros de San Cosme y San Damián?
Sinceramente, creo que hemos sido muy injustos con ellos, y nos hemos olvidado de su labor muy fácilmente. Nos hemos dejado llevar por el auge de la propaganda amarillista. Espero que te haya gustado mi reflexión. Ya sabes, querido lector, que con mis artículos trato de cuestionar y dar que pensar sobre asuntos de actualidad y no tan actuales que parecen dogmas implantados por algún ser maléfico.
Gracias por recordar esta historia
A ti siempre por apoyarme en mis articulos.
Aqui estan estos dos garndes santos.
A ti siempre por apoyarme en mis articulos.
Un abrazo.