La situación socioeconómica de España viene a ser el resultado acumulado de todo lo ocurrido en su pasado y, de forma destacada, de las transformaciones producidas desde la segunda mitad del siglo XX hasta el momento actual.
Concluida la época de Franco, con su muerte, nuestra nación se integró como democracia pluralista en la CEE-UE-Unión Monetaria y en las alianzas de Occidente. Entonces se tomaron medidas variadas como la “reconversión industrial “, que desmonta industrias de base, altos hornos, siderurgia, astilleros etc., manteniéndose una importante fabricación de vehículos por parte de las multinacionales del sector, puntuales industrias de tecnología de vanguardia y el turismo como gran oferta nacional, la tasa de paro necesita desde entonces un importante crecimiento del PIB para reducirse, lamentablemente sabemos que esa tasa bate récords en el mundo. Por su parte, en el marco europeo Alemania sigue destacando en la industria, pero es China a nivel global la que se va convirtiendo en la fábrica del mundo.
El Sector Primario de la economía, agricultura, ganadería y pesca, han saltado a la actualidad nacional al producirse el aumento de precio de los combustibles, un costo importantísimo para la mayor parte de estos sectores y para los transportistas. Recuerdo en la niñez (ya que fue un fenómeno producido en los años 50 y 60) haber contemplado en viajes y vacaciones la desaparición de la agricultura y ganadería tradicionales, asentada entonces en granjas y cortijos agropecuarios de explotación familiar, de las caballerías (caballos, burros y mulas) tan abundantes hasta entonces…, y como todo eso daba paso a los tractores y maquinaria y a las infraestructuras y métodos de explotación altamente productivos. De esa manera, la población dedicada al sector primario, hasta entonces mayoritaria, se redujo considerablemente y sin embargo la producción se multiplicó enormemente.
Las empresas y autónomos de cualquier sector de la economía necesitan realizar sus actividades con un mínimo de ganancia. No es posible trabajar con pérdidas como no sea de forma provisional y contando ese tiempo con algún apoyo financiero externo. Incomprensiblemente, en España, en estas décadas se ha impartido una educación que se etiqueta “socialdemócrata” o de izquierda que desprecia o ignora las actividades empresariales o del autónomo, cuando los dedicados a las mismas son personas normales y corrientes, que ya sea de forma personalista o a través de cooperativas o sociedades crean riqueza y puestos de trabajo de forma directa y que por dedicarse a ellos deben de obtener un mínimo de beneficio, que es su remuneración. Además, las actividades y suministros que realizan son vitales para la población.
De esta forma se entiende la desesperación de los productores que ha llevado a movilizaciones de protesta y huelga de los transportistas. Se requieren soluciones adecuadas y que ofrezca fiabilidad su cumplimiento y no parches o “limosnas” temporales y que sean aplicables a corto plazo. Las posibles medidas que se venían anunciando no resuelvan la contradicción de que las bonificaciones, ayudas estatales, etc proceden de los impuestos que pagamos todos los españoles, incluidos estos sectores movilizados. La tasa de inflación interanual ya se acerca al 9% y el precio del recibo de energía eléctrica se ha elevado espectacularmente.
Y es que, aparte de esa evidente falta de sensibilidad gubernamental hacia la población (aderezada incluso con absurdos insultos a los movilizados) hay que tener en cuenta los desatinos cometidos durante décadas y que han acumulado los males. Así, por razones ecológicas, se prohíbe por ley extraer de nuestro suelo recursos energéticos fósiles, uranio, litio etc. Desde hace bastantes décadas se ha frenado o desmantelado la energía nuclear sin que eso impida importar energía eléctrica de Francia procedente de ese tipo de centrales, parece que también ahora se importarán combustibles obtenidos mediante el prohibido método del “fracking”, en fin. En la energía eléctrica sigue dando servicio (aparte de las “renovables”) la de origen hidráulico, construida por el siempre denostado Paco “el rana”.
Mientras termino este artículo, el gobierno ha sacado un decreto ley de medidas que resultan vanas, un parche para tres meses, aunque ciertamente puede variar la situación internacional así: 1) No se recortan gastos estatales 2) No se rebajan impuestos , por más que lo aseguren ciertas ministras 3) La bonificación del precio de los combustibles será costeada en un 5% por las petroleras y no por el gobierno 4) De nada servirá ampliar el crédito ICO, cuando ya hay tanta gente demasiado endeudada para hacerlo más todavía 5) Se amplía el “ ingreso mínimo vital “, cuando la anterior partida del mismo no se ha repartido, etc, no sé si con esto se engañará a alguien.
Las dificultades presentes, que no es descartable que puedan ir “in crescendo”, son un baño de realidad para aquello que creíamos estar en una eterna burbuja de consumo y hedonismo, pero urge ir atinando con medidas adecuadas a lo que necesita España, buena parte de las cuales deberán ser acordadas también con la Unión Europea por establecerlo así las normas. Las anteriores generaciones hemos errado mucho y (lo que es peor) a menudo no hemos dado buen ejemplo, los jóvenes tienen que ser nuestra esperanza.
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