La deshumanización del judío

La deshumanización del hereje, el extraño, el enemigo y, sobre todo, el judío, sigue un esquema repetido una y otra vez a lo largo de los siglos. Varían las formas, los motivos a que aluden los deshumanizadores, a veces con una buena voluntad diabólica: Himmler casi se desmaya en una corrida de toros en Las Ventas (no puede uno fiarse de los antitaurinos) y se desmayó del todo en una ejecución de varios centenares de personas ordenada y presenciada por él. Himmler, que engendró el sistema de exterminio de judíos en los campos de la muerte, era un hombre muy sensible.

A principios del siglo pasado se expresaba la aversión al judío en conceptos nietzscheanos de repulsión al cristianismo, una religión considerada como un mero efecto del engaño hebreo. La ciencia de la biología aportó una clave para muchos más convincente, porque consagraba la verdad en el encauzamiento de la misma aversión. Ya no era el cristianismo, una religión que es posible abandonar por apostasía, sino la raza, que no puede abandonarse. Entonces se concibió a los judíos como patógenos letales. Se les aplicaron otros términos procedentes de las ciencias biológicas que no es necesario recordar.

La actuación era consecuencia de la conceptuación. Una vez reducidos a infrahumanos, había que insertar esa condición en su mente. A la pregunta de un funcionario en un campo de concentración no se permitía responder, por ejemplo, “soy profesor”. Había que decir “soy una rata judía”, “soy un cerdo marxista” o algo semejante.

Las cosas han cambiado, pero no demasiado. Hay ahora identidades que tampoco pueden mutar, como la raza para los antiguos. La más notable es la del blanco. Ha existido siempre, dice la nueva religión civil deshumanizante, una religión sin redención posible, una ralea de hombres blancos que desde Homero viene apuntalando la sociedad patriarcal opresora de otras razas y otros géneros. Hay que proscribir todas las obras de aquellos que, hace tres mil años o hace tres meses, han vulnerado las recientes normas de la liberación.

Aplicada esta lógica perversa a la lucha de Hamás y otros grupos terroristas contra Israel, se obtiene que, pese a que todos son de la misma raza, se debe considerar que los judíos de Israel son blancos opresores de las gentes de color y los diversos géneros, en tanto que los habitantes de Gaza, que en su mayoría ven con buenos ojos las abominaciones de Hamás, y los miembros de esta organización son gentes de color. He aquí la lógica pasmosa, que algunos creen muy profunda, porque procede en gran parte de Judith Butler, la estudiosa de Hegel. Pero no hay que extrañarse de estos dislates. La zona oscura del intelecto humano carece no tiene suelo.

¿Podría hallarse alguna consecuencia práctica de esta nueva conceptuación que repite en esencia la antigua? Me limitaré a una, que puede expresar de modo suficiente cómo el progresista e izquierdista ama ciertamente a los judíos, pero a los que habitaron los barracones de los centros de exterminio, porque, en cuanto salieron de ellos (los pocos que tuvieron esa suerte) se transfiguraron en otra clase de ser, en nazis a los que no se les permite demostrar lo contrario. De ahí tampoco se sale.

Y ahora la consecuencia práctica, real, aunque es una mínima expresión de esta lógica corrupta.

Cuenta Schapire que el 24 de junio de 2017 hubo una marcha del Orgullo Gay en Chicago a la que quiso sumarse un grupo de lesbianas judías con su estandarte del arco iris, en que se había pintado la estrella de David. El grupo no dejó de recibir insultos e invectivas. Al final se le expulsó de la manifestación.

Una de aquellas personas excluidas, Eleanor Shoshany Anderson, fue entrevistada luego por un periódico. Dijo que había confiado en presentarse como judía en un movimiento progresista pero que por desgracia no pudo ser. Los organizadores del evento, por su lado, dijeron que la gente no se podía sentir segura junto a la estrella de David.

La ironía del asunto es que Israel es el único país de Oriente Medio que celebra marchas del Orgullo Gay.

Mi querida Eleanor: quien nace lobo es lobo para toda su vida y quien nace cordero será cordero de la cuna a la tumba. Estas nuevas religiones civiles no contemplan el arrepentimiento y el perdón.

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

2 Comments

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*