Disidencia controlada

La rana todavía no es consciente de que quieren exterminarla. Se siente cómoda, aunque nota un ligero calor, pero aún es agradable, para cuando quiera darse cuenta estará muerta. Todos conocemos el cuento de la rana o deberíamos, pero pocos son capaces de trasladarlo a lo que estamos padeciendo a nivel mundial.

Desconozco por qué se nos ha dejado vivir en España más o menos bien hasta ahora, no tengo información suficiente, solo sé que ha sido un tiempo, relativamente feliz sin grandes sobresaltos, quizás el 23F y poco más. Lo que sí sé es que España es ya una dictadura de facto y que debemos restaurar la democracia lo antes posible. No es que la democracia tal como la entendemos sea la panacea, pero hoy por hoy es lo menos malo que tenemos.

Primero, han convencido a millones de personas de que papá Estado vela por sus intereses y el método utilizado es la televisión, hipnotizados día a día, por la caja tonta. Esas mentes ya son incapaces de rebelarse, aún sabiendo que algo no encaja. Una vez conseguido el objetivo, instaurar el miedo ha sido fácil, ver hacer inmensas colas para chutarse algo desconocido sin valorar los riesgos para tu salud, ha sido lo más deprimente que he vivido hasta ahora.

Pero el plan es tan retorcido que no se han parado ahí. Hemos asistido a dos pandemias paralelas; una sufrida por aquellos que se lo han creído todo sin dudar y la otra protagonizada por quienes dudamos y aún lo hacemos de todo y de todos. Ojo, no es oro aquello que reluce y dentro de estos últimos se esconde lo que llamamos “Disidencia controlada” que se encarga básicamente, de liarlo todo para que unos estemos en continuo conflicto con los otros. Dándonos una de cal y otra de arena, para que no se les vea mucho el plumero.

Evidentemente, son parte del plan y están financiados por los amos del mundo y distinguirlos no es tarea fácil. Lo que demuestra que nadie es lo que parece y que todo tiende a ser una inmensa farsa mundial. Y, por último, estamos nosotros que no pertenecemos ni a los dormidos, ni a los falsos despiertos. Seríamos los lobos solitarios inmersos en una cruzada a contrarreloj, quizás unos suicidas de la verdad, aunque sepamos que van tras nosotros.

En el teatro de la vida, con suerte, eliges quién quieres ser. De lo contrario, interpretas tu papel lo mejor que sabes y puedes. Todo aquello que advertimos se ha cumplido. Lo hemos visto con mucho dolor en el corazón, ocurrirle a familiares y amigos, sin poder hacer nada. Negocios cerrados y familias destrozadas por medidas liberticidas, suicidios todos evitables, un panorama apocalíptico. Ahora nos encontramos en la recta final y todos estamos cansados. Los que obedecieron y se pincharon además lo están de una forma física, nosotros de pelear contra gigantes que no son más que molinos de viento, bendita locura la nuestra. Estoy convencida de que nuestra tozudez dará sus frutos.

Poco a poco seremos más y podremos explicar a quien quiera escuchar que jugar a ser Dios, es peligroso y que ahí fuera hay mentes criminales maquinando formas de exterminar a la Humanidad y que sólo podemos frenarlos si comprendemos su plan y lo abortamos. Apaga la tele y sal al mundo real, o serás cualquier día una rana cocida a fuego lento y sin protestar.

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

2 Comments

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*