Seducción esclavizante: las necesidades creadas

Cuando intentamos encontrar la causa a tantos problemas sociales y caemos en la confusión debido al enredo de conceptos, ideologías, información y movimientos, que las mismas minorías oligarcas financian, lejos de encontrar una solución lo que hacemos es entrar en confrontaciones, división de ideas y en la odisea que provoca la búsqueda de soluciones. Es ahí cuando empezamos a confiar y alabar a uno que otro personaje con la esperanza de que solucione todo. Habrá alguno que por ego y sed de poder le podrá agradar. Sin embargo, nunca podrá complacer toda la expectativa que en él se deposita, ni aun, en el poco probable caso de que se comprometiera con la causa.

En el año 2020, México ocupaba el lugar 39 de 40 en el índice de calidad de vida. Todo esto de acuerdo a un informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en donde se plasma el bajo nivel educativo, la falta de seguridad, la falta de tiempo para el ocio y el descanso, la calidad de la vivienda, el alto costo de la misma, Dicho organismo coloca a México en el lugar 39 de 40 solo por arriba de Sudáfrica.

Según este estudio, nuestras necesidades están cubiertas por debajo del nivel promedio, en comparación a otros países, claro está. Pero ¿Qué hay de la comparativa de las necesidades que creemos tener versus las reales? ¿Qué hay de la comparativa de las necesidades que creemos que se deberían cubrir y las que en realidad se podrían solventar, tomando en cuenta la diversidad de recursos existentes en nuestro país? ¿Qué hay de la medición del capital intelectual en México? ¿De la pobreza absoluta y la pobreza relativa? Tal vez bajaríamos aún más en la escala. En lo personal, durante mi experiencia académica profesional en el estudio de las distintas disciplinas, tanto de sociología como en las ciencias económicas, he podido concluir aceptando mi hipótesis de que ¨La solución indiscutible a cualquier desbalance individual o colectivo, se encuentra en el autodominio humano¨.

Vivir fuera del vicio, es decir dentro de la virtud, en autodominio, nos sumerge indiscutiblemente en un sistema autosustentable en todos los sentidos, querámoslo o no. Por el contrario, cualquier extremo nos hace caer en vicios que pueden tener una duración extensa o breve según la gravedad del caso. La naturaleza del vicio es la que nos lleva a las impensadas consecuencias de la dependencia, siempre necesitar de algo o alguien más para sobrevivir. De ahí nace el concepto de necesidad -latín vitium-, lo ¨necesario¨ es un adjetivo que señala ¨un existir o tener para la existencia de…¨ y si es indispensable para vivir, estaremos siempre dependientes de conseguir satisfacer dicha necesidad, por lo tanto, esclavos de ello. Todos los sistemas se encuentran interrelacionados, pero para no caer en vicio, debemos preservar la Inter independencia colaborativa. El asunto es que, el vicio, además de dañar a quien lo padece, una vez transmitido y absorbido como ejemplo, contamina a otros mientras discurre su vida, como sociedad nos encontramos en un punto en el cual es necesario empezar a aceptar y reconocer que nuestra libertad real se encuentra a merced del propio autocontrol y, a ese respecto, tenemos un déficit importante, no es el caso llegar a la perfección pero desde luego, mientras mayor número de personas sean las que encuentren dicho balance, mayor será el efecto beneficioso a nivel macro social.

Es necesario volver a nuestro centro, que observemos nuestros comportamientos sin distractores externos que nos inducen un cultivarse de ¨necesidades ficticias¨ a través de la música, publicidad, alimentos que generan dependencia, ideologías en el sistema educativo, programas de entretenimiento que dan vida a actitudes incongruentes y fuera de la realidad. Esas necesidades creadas, son la raíz de nuestros vicios en los cuales caemos inconscientemente la mayor parte de las veces, y lo más grave es que muchos de ellos incluyen comportamientos que socialmente vamos aceptando como orgánicos y normales, obviando así el daño que suponen. Por ejemplo, la costumbre de gastar en artículos que la mente y la estima consideran de primera necesidad con el afán de ser aceptados en un círculo social. Porque claro, la estima es una de las necesidades de autorrealización del ser humano, pero la estima enferma, es la errónea valoración de las personas en base a sus posesiones, ciertas características físicas, económicas o actitudinales.

En este caso la persona evaluada, a pesar de que posea cualidades, capacidades y talentos, si no posee un autodominio emocional, será indiscutiblemente esclavo de dicho entorno, intentando satisfacerlo, gastando su dinero/tiempo, perdiendo el norte de su necesidad autentica e individual, distrayéndose de su principal cualidad, la cual el entorno muy posiblemente no valore. La persona libre es la que pasa de atender etiquetas o juicios externos y opta por obedecer a su autoconocimiento, lo pone a trabajar y sale adelante, muchas veces siendo ejemplo ante una multitud perdida y distraída, afortunadamente, eso también se contagia.

Otro ejemplo de vicio oculto, es la clase de música que escuchamos, misma que programa con notas y letras todo nuestro subconsciente generando posteriormente realidades indeseadas. La ciencia médica lo tiene estudiado, llegan a demostrar como beneficia el autocontrol a nivel mental, cuando se logra detener el tren de pensamientos perturbadores que ingresan a la conciencia, y que a medida que la persona medita o se ejercita -control físico y mental -, el tamaño de su hipocampo se expande, con ello, su capacidad de respuesta ante dificultades es sumamente efectiva, por lo tanto, menos agresiva. La baja de agresividad colectiva se puede traducir fácilmente en una baja en maltrato infantil, en homicidios, en suicidios, en gastos innecesarios, por ende, control de la inflación, pobreza, conciencia del cuidado ecológico, autocuidado de la salud, etc. Del 60 al 90% de las personas con enfermedad, tienen su origen en la tensión emocional sostenida (como la que genera los bombardeos de noticias sobre una ¨pandemia¨). Cuando se sienten amenazas, es lógico que decaiga la creatividad, la productividad y la cordialidad en las relaciones personales.

Si, por otro lado, revisamos de forma general un hecho histórico de cómo la inducción de una necesidad de masas logra incidir de forma tan contundente en la historia, vemos que Adolf Hitler a pesar de ser un dictador, consiguió persuadir y movilizar a todo un colectivo con su postura, agresiva, tajante y enfática. Desde luego, que para definir las características de la comunicación empleada se debe analizar a detalle al público receptor, y eso hoy en día con las tecnologías existentes, es pan comido. Los discursos a veces pesan, con mayor razón después de un momento de crisis social y/o económica, inclusive, si se desea, se puede esclavizar a las masas en pos de una ¨libertad ficticia¨.

Resumiendo, se podría concluir que dejamos de ser esclavos voluntarios, cuando empezamos a hacer consciente lo inconsciente. Nadie fuera, aunque lo intente, puede dominar esa voluntad, cuando mucho distrae, pero la mayoría de las veces, para sus fines, eso es suficiente.

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