Carne levare

Amigos lectores, ya en Carnaval, en el frontispicio de la Cuaresma, meditaba sobre esto y he pensado llevarlo a las letras. Por edad cronológica y por tradición cristiana, me cogió de lleno esta fiesta milenaria que yo asimilaba a las despedidas de soltero (ah, perdón), donde antes de entrar en la vida comprometida del casado, pues había que echar la canita al aire.

Preparados para no comer carne y otras austeridades, durante los cuarenta días de la Cuaresma, el Carnaval se prestaba al desmadre absoluto y disoluto; tradición extendida a pueblos y naciones no cristianas por darle gusto y culto al cuerpo durante unos días. Venecia, Brasil, Canarias, lo convirtieron además en reclamo turístico, lo cual es altamente productivo si hablamos de economía. En España, los carnavales de Cádiz con sus charangas, son fuente de inspiración peyorativa para los hechos llamativos, picarescos y relevantes que nos acontecen.

Estamos en un momento histórico que está ofreciendo una carnaza sin precedentes a los que, con gracia y chispa, nos harán reír por algo que realmente es para llorar largo y tendido. A ver lo que oímos en coplilla sobre la austeridad de la carne en cuaresma, cuando sus prohibitivos precios no nos permiten comerla más que de uvas a peras. Esperemos que se cante también sobre el timo de la subida de las pensiones o su equiparación con el IPC… te lo sumo por arriba y te lo resto por abajo, ¡Anda!

Espero que se ridiculice al máximo esta ley animalista que da más protección al ser irracional que al racional, vaya que, como mates a una rata, te caen multas de escándalo y que canten también sobre la zoofilia que despenalizan y pasa a ser normal ‘ventilarse’ al perro, al caballo o al canario, siempre que no le hagas daño. Además, espero charangas sobre violadores que van por cientos paseando y esperando la oportunidad de reincidir, con lo barato que les sale… Seguro que se gastarán bromas con la Ley del ‘Sí es Sí’, con las desgraciadas normas que impone. También se cantarán las aventuras de los sediciosos, las bondades con los malversadores, las tropelías con el lenguaje, las batallas abiertas contra los hombres, abandonando las auténticas reivindicaciones de igualdad de oportunidades. Codo con codo con ellos. Se pondrán notas a los nuevos géneros que se denominan de formas absurdas ,aparte de hombres y mujeres.

Pero amigos, espero que no se trivialice con la ley de aborto, porque lo que este gobierno pretende debe ponernos muy alerta. No puede convertirse en derecho administrativo, el cometer un asesinato que ya viene con sus derechos desde su concepción. Quien lo quiera hacer es libre de hacerlo, allá con su conciencia, pero no lo paguen con dinero público, que no obliguen a los médicos a violentar su Código Deontológico. Bueno, queridos lectores, sigamos de Carnaval, apuremos esa copa de divertimento tan necesario y ya hablaremos en la larga Cuaresma que nos espera, que es la auténtica realidad.

Marisol Morente