Pedro Sánchez «en el país de las maravillas»

“El Estado soy yo”, dijo el rey Sol, Luis XIV de Francia. Lo cierto es que su muerte, debido a la gangrena, se produjo pasados los 70 años y, para aquella época, era una edad más que avanzada superando muchos pronósticos de vida media aunque no en demasía la de la alta burguesía y realeza. Sin embargo, el camino culminado en su reinado pasaría factura a su estirpe, llegando a su ejecución con la muerte en guillotina de su nieto, el rey Luis XVI. Con esta muerte, además, quedaba sentenciada para futuro la monarquía de Francia.

No hay deriva soberanista absolutista que se cargue los cimientos de la convivencia y de la igualdad, de la justicia social, y que no termine pagando su desvarío. Hoy, España se ve sometida a la estrategia del chantaje nacionalista separatista tras unas elecciones en las que, legítimamente, porque así los dictan las normas democráticas de este país, el principal partido de la oposición, al no haber salido una mayoría absoluta de las urnas, se dispone, por cualquier medio posible, a conseguir esa mayoría mediante apoyos parlamentarios para, así, poder seguir gobernando y llevando a cabo su proyecto político, económico y social para este país.

Hasta aquí todo es lógico y dentro de la norma democrática, muy a pesar de aquellas personas que consideren que Sánchez no ha ganado las elecciones y no debería intentar acceder al poder, las normas electorales y los números reflejan una realidad distinta, muy distinta a la que todos querrían, incluso para los propios socialistas y para el propio Pedro Sánchez. Eso sí, cabe recordar que la presente realidad es producto, en gran medida, de la negación de una mayoría absoluta en las urnas que decidió firmemente no optar por una opción en la que VOX fuera decisivo o pudiera entrar en el Gobierno.

La formación de Abascal se ha convertido en el talón de Aquiles de un Partido Popular que no sabe ya adónde mirar porque, en el peor de los casos, y aún considerando la posibilidad de una repetición electoral, las salidas de tono, la imposición ideológica con tintes ultraderechistas del partido verde militar sólo podría cosechar otra derrota y un apoyo mayor a Sánchez que no sólo perpetuara una legislatura más su poder, sino que pondría en brete a un Feijoó que bien sabemos, ni se siente cómodo en la dirección del PP, ni tuvo en ningún momento como objetivo saltar a la esfera nacional, teniendo su vida prácticamente diseñada en una Galicia que llegó a sustituir al creador de su partido, el Fraga de la transición, pero también ex Ministro de Franco, por un perfil de moderación nacionalista en su tierra, pero de radicalidad anti nacionalista en Madrid, por exigencias del guion.

Lo cierto es que, desde el Gobierno de Sánchez, se ha abierto una veda a la caza del voto de investidura cuyo mayor trofeo no está, siquiera, en el coto parlamentario ni político nacional. Puigdemont, prófugo de la Justicia española, se ha convertido en la llave que podría dar el poder a los socialistas. Las lecturas son muy ajustadas, pero lo cierto es que, ni estamos en la Francia de hace tres siglos, ni Sánchez es rey, por mucho que aparente la codicia de una jefatura de Estado que no le corresponde en nuestro sistema constitucional. Más que guillotina, parecería que la situación se asemeja, más al estilo caricaturesco que representa a nuestra tierra, una escena de Alicia en el país de las Maravillas en la que la reina, representando a la derecha, no dejaría de gritar ¡Que le corten la cabeza! Sin embargo, Alicia, con su astucia y su imagen de debilidad compasiva, con su capacidad de relacionarse con el entorno, con un poco de suerte y mucha estrategia, consigue sortear todos los obstáculos y conseguir su objetivo.

No he dejado de decir, en sucesivas ocasiones en las páginas de este espacio, que el caso de Sánchez es el de un estratega nato, perfectamente asesorado y que sabe muy bien sortear las dificultades y conseguir sus objetivos. El acercamiento ya lo ha llevado a cabo su espadachín, una Yolanda Díaz a la que llevar a cabo esta labor no le va a suponer ningún tipo de rechazo de su caldero electoral. No habrá amnistía, pero sí, posiblemente, una reforma judicial que exonere de ciertos delitos y matice, de tal forma, que pronto tendremos una solución al enorme conflicto por el que, propios o extraños, se han puesto las manos en la cabeza.

De toda esta situación se pueden sacar muchas conclusiones. Evidentemente, la primera de las cuáles debe ser que el PP, mientras depende de VOX y acepte un casamiento en instituciones, lo va a tener realmente negro, a no ser que en este país se produzca una hecatombe económica sin precedentes que lleve a la población al hartazgo más absoluto. Para evitarlo, siempre están las subidas de sueldo mínimo y las ayudas sociales. Pero otro elemento que debería cuestionarse la derecha es su relato, sus errores estratégicos y su falta de previsión. Sin duda, aún a estas alturas, menosprecian a un Pedro Sánchez que, contando con la ayuda de las suma de Díaz y el resto de partidos nacionalistas, es muy difícilmente de derrotar en el ámbito nacional.

Próximamente se avecina una sesión de investidura que, si el PNV no lo evita, cosa bastante improbable aunque no imposible, se convertirá en fallida. No obstante, es la única y mejor oportunidad de Feijoó de dejarse de acusaciones y de presentar alternativas coherentes, estratégicas y difíciles de superar por los socialistas.

Que no os quepa la menor duda, el partido está ya jugado, y algunos dirán hasta que vendido. de ser así, se habrá comprado con el dinero de todos.

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16 Comments

    • No, Susana, no. Nunca la familia ha necesitado menos defensa en este país, en el que cada persona puede elegir su forma de vida sin que nadie le exija con quién se tiene que acostar ni levantar. Lo que defienden no es a la familia, sino un ataque continuo a quiénes no comulguen con ellos y sus consignas. Respecto a la patria podríamos compartir en parte ciertos análisis, pero no las conclusiones y las formas de afrontar el problema. No, Susana, no, y salidas de tono son también insultos, desprecios y querer destrozar todo lo que suponga ámbito social para toda la ciudadanía, todo lo público en favor de lo privado y todo aquello que pueda suponer una defensa de los derechos sociales y laborales de los españoles. Eso no es patriotismo se mire por dónde se mire, porque la patria no sólo es un territorio. Por encima de éste está toda la ciudadanía que lo compone el país y eso se les olvida cuando se habla de derechos y de la capacidad individual o colectiva de decidir qué quiere esa población sin la necesidad de que se lo impongan.

  1. Según tú en Castilla León ahorran a los homosexuales, las mujeres no pueden trabajar y han prohibido la seguridad social. Alucinas

  2. Lo insinúan que es peor. Mientras en España se suicidan cuatro mil personas al año, la mayoría hombres, pero esos no cuentan

    • En primer lugar, yo no insinúo nada, sino que lo que tengo que decir lo digo bien clarito, de ahí tu indignación. Por otra parte, de verdad, te invito a que te informes convenientemente, ya que, a pesar de tener que admitir la desastrosa situación de los suicidios en España (por cierto que hoy es el día internacional de la prevención contra el suicidio, ya que no existe un Plan Nacional de Prevención de Suicidios, mientras el resto de partidos políticos sí llevan en sus programas este punto, la creación del necesario plan contra los suicidios, VOX sólo incluía la ridiculez de reforzar los servicios existentes. Claro, por supuesto, obviando la necesidad imperiosa de reforzar el sistema público sanitario de este país con especialistas en psiquiatría y psicología, y demostrando una vez más la terquedad de quiénes menosprecian los servicios públicos, apuestan por la privatización y por la desprotección de aquellos que menos tienen. Lo dicho, a informarse. Gracias.

  3. Esas conclusiones son de tu cosecha. No hace falta más dinero, sino ir a las causas, como las denuncias falsas por violencia de género

    • Vamos a ver, que ahora saltamos de Pinto a Valdemoro. Yo no he sacado conclusiones sino que le he mostrado la realidad, lo que indican unos programas y otro. ¿Que no le gusta? No me eche a mí la culpa. Respecto a lo de la violencia de género, ya que usted me lee asiduamente, ya sabrá que he sido muy crítico en muchas ocasiones con las políticas sobre violencia de género, más a tener de los resultados. Pero eso no quita que, como sí hace VOX, niegue la violencia e género, como niega el cambio climático o negó en su momento hasta la existencia del COVID 19 o la funcionalidad de las vacunas. No sé si me entiende usted o quiere que la matricule de comprensión lectora. Gracias.

      • Le entiendo demasiado bien. Ni la violencia de género es por ser mujer, ni el cambio climático es por el hombre, ni las vacunas son de fiar. Tu problema es que no ves más que la superficie de las cosas. Infórmate y hablamos

        • No esperaba menos de usted. Negar la violencia estructural hacia la mujer desde un análisis histórico, real y con datos absolutamente certeros, el análisis de especialistas en la materia, estudiosos de los distintos órdenes, antropológicos, psicológicos, siquiátricos… no es suficiente para personas como usted a las que parece irles tan bien con el cuento que les importa un pimiento lo que les pueda suceder a los demás. Negar la intervención del hombre en el cambio climático es otra barbaridad que topa de lleno con la ciencia, pero personas como usted, por supuesto que están muy por encima de la ciencia. Seguramente irá usted a algún curandero de feria cuando tiene algún mal, porque ni siquiera confía en unas vacunas que han salvado muchas vidas y que han sido el único recurso útil, además del confinamiento y las medidas de protección, para luchar contra la pandemia. Tiene usted todo el derecho de creer en lo que le venga en gana, más allá de no creer en la ciencia o en los científicos, pero no tiene ni usted, ni su partido ningún derecho a imponer un negacionismo que va contra derechos fundamentales cuando hablamos de derechos sociales, cuando hablamos de salud y cuando hablamos de protección e igualdad, porque eso, además de inhumano y vergonzoso es anticristiano y hasta el Cid Campeador se avergonzaría de tanta decrepitud mental. Gracias.

  4. Lo que no puedes prohibir es la libertad de expresión y tener diferentes opiniones es lo normal. Si no te gusta, cierra los comentarios. Insultar es el recurso de los que no tienen argumentos

    • Una vez más, demuestra usted que no sabe leer o que su comprensión lectora es sumamente reducida. MI tesis doctoral es sobre la libertad de expresión, así que no intente darme lecciones. Le he dejado claro en mi comentario la diferencia entre opinar en libertad e imponer criterios negando evidencias científicas. Y no la he insultado, en absoluto, he descrito una situación. Si para usted resulta más cómodo entender que la he insultado no querría ni que imaginara la de personas que se podrían sentir insultadas y agredidas con su forma de pensar. Saludos.

    • LA que no entiende nada es usted. Ni de lo que yo escribo ni de lo que ahí dice. Nada en absoluto. Se dedica a buscar en internet aquello que piensa que puede darle la razón no sé bien en qué y me lo suelta como si fuese la Biblia de lo que usted defiende. Algo muy propio de aquella opción política que a usted le gusta pero muy impropio del sentido común y de la sensatez. Usted, por lo que veo, se atreve a cualquier cosa por intentar justificarse y ya le digo yo que no, que lo que usted defiende no tiene justificación. Le reitero que tiene derecho a exponer lo que le venga en gana, pero también yo tengo el mismo derecho que usted. Y, por supuesto, la obligación de no callarme ante sandeces y ante la defensa de líneas de pensamiento o políticas que considere nefastas. Y, hasta ahora, creo que lo he hecho de todas las fuerzas políticas, y lo seguiré haciendo, me lo permita usted o no. Gracias.

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