¡Peeeeeedro!

No, no se trata del arrebato que sufrió Penélope Cruz cuando su queridísimo Pedro Almodóvar ganó el Oscar hace ya unos cuantos años. Tampoco se trata de Heidi llamando a su fiel amigo el cabrero entre los verdes prados alpinos. Realmente, tampoco fue Peeeeeedro el grito de guerra que desgarró la voz de la periodista que cubría la gala de los Goya el pasado sábado, simplemente fue un simple Presi la forma con la que Inés Hernand le hizo la pelota al Presidente del Gobierno cuando éste realizó su entrada triunfal cual estrella rutilante del panorama cinematográfico nacional.

“Eres un icono” le gritó como una quinceañera en primera fila de un concierto de Rosalía. ¿Icono? ¿En serio? Steve McQueen, James Dean, Elizabeth Taylor… esos son iconos, por mencionar alguno del séptimo arte, pero ¿Pedro Sánchez? Lo será para la izquierda y, casi con toda seguridad, no toda. Eso sí, él con el pecho a punto de saltarle algún botón de la camisa, contestó a la reportera girándose al más puro estilo de galán hollywoodiense. Poco más hay que añadir. El ego de este señor no tiene límites.

La cuestión es que, si hace dos semanas, la maquinaria socialista tiró de Radio Televisión Española con el fin de hacer campaña progresista en el Benidorm Fest, esta vez repitió jugada en la noche del cine español. Ese que es capaz de realizar auténticas joyas de la gran pantalla, a la vez que auténticos bodrios a costa del dinero del contribuyente, por supuesto. Porque al comienzo de todas las películas producidas en España, en esas letritas que nadie lee, siempre ponen siglas y otros nombres para decirte que Papá Estado ha metido dinero en la peli en cuestión. Todos los años se publica una lista de las películas españolas que más y menos han recaudado y sobre todo, los espectadores que han acudido a las salas a verlas. Ahí se queda como tarea pendiente del lector. Cuanto menos curioso, contemplar otra manera de tirar el dinero del ciudadano.

De todas maneras, la propaganda izquierdista ya venía caldeando el ambiente con una entrevista, curiosamente emitida días antes, en la que Ana Belén cargó contra Isabel Díaz Ayuso entre otros. Que qué mal le había hecho el comunismo a la Presidenta de Madrid. Hombre, el nazismo tampoco le ha hecho nada a la señora Ayuso y a estas alturas nadie duda de que no generó nada bueno a la humanidad. ¡Por favor, Ana Belén! Tú sí que eres un icono musical por tus propios medios y has sabido llevar con total estilo la ideología política a lo largo de tu carrera, no entres en el juego de Évole y compañía.

Claro, que entre los asistentes también había mucho perro viejo, dicho con todo el cariño del mundo, que se las saben todas. Con el rabo entre las piernas se marchó la periodista que quiso saber la opinión de José Coronado por la presencia de Vox en los premios. El policía más duro del cine patrio no se cortó un pelo al contestar preguntando si la cosa iba con retranca, vamos, que si le estaban vacilando. Imagínese el espectador que en vez de ser tan políticamente correcto, le hubiese hecho una peineta como las que realizó la chistosa de Hernand a lo largo de la emisión. La que se hubiese liado.

Lo que está claro es que la gala de los Premios Goya, ese cuyas obras de arte el nuevo señor Ministro de Cultura quizás envíe a un trastero, es cada vez más un escaparate de la ideología progresista, su progresismo, claro. Y reivindicar está bien, es más, es necesario, y cuando lo hace gente famosa, parece que esa reivindicación tiene más pegada. Pero claro, siempre en el mismo sentido… cuando los aplausos solo van para Gaza o Ucrania, cuando dejas en el olvido a los rehenes que Hamás aún mantiene cautivos en sus túneles, cuando nadie se acuerda de los tractores colapsando las ciudades porque son los últimos de la cadena, cuando acaban de matar a dos miembros de la Guardia Civil defendiendo la libertad de todos los españoles y nadie hace ni una sola mención… Ahí es cuando uno se da cuenta y si no, debería de hacérselo mirar, del monstruo que han creado el Partido Socialista y sus socios de Gobierno.

En cualquier caso, felicidades a todos los premiados. Y a ver si dentro de unas semanas, cuando la fiesta del séptimo arte sea en el país de las barras y estrellas, alguno de los presentes en Valladolid, artistas o periodistas, tienen el valor de soltar las mismas bravuconadas de las que alardean en territorio nacional. En fin, cámara y acción. O corten.

Haizea Delgado