El narcoterrorismo se está convirtiendo en la guerra del nuevo siglo. La falta de medios económicos, materiales y humanos, están ocasionando que el campo de Gibraltar viva en una constante inseguridad que no solo afecta a la ciudadanía, sino también a los agentes de la Guardia Civil que cada día se ven abocados a jugarse la vida exponiéndose ante los narcos más peligrosos del estrecho. La presencia de estas organizaciones se muestra en pleno crecimiento, considerándose una amenaza global, produciendo una gran inestabilidad que hace tambalear la propia seguridad internacional. Los Guardias Civiles tienen que pedir el traslado de destino por sentirse acosados junto con sus propias familias, también los aduaneros y policías sufren constantemente amenazas por parte de los narcotraficantes.
Los Agentes llevan años solicitando al Ministerio del Interior que el Campo de Gibraltar se considere como una Zona de Especial Singularidad (ZES), que permita adoptar medidas urgentes en casos necesarios que de otro modo no podrían ser atendidas. En 2022, la Asociación Unificada de la Guardia Civil celebraba el compromiso por parte del ministro Fernando Grande Marlaska, tras las reivindicaciones de distintos colectivos para delimitar este tipo de zonas en la comarca campogibraltareña, cuestión que no parece que esté ejecutándose. Al igual que la falta de reconocimiento como profesión de riesgo a la Policía Nacional y Guardia Civil, son los únicos cuerpos policiales cuya labor no está reconocida, no contando con las mismas condiciones que el resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), Barbate, municipio pesquero de la provincia de Cádiz, tiene uno de los más elevados porcentajes de paro en España. Aunque no se puede generalizar, el narcotráfico se está convirtiendo en una de las alternativas para los jóvenes barbateños ante la falta de oportunidades laborales, que les hacen ser carne de cañón para estas tramas de la droga.
Los narcos son los nuevos dueños del transporte de hachís del Estrecho. Pero la solución a esta problemática no es legalizarlo como exponía el alcalde de La Línea de la Concepción hace unos días. Una posible solución sería la de activar operaciones contra estas mafias de hachís y cocaína en el sur de España, y no sigan convirtiéndose en un coladero de enclaves como Algeciras, el Campo de Gibraltar o la Línea de la Concepción. Para ello el Gobierno de España debe aportar los medios materiales y económicos para luchar con esta lacra contrabandista. Muestra de ello, fue OCON-Sur (Organización de Coordinación contra el Narcotráfico).
Según el ministro del Interior quedó clausurada en septiembre de 2022 por razones de operatividad. Muchos de los agentes que pertenecían a este equipo, aseguran que si no se hubiese desmantelado seguirían vivos los Guardias Civiles de Barbate, pues los narcos sabían que eran “los más cansinos” y no acercaban las narcolanchas a menos de 20 millas de la costa. Un grupo de élite formado por 150 agentes especializados en la lucha del tráfico de drogas, actividades ligadas al blanqueo de capitales, la corrupción y el crimen organizado, donde el mando del operativo era el teniente David Oliva, condecorado en 2020 con la Orden del Mérito del Plan Nacional sobre Drogas.
Gracias a ese operativo se obtuvieron muy buenos resultados incautando casi 1000 toneladas de hachís y cerca de 15.000 personas fueron detenidas o investigadas entre los años 2018 y 2022. Aunque Grande-Marlaska mantiene un relativo silencio ante la disolución de la Organización, todo apunta a que se debió a la investigación que planeaba sobre el jefe del operativo por un supuesto delito de cohecho y revelación de secretos. Si esta fue la verdadera razón, simplemente debería haber cambiado al mando, al igual que aquellas personas que estuvieran implicadas dentro de esta unidad de élite.
Este nuevo narcoterrorismo es un verdadero cáncer que aunque es difícil de erradicar, con los medios suficientes se pueden paliar sus efectos. No se puede enviar a Guardias Civiles a una “guerra con navajas” y una zodiac de cinco metros, mientras los narcos luchan con armas de fuego y narcolanchas de catorce metros de eslora. No olvidemos que muchas organizaciones en declive se reconstruyen gracias a la financiación que obtienen por ofrecer cobertura y apoyo armado al narcotráfico, pues constituye una verdadera amenaza para la estabilidad de España.
El Clan de los Balcanes se está haciendo fuerte en nuestro país, y no se trata solo del Estrecho de Gibraltar, los puertos gallegos y valencianos son rutas muy utilizadas para la introducción de la droga. El lema que representa a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es “Todo por la patria”, pero luchar por ella implica tener los medios adecuados para luchar por ella.
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