La falsedad documental de titulaciones universitarias y/o certificados académicos es un delito tipificado en el código penal descrito en los artículos que van desde el 391 al 395 y que castigan la falsedad en documentos públicos u oficiales con penas que van desde los 6 meses a los 6 años de prisión….
Y aun siendo conscientes de que engañar a un país entero no es moco de pavo, no todos dimiten, al contrario, los hay caraduras, irresponsables, chulos y hasta trileros. Lo que hace imposible esperar algo positivo de este gobierno de timadores compulsivos. Si estuvieran trabajando en una empresa privada, los habrían despedido por mentirosos y por intrusismo o suplantación de funciones en el mejor de los casos. Pero es “la pública” aunque sea el Gobierno de España, donde nunca pasa nada y no se deja a nadie atrás.
Empecemos: Carmen Montón -PSOE, ministra de Sanidad y Bienestar Social que plagió un máster sobre “Estudios interdisciplinares de género”, dimitió a los 3 meses de tener el cargo. Cristina Cifuentes-PP, expresidente de la Comunidad de Madrid, falsificación de las notas de un máster de la Universidad Carlos III de Madrid. Javier Maroto- PP, vicesecretario de política social. Su currículum contaba con un máster que él nunca cursó. Juan Manuel Moreno Bonilla -PP, licenciatura en ADE, que luego resultó ser un máster. Álvaro Nadal- PP,exministro de energía y turismo, dijo tener un doctorado en Harvard. Toni Cantó-C´s,no era pedagogo, ni filólogo cuando estaba en UPyD. Ana Pastor-PP, exministra afirmaba poseer un MBA que luego también desapareció de la web del Congreso. Ximo Puig, -PSOE, no tiene periodismo. Pedro Sánchez-PSOE, la tesis doctoral se la hizo otra persona. Y un sinfín de políticos de todos los colores, hasta llegar a la que está de actualidad, Yolanda Díaz-PODEMOS, máster en Urbanismo, Relaciones Laborales y Recursos Humanos que resultaron ser cursos superiores, y lo pregona desde 2016. Y es la ministra de Trabajo y vicepresidenta tercera del Gobierno.
Viendo la catadura política de nuestros representantes, se hace imprescindible, cuanto menos una amplia reflexión. Ya no se trata de que cambien de chaqueta cuando les conviene, sino que se trata de algo más serio. Les damos inocentemente nuestra confianza a esta clase política que no es sincera ni es honesta. Que engordan sus currículums para escalar y trepar arriba, tener poder y dirigir nuestros destinos, los de nuestras vidas y las de nuestros hijos y nietos. ¿Se merecen realmente nuestra confianza?
El “españolito” está harto de trampas y mentiras, pero se resigna, total todos los políticos son iguales. A la espera de una compensación económica, una paguita, que le permita vivir sin esforzarse ni trabajar…. así están educando a la sociedad de un tiempo a esta parte, a base de “tener derecho a” pero sin hacer nada para conseguirlo, sólo por el mero hecho de existir.
No se premia el esfuerzo, se pasa de curso sólo con estar matriculado, se puede acceder a la selectividad con suspensos, no se educa en la constancia y el esfuerzo personal como base para ser eficiente y tener éxito en la vida. Estamos cayendo cada vez más en el tópico del país del infradesarrollo que, teniendo posibilidades de evolucionar, involuciona por mala política y los malos políticos a todos los niveles. Pero, miren. Si los políticos actuales han plagiado, mentido, tergiversado y retorcido todo su expediente académico en el currículum vitae… qué creen que podemos esperar de todos ellos, si no otra cosa más que sigan haciendo lo que tan bien se les da. Engañarnos. Y la responsabilidad de esto es toda nuestra, por pasotas y transigentes. Si nos pusiéramos en nuestro sitio otro gallo cantaría. Somos permisivos y dóciles cual rebaño de ovejas al matadero…y nos está perjudicando, pero nadie dice nada.
Sinceramente, en mi humilde opinión desde este artículo me opongo al aborregamiento social que nos invade. No está todo solucionado quejándose en redes sociales o en bar de la esquina, creo que estamos en un momento en el que estamos llegando a un punto sin retorno. El Gobierno más grande de la Unión Europea, ninguno ha gastado tanto el altos cargos y asesores como Pedro Sánchez, si por lo menos hicieran algo por los españoles para disimular, aunque fuera…nos están exprimiendo como limones, sin piedad, sin compasión y sin miramientos.
Creo que España se merece una clase política honesta, sincera y que no busque el beneficio propio e individual. Soy consciente de que pido mucho dado el deplorable nivel que reina ahora mismo en el panorama político, pero confío en que no es imposible. Se trata de avanzar, no de retroceder que es hacia dónde vamos, creando unas generaciones más incultas y menos preparadas que estarán en inferioridad de condiciones que las del resto de Europa y de los países desarrollados. Menos competitividad, menos cultura del desarrollo y esfuerzo.
Polifacética ante todo, curiosa, autodidacta, responsable en VOX, fisioterapeuta autónomo de profesión…todo es susceptible de aprendizaje y solo fracasas si no lo intentas.
«Es más importante la dirección que la velocidad»
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