El Día de la Hispanidad trajo consigo una serie de hechos que han provocado consecuencias y declaraciones. Diversos periodistas de televisión se dedicaron a criticar a las personas por los pitos a Sánchez y, por su parte, varios ministros de su gobierno manifestaron que sentían «vergüenza ajena» por semejante acontecimiento. Pues señores, los unos y los otros: el pueblo español está harto de vuestras mentiras, que unos hagáis de voceros de los segundos mientras que los otros os dediquéis a señalar al pueblo por ejercer algo que, aunque os pese entra dentro de la libertad de expresión.
¿Cuántas veces esta progresía se ha jactado de afirmar que abuchear al Rey o quemar su foto eran situaciones amparadas por la libertad de expresión, sin embargo, ahora resulta que silbar a Sánchez o acordarse de su madre son actos como para sentir vergüenza ajena? Si tanto los unos como los otros tuvieran un ápice de dignidad, lo que harían es convocar elecciones porque ni aunque se alejen los micrófonos lo máximo posible se podrá tapar el descontento de un pueblo rabioso.
Gobierno, la gente no os quiere. Les habéis mentido, jugado con su ignorancia y con la desinformación de muchos medios oficialistas. Y eso sin contar que los sableáis a impuestos como si el ciudadano español fuera multimillonario por el mero hecho de ser español. Pero ¿qué esperabais, mentecatos? El ciudadano español quiere respeto, un trabajo para poder llevar un plato de lentejas a su familia y que no se abuse de su ingenuidad y confianza omitiendo constantemente la subida de la luz. El pueblo quiere que se vaya de frente con él para lo bueno y para lo malo. Pero, por el contrario, solo sabéis comprar a unos cuantos medios mediante ricas subvenciones a la par que cautiváis al joven con paguitas. Vosotros sí que dais vergüenza ajena.
La juventud quiere trabajar. Que se le dé una caña de pescar porque quiere sentirse útil y no que los compréis con el fin de que os voten en futuras legislaturas. Al menos, el buen joven que tiene una mentalidad autosuficiente, quiere un futuro estable para poder crecer y desarrollarse, tener la posibilidad de independizarse, enamorarse y en un futuro no muy lejano, formar una familia con la que envejecer hasta el ocaso de sus días. El buen veinteañero y treintañero, no quiere ser dependiente de un Gobierno embustero que se dedica a mentir día sí y día también.
El pueblo manda y por ello debéis cargar con vuestras acciones y penitencias. Si Pedro Sánchez y compañía cumplieran su palabra en el Congreso o en los medios, en lugar de amarrarse al clavo ardiendo de los independentistas y comunistas para mantener un Gobierno inestable en el que están metidos los enemigos de España, habría menor descontento social. La gente está harta de la ley del embudo. De que se rían en su cara y la única solución para que esta tormenta amaine será el día en el que Pedro Sánchez abandone la Moncloa.
Periodista bilbaíno a jornada completa, anteriormente locutor en Cadena SER Miranda y al mismo tiempo articulista en diversos medios digitales. Amante del gimnasio y la naturaleza a tiempo parcial.
“Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”
-Steve Jobs.
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