La escuela francesa se considera en el país galo, como uno de los puntales indispensables para crear una conciencia nacional colectiva. Se retroalimenta de la evolución de la sociedad, logros y por supuesto, conflictos, tensiones y asignaturas pendientes. En mi opinión y por mi experiencia habiendo vivido en distintos países del mundo, es uno de los mejores sistemas académicos para los niños de padres “nómadas” pues no importa donde vivas, si hay un liceo frances, te puedes mudar con los mismos libros y retoman curso en el nuevo país desde la misma página en que la dejaste. Una maravilla, pues hay progresión para los estudiantes que pueden haber vivido en Perú e ir a París y en tres semanas estar integrados, o vivir en París e instalarte en El Salvador. Por dar datos, hay 494 colegios, en 135 países y más de 300.000 alumnos en el mundo.
Parte del éxito de la educación se basa en que es obligatoria y gratuita (en territorio francés) entre los 6 y los 16 años. Sí, señores, hasta los 16 años. Los contenidos de las asignaturas son supervisados y aprobados por el estado, el programa educativo es nacional. El sistema educativo francés no deja de trabajar para continuar manteniéndose dos puntos por encima de la media en competencias científicas, seis puntos por encima en comprensión lectora y tres puntos en competencias matemáticas. Trabajan en iniciativas que permiten al alumno su futura integración al mundo laboral, pues promueven prácticas obligatorias de aprendizaje en empresas para los estudiantes de 14-15 años que duran una semana. Un primer contacto para los adolescentes con las responsabilidades de un trabajo, un horario y una convivencia entre adultos que de manera muy naturalizada los acogen. Es parte de la formación escolar.
A mí me parece todo un acierto, adultos y empresas asimilando durante cinco días a chavales casi críos, a los que quizás harten de hacer fotocopias o rellenar páginas excel, pero que cumplen horarios y plazos como cualquier trabajador. También me parecen interesantes los centros de apoyo llamados “educación prioritaria” para alumnos de secundaria, para que ningún alumno quede atrás o abandone por desidia, falta de integración o indisciplina. Esto no significa que siempre lo logren, pero ahí están, con un batallón de refuerzo para repescar a aquellos que se encuentran en un punto de inflexión y ayudarles a retomar los estudios. El futuro son ellos, es el futuro del país. No todo es ideal en la educación francesa,pero se esfuerzan continuamente. Superarse y mejorar siempre es el objetivo sea el gobierno que sea.
Bien, dicho todo esto y habiéndoles puesto un poco en sintonía, voy a enfocarme en algo que dije al inicio, “la escuela es uno de los puntales indispensables para crear una conciencia nacional colectiva” y eso en España se ha perdido por completo. Entro en materia, o mejor dicho, en las materias. En España se ha perdido la esencia del conjunto. El programa educativo es regional. No hay un sistema académico para todo el país, y dependiendo de las comunidades se estudia de un modo u otro, se estudian unas cosas u otras,e incluso se estudia la historia según se interpreta en esa comunidad. Esto, sin entrar en que la lengua española en según qué lugares necesita ser defendida a través de la ley en los juzgados para que se imparta. A mi esto último me parece fascinante, pues toda esa pugna se traslada al alumnado y si tus referentes, es decir tus maestros/padres transmiten que algo no lo quieren, que es negativo y no es necesario de enseñar, pues que quieren que les diga, no se puede querer algo que no se conoce.
Dicho esto y para poner una guinda al pastel, resulta que ahora se quieren eliminar en bachiller parte de la historia de España, es decir, a partir del curso 2023-2024 se limitará la enseñanza a la etapa contemporánea. Se estudiará a partir de 1812 en adelante y “tendrá un carácter mucho más analitico y critico”. También dicen , que los saberes básicos se agruparán en tres bloques: Sociedades en el tiempo, retos del mundo actual y compromiso cívico. Esto me suena a que se enseñarán estos tres bloques según la interpretación del gobierno actual, porque la educación en España, en mi opinión, es una pelota de ping pong que politizan y manosean sin pudor unos y otros gobiernos. Desestabilizan y permiten desestabilizar uno de los pilares fundamentales de la sociedad para dejar su “muesca” sin pensar (o pensando muy perversamente) realmente lo que supone.
Estos tres bloques ya existían en “educación cívica y ética “ (seguro que la asignatura la renombraron una y otra vez en los distintos sistemas) y en la asignatura de filosofía, que por cierto también se diluye en las aulas, de nuevo en mi opinión, un despropósito más. Por citar, van a desaparecer del temario entre otras cosas “la presencia islámica y la formación de Al Andalus”, “ la unión dinástica de los Reyes Catolicos “ o “el papel central de la Monarquía de los Austrias en la Europa Moderna” Y digan lo que digan, no se puede entender una sociedad sin tener conocimiento de dónde venimos. Contextualizar nuestros hechos históricos situándose adecuadamente en la línea del tiempo y aprender todos lo mismo en todo el territorio nacional, porque es indispensable para tener una identidad y conciencia nacional colectiva.
Evidentemente, eso no excluye ni está en contradicción con impartir enseñanzas concretas de la provincia y región de la que se es, que vaya, sería lo normal en un país que mira en conjunto al futuro y muy orgullosos de sus raíces, tradiciones y costumbres, algunas de ellas bien distintas solo hay que ver norte y sur de nuestro país y todas nos enriquecen, pero en España no, cada maestrillo en su autonomía con su librillo. En ocasiones creando distancias artificiales pues no son tal y tratando algunas autonomías de hacerlas incluso insalvables y esta, será una de las herramientas más poderosas que se van a utilizar para destruir lo que somos y quienes somos. Porque sabe usted que para destruir una sociedad y una identidad se empieza por privarlos de la memoria, de su cultura y de su historia y después de eso, la gente comienza a olvidar lentamente de donde vienen y el porqué, lo que son y lo que fueron.
Anecdotario; la actual ministra de Educación de España tiene en alto grado de consideración la formación educativa francesa. No en vano, la elige para su familia. ¡Qué paradoja!
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