Crónica de un Gobierno disparatado

Lo creamos o no, llevamos casi dos años y medio con Pedro Sánchez al frente del Gobierno de la nación. El actual presidente de nuestro país y su equipo, ante todo, quieren quedarse y mantener el poder imponiendo así todos y cada uno de sus caprichos y haciendo pagar actualmente a los españoles por las consecuencias de su nefasta gestión. No han sido pocos la cantidad de fallos que ha cometido este Gobierno y es que, los beneficios o la mejora de las distintas políticas del país, brillan por su ausencia.

Si nos pusiéramos a enumerar todos y cada uno de los errores de Sánchez, estamos seguros de que nos quedaríamos sin manos. Sin embargo, es muy importante que, a la hora de votar en las próximas elecciones, nos pongamos a pensar seriamente de que forma vemos actualmente nuestro país, las carencias resueltas, los problemas graves que se han ignorado. Pero, sobre todo, si realmente tal y como ellos mismos defendían, esta habiendo una igualdad para todos. Claro está que, el mayor error que ha cometido y sin duda el que será imposible o casi imposible de perdonar; es el hecho de que Sánchez pactara tanto con Bildu como con independentistas y nacionalistas para llegar al poder.

Otro de los muchos errores que, sin duda, está cometiendo es el hecho de que hoy estamos pagado una alta cantidad de impuestos sin sacar un buen provecho de ellos. Es decir, una recaudación excesiva de dinero en vano que quizás, hoy en día, muchos españoles necesiten desesperadamente y sin embargo, se los están quitando para crear las llamadas “paguitas”. Si no es a través del bono de cultura es a través de una beca complementaria de 100 euros, por no hablar también de los impuestos temporales a los bancos y las grandes empresas energéticas.

No podemos decir que estas medidas no vayan a resultar un tanto beneficiosas, pero a corto plazo dejan mucho que desear. Desde indultos a independentistas y acusadas por sustracción de menores hasta romper las relaciones con Argelia, causa principal de la congelación con nuestro país de las relaciones comerciales del suministro de gas y el forjamiento de las relaciones con Marruecos por el plan de autonomía del Sahara Occidental, un acuerdo bien poco claro en el que Sánchez sometió a su país en la vergüenza permitiendo a Marruecos dejar la bandera bocabajo durante la cena.

Cabe destacar que llevamos casi medio año con un problema que sigue en la actualidad ahogando con fuerza a la mayoría de los españoles. No es ni más ni menos que el precio de la luz y del gas. Un problema que es bastante grave y del que aún este equipo de gobierno no ha tomado iniciativa alguna, y como es de esperar, si Sánchez no usa el comodín de Franco para justificar muchos de sus errores, usa la guerra de Putin para justificar su incapacidad para sofocarlo. A pesar de que este problema también lo tiene Europa, en vez de seguir presionando y tomando medidas importantes para intentar sostener la situación, sólo se ha dedicado a aprobar y de forma independiente, claro está, un Real Decreto de ahorro y gestión energética que para colmo, obliga a todos los españoles a no bajar durante el verano el aire acondicionado de los 27º y durante el invierno a no subir la calefacción de los 19º ¿alguien con cabeza ve eso lógico?

Lo que sí que está claro es que hay ciertas cosas que no se han hecho de manera adecuada desde la ejecutiva liderada por Sánchez. Tenemos un presidente que le importa más el postureo ante las cámaras que escuchar lo que su país demanda y necesita.

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