¿El problema es Pablo Motos o es ETA?

Hará un par de años, un tiktoker, poco más que un adolescente, se pegaba una vacilada en redes fardando de que se quitaba el condón cuando se encamaba con una chavala. Irene Montero publicaba en sus redes: “Quitarse el preservativo o eyacular dentro sin consentimiento es hoy abuso sexual y la Ley #SoloSíesSí lo reconocerá como agresión. Presumir ante 26 millones de seguidores de algo así refleja la urgencia de poner el consentimiento en el centro. Lo pondremos en conocimiento de Fiscalía”. Ya están ustedes al corriente de los éxitos de esa su ley: más de cien violadores y pederastas excarcelados. No mucho tiempo después la ministrable aseguraba que la violencia obstétrica -la que desde su inventiva perpetran los médicos al traer un bebe al mundo- se incluiría como una forma de violencia de género en otra de sus leyes. Si, han leído bien. Ojalá fuera una broma.

Su segunda de abordo, Ángela Rodríguez Pam, hará una quincena se mostraba herida en su psique ante el pavor de que no haya más obesos en el Congreso de los Diputados, ya sean estos compadres o no de ETA. El pasado mes de abril, Pam anunciaba su deseo de reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial para poder empurar a Ana Obregón, subrogada abuela, aludiendo al artículo que regula los delitos cometidos por españoles perseguibles fuera de España y los de lesa humanidad.

Los que sí han sido catalogados como crímenes de lesa humanidad por el Parlamento Europeo son los más de 379 asesinatos de ETA aún sin resolver. Recientemente, la Asociación Dignidad y Justicia ha presentado denuncia en relación a la inclusión en las listas electorales de EH Bildu de 44 etarras condenados. La fiscalía ha dado carpetazo al tema dado que estos al parecer si pueden resultar elegibles según la Ley Orgánica del Régimen Electoral General. El gobierno no se plantea modificar esta ley y además…eeh…repitan conmigo: ¿La fiscalía de quien depende? Pues ya estaría.

Lo que si resulta concluyente es que la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos, si establece en su artículo 9 que un partido político será declarado ilegal si da apoyo político al terrorismo o minimiza su significado y la violación de derechos fundamentales que comporta, o incluye regularmente en sus órganos directivos o en sus listas electorales personas condenadas por delitos de terrorismo que no hayan rechazado públicamente los fines y los medios terroristas. Preguntada, sobre este horrendo asunto, la Montero se mostraba más clemente con los herederos de ETA que con obstetras y youtubers, afirmando que Bildu es un partido democrático y que estaría bueno que no pudieran incluir en sus listas a quienes estimen oportuno.

Poco duro el sosiego, la dulzura y la templanza en Unidas Podemos. A continuación, desde el ministerio de su camarada Belarra anunciaron la denuncia ante la fiscalía de las coñas que se gastaron en directo Pablo Motos y Miguel Lago en relación a las estúpidas soflamas de la titular de Igualdad sobre su compañera de partido “sorda y bollera” (Irene dixit). Si su entendimiento, amable lector, supera al de aquel individuo que asó la manteca le recomiendo que vea ese fragmento de El Hormiguero y juzgue con sus propias entendederas si los protagonistas de esta “infamia” pretendían reírse de personas con discapacidad auditiva o más bien pitorrearse de la hacendada de Galapagar, un afán este último que a muchos nos entretiene y nos deleita.

¿Qué les imputaran a Motos y a Lago? ¿Un delito de odio del artículo 510 del Código Penal? El mismo que debería castigar los Ongi Etorri, pergeñados por, y cito, “Quienes públicamente nieguen, trivialicen gravemente o enaltezcan los delitos de genocidio, de lesa humanidad o contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado, o enaltezcan a sus autores, cuando se hubieran cometido contra un grupo o una parte del mismo, o contra una persona determinada por razón de su pertenencia al mismo […] u otros referentes a la ideología”

La propia Ione Belarra también clamaba, en el circo de la campaña electoral de sus acólitos, la futura reforma del Código Penal para perseguir a empresas que ayudan a propietarios desposeídos a recuperar sus inmuebles, en un claro ataque a Daniel Esteve, gerente de Desokupa, el cual últimamente se ha convertido en el blanco de las iras de la Podemia. El Gobierno del que Belarra forma parte como ministra, y sus socios en el Congreso, ya han aligerado las cuitas de sediciosos, malversadores, agresores y abusadores sexuales y si, ahora también las de okupas, como si estos de por sí ya no lo tuvieran fácil para tomar un piso ajeno, convertirlo en un albañal –cuando no en una narcochabola- y parasitar en él durante años.

Más que recurran a las más vacua de las retóricas y a las lágrimas de cocodrilo, se trata de silenciar y cancelar al disidente, al culo de mal asiento, al que pone de manifiesto, aunque sea con la sátira, la inoperancia bovina de los gerentes de lo público. Ya le montaron el sanedrín a Infovlogger y a Los meconios por una canción parodia haya en el otoño del pasado año. También decretaron la alerta DefCon4, y poco les faltó para invocar al Tribunal de la Haya cuando unos niñatos en un colegio mayor les dedicaron una coreografía zafia a sus compañeras (preguntadas estas dijeron que aquello fue una chorrada).

Es el constante asedio a quien no pasa por el aro de “su” corrección política desde los ministerios morados, bajo la batuta o con la aquiescencia de Sánchez, aquel que antaño no dormiría tranquilo imaginando a Podemos en su gobierno y repetía hasta en tres ocasiones lo de no pactar con Bildu, y por el camino hacer tabula rasa con el posible trampolín político de asesinos irredentos para agrado de socios de investidura. Es la del pobre león que se atraganta con la maldita gacela, y sobre todo es el bufónico evangelio de Podemos: Odia a todo aquel que haya tenido éxito y no se postre ante tus tontadas, ya sea empresario, presentador, deportista, influencer o sexador de pollos.

La reflexión más fascinante en relación a las listas de Bildu nos la ofrecía Pepe Rubio. Tuiteaba este caballerete: “Llamadme loco, pero que un ex miembro de ETA esté en una lista electoral es un triunfo de la democracia. Deseábamos que abandonaran las armas e hicieran política. Está pasando y me alegro. Yo los prefiero haciendo políticas de empleo y vivienda y no empuñando pistolas ¿Y tú?” Verás, Pepe. Yo concretamente coincido contigo en que buena cosa es que no anden mutilando a niñas a bombazos ni viviendo del pistolerismo ni de impuestos revolucionarios. Cosa distinta es que los pases de la casilla de salida de la cárcel al privilegio de servir como ediles.

¿Qué tal algo intermedio, Pepe? Tal vez conseguir trabajos de a pie y anónimos, no retribuidos con el dinero del común, tras décadas y décadas en prisión, y tratar de redimirse durante el resto de sus vidas en deuda con esas otras vidas que cercenaron por motivos xenófobos o ideológicos, pagando hasta el último céntimo, de su bolsillo y no del nuestro, la responsabilidad civil derivada de sus delitos. No parece tampoco, Pepe, que las luminarias de Bildu se hayan lucido en el Congreso de un país que repudian, votando a favor de una ley que obligó a los jueces a excarcelar violadores. Poca política de altura la de los de Otegi, más allá de la que guardes en tu magín.

Amigo Pepe ¿Te sentirías tan plácido y en armonía con el cosmos si Josué Estébanez, aquel neonazi que mató de una cuchillada a Carlos Palomino se presentara por las listas de otro partido o si lo volviera a hacer uno de los asesinos de los abogados de Atocha? ¿Pasarías página si lo hicieran los ‘piezas’ de la manada, excarcelados, aunque temporalmente, el mismo verano que Santi Potros, egregio etarra y responsable de varias decenas de asesinatos? ¿Tú te imaginas, compadre, si acaba siendo alcalde uno de los ejecutores de esos 379 asesinatos de ETA, aún sin autoría conocida, que entran de lleno en la definición literal de genocidio? ¿Eso entiendes, querido, por “triunfo de la democracia”? Nosotros no, y me atrevo a hablar en plural.

La última del gobierno es la del derecho al olvido oncológico, la cual me parece en teoría una noble empresa, mientras ya se pactó con EH Bildu el otro olvido; esa ley de memoria selectiva democrática que en su artículo 3 despoja de la condición de víctima a los exterminados por ETA, pero si permite entablar investigaciones para esclarecer lo sucedido a Lasa y Zabala, o por la epidemia de poliovirus durante la dictadura franquista en los años 50 ¿Algún cargo público encarcelado por graves negligencias en sus gestiones durante otra pandemia más reciente: la del coronavirus? No, pero andaros al loro Pablo Motos, Dani Esteve, ginecólogos, showmans, empleadores y así, en general, seres sintientes que tenéis la mala costumbre de reíros de Irene, Ione y Pam.

Finalizados los comicios de hace unos días, me viene a la mente la maravillosa película “El gran dictador” en la que Chaplin en su discurso vociferaba: “Con la promesa de esas cosas las fieras alcanzaron el poder, pero mintieron, no han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán”

Del Monumento a la Resistencia Alemana al nazismo, y desde el más cariñoso recuerdo desde este diario a las más de 850 víctimas mortales de la barbarie nacionalista de ETA: “No soportasteis la vergüenza; Resististeis; A costa de sacrificar vuestras apasionadas vidas por la libertad, la justicia y el honor.”

¡Informado al minuto!

¡Síguenos en nuestro canal de Telegram para estar al tanto de todos nuestros contenidos!

https://t.me/MinutoCrucial

1 Comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*