España, como crecimiento positivo y destino de inversión resulta atractivo, así lo refleja la web del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Quizás no sea tan buena estrategia, teniendo en cuenta la subida de la inflación y el incremento de los tipos de interés, puesto que el IBEX 35 es un índice bursátil que desarrolla las actividades económicas a través de la banca, la misma que penaliza los intereses bajos. La OCDE, que es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, prevé que la economía se dilate un 1% ya que la tasa de inflación actualmente es muy alta. Con todas estas variables se ve complicado nuestro panorama.
Cada vez resulta más difícil emprender en nuestro país. Sobre todo, si contamos con la cantidad de burocracia que nuestros autónomos tienen que realizar para poder llevar adelante un proyecto por cuenta propia. Es más, el sobrecoste que conlleva la cuota de autónomos, que se suele calcular sobre su base de cotización y el incremento que han tenido que sufrir desde el 2021, hace imposible que consigan generar empleo. Esta es la pescadilla que se muerde la cola. Si no se produce empleo, imposible trabajar.
El número de parados en España, actualizados a mes de julio se sitúa aproximadamente en 2.688.842 personas, según el INE. Todo esto sin tener en cuenta los fijos discontinuos. Tampoco debemos olvidar los empleos a tiempo parcial que no ofrecen una manera digna con la cual subsistir. En periodo estival. Los datos sobre parados en España descienden y el Gobierno siempre saca pecho asegurando que nuestra economía remonta o, como le gusta decir a Sánchez, vamos como una moto, pero una vez pasado este periodo, vuelven los datos catastróficos.
Ante esta perspectiva, el Gobierno irresponsable de Sánchez no contempla una mejor opción que empezar a repartir lo que yo catalogo como “paguitas”. Lo que ha producido el acogimiento ante estas pagas, cheques, y subsidios que los que nos gobiernan irresponsablemente han creado, se refleja que cada vez son más personas que no buscan una salida laboral, sino que barajan la posibilidad de que es mejor vivir del cuento sin hacer absolutamente nada. Dicho de otra forma, parece que la ejecutiva de Sánchez está elaborando un plan macabro para llevarnos a la ruina y a la quiebra del país. ¿Cómo puede ser que dos sectores como la hostelería y la construcción no encuentren trabajadores si tenemos un paro de los más altos de Europa? La respuesta sería que la clase política beneficia al parado y no protege al trabajador, aún se lo pone más complicado con miles de trabas e impuestos que ahorcan.
Yo no estoy en contra de que se ayude al que lo necesita, pero creo que se debería estudiar cada caso con detenimiento y no englobar la misma cuantía económica a todos por igual, porque no todo el mundo tiene las mismas necesidades ni se encuentra en la misma situación. Y aquella persona que no esté en búsqueda activa de empleo ha de regularse de alguna manera, de lo contrario, vamos a crear una España repleta de parásitos viviendo del Estado y en algún momento, más pronto que tarde, no se va a poder sostener por ningún lado.
Si algo no puedo comprender es que la mitad de los mayores de 18 años, ya tenga la necesidad de depender de una ayuda. No hablemos ya del famoso empleo público que, desde que Pedro Sánchez nos gobierna, ha aumentado un 10%. Creo que algún día se nos romperá un grifo y no habrá fontaneros cualificados para arreglarlo, si el Gobierno sigue dando pagas y aumentando el funcionariado. Hay que crear empleo de calidad, hay que fomentar la formación, pero no a costa de ahogar a otros para que te levanten el país. Esto no funciona así. Sinceramente, otros cuatro años más del sátrapa de Sánchez serían nuestra ruina.
La ayuda del bono cultural de 400 euros para jóvenes que cumplen 18 años, también es un despropósito total. Un bono destinado al consumo de productos y servicios culturales. Seamos sinceros, muchos no invirtieron ese dinero en algo cultural, ya que, se sabe de sobra que fueron bastantes los que compraron artículos con la idea de revenderlos para conseguir el dinero en metálico. Con los anuncios que se pueden ver en la plataforma como Wallapop, en la que los jóvenes no se privan en poner que dichos artículos se adquirieron por medio del bono cultura. Entonces. ¿A qué estamos jugando? Con la increíble deuda pública que tenemos, creo que no estamos para tirar el dinero. Pero que podemos esperar de los que nos están gobernando, si inclusive, la Secretaria General de Podemos, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, e Irene Montero, percibirán 65.000 euros más en caso de repetirse las Elecciones Generales.
Déjenme que les diga que este no es el país que nos dejaron nuestros abuelos, por el que lucharon y muchos dieron la vida, por personas que hicieron que se consolidara la democracia, por una constitución que nos hiciera progresar juntos, en unión, en valores. Con lo que les costó convertir a España en un gran país tras lo mucho que trabajaron. Pero todo se está echando a perder. ¿Qué vamos a dejarles a nuestros hijos y nietos, un país endeudado, carente de valores, de respeto y de mediocridad? O lo que es lo mismo, una España de paguitas.
Si algunos ganan lo mismo sin trabajar está claro que no van a hacerlo