Una distante equidistancia

Aquí en el terruño íbero empieza a brotar un nuevo silogismo: si usted es de izquierdas tiene el deber inexcusable de apoyar a Palestina; si usted es de derechas no le quedan más cojones que apostar por Israel. Antes de elegir bando -que no tiene usted por qué- más le valdría informarse con algo de paciencia en lugar de recurrir a las pildoritas de sabiduría que en Instagram nos ofrece tanto tonto pesebrero. Yo también corro el riesgo en estas líneas de quedar retratado como un insolvente cuñado.

Ione Belarra, ministra de los derechos sociales, tras la masacre perpetrada por Hamás el pasado 7 de octubre tuiteaba: Hoy todo el mundo condenará el ataque de Hamás, mientras cada día guardan un silencio cómplice ante los ataques de Israel contra el pueblo palestino. Nosotras estamos contra toda forma de violencia. Inmediatamente, proseguía: “La comunidad internacional debe implicarse a fondo para lograr el alto al fuego, el fin de la escalada y la vulneración de derechos del pueblo palestino”.

En ese momento concreto, la noticia no era -aunque así suceda- la vulneración de derechos del pueblo palestino, sino los millares de cohetes que llovían sobre Israel durante la festividad del Sucot y la infiltración de las huestes de Hamás en territorio hebreo para secuestrar y masacrar a hombres, niños, mujeres, ancianos e incluso bebés. Esto actos, escueza a quien escueza, entran de lleno en la definición de genocidio. Yolanda Díaz se sumaba al sabroso tuit de tendencia. “Necesitamos una paz justa, duradera y sostenible y eso pasa por cumplir con el derecho internacional, poner fin a la ocupación y que el pueblo palestino pueda vivir con dignidad”clamaba la vicepresidenta segunda. De ver cohetes que huyen de la tierra con billonarios a bordo ha pasado a hacer que no vio por la tele los cohetes que cayeron sobre Ashkelon.

Si Belarra habla por la paz, si bien justificado es que condene los bombardeos de las FDI, debería además condenar expresamente las arengas de Ismail Haniyeh, líder de la palestina Hamás, pero residente en Qatar, con toda seguridad ordenante desde su cómodo exilio de los asesinatos y violaciones de aquellas jóvenes que disfrutaban de un festival de música por la paz en Israel. Era la mano de Haniyeh la que estrechaba hace unos años Manu Pineda, diputado en el Parlamento Europeo por Unidas Podemos. Échenle un vistazo en Google a las fotos de este caballerete junto a dos miembros de FPLP armados con lanzacohetes y kalashnikov ¡Torerísimo!

Si Ione y Yolanda hablan por la paz y verdaderamente lloran a todos los muertos, no deberían haber clamado en X-Twitter su apoyo a Palestina el mismo día 7 de octubre a la media tarde, horas después de las degollinas cometidas por Hamás, sin tan siquiera haber esperado la respuesta contundente y desmedida de Israel.

Nótese como en relación a este particular la muy feminista ministra de igualdad, hasta hace poco indignada por el ósculo de Rubiales o por las paridas de unos cayetanos en un colegio mayor, ahora callaba como una lápida mientras secuestraban, hostiaban y violentaban a muchachas judías -eso cuando no les daban matarile- de forma similar a la moda del III Reich. Recuerden cuando Amin al-Husayni, gran muftí y líder de Palestina, y a la postre egregio aliado de Hitler, reclutaba voluntarios para las SS y planeaba pogromos para asesinar judíos en Jerusalén. Téngalo en cuenta, amigo progresista, antes de llamar a alguien nazi. A ver si por imitar a Ícaro se acerca usted demasiado al sol.

Caen las bombas israelíes sobre Gaza y esto es un crimen, pero también caen sobre Israel los cohetes lanzados desde El Líbano por la chiita Hezbolá, y es incamuflable su conexión con la chiita República Islámica de Irán, merced a la cual Pablo Iglesias tenía su “Fort Apache” a través de HispanTv. El hacendado de Galapagar sigue cabalgando contradicciones, pero ahora como un jinete de rodeo respecto a este asunto. Fue Belarra -no lo olviden- quien le sustituyó en la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030, compartiendo asiento en el consejo de ministras con su expareja.

A quien quiera entender: a finales de los años sesenta del pasado siglo los israelíes ya eligieron a una mujer como presidente, Golda Meir. El orgullo gay se celebra en Tel Aviv, no en Ramala, ni en Alepo ni en Damasco. Piensen en ello, amigas feministas y muchachada LGTBI antes de mostrarse tan fraternos con la causa de Palestina, donde no se celebran comicios desde 2006. En aquellas elecciones parlamentarias ganó con 74 escaños Hamás, partido político a la par que banda genocida que degüella bebés a la moda de Herodes.  En lo que respecta a esa Gaza, en efecto desolada por los bombardeos israelíes, tengan en cuenta que desde hace 17 años no hay colonos hebreos en la Franja. Si los hay en Cisjordania, cierto, donde Fatah aún mantiene una feroz pugna con Hamás, cuyo líder ordenó a los gazatíes no abandonar sus hogares.

Y ahora viene la parte que a algunos lectores de este digital no les va a hacer gracia. Tal como nos recuerda la Resolución del Parlamento Europeo, de 14 de diciembre de 2022, la Franja de Gaza está bloqueada desde hace 15 años, con 2 millones de habitantes encerrados en un área de 40 por 11 kilómetros cuadrados, y si, los asentamientos de colonos hebreos son ilegales con arreglo al derecho internacional. Y también, las sospechas son más que fundadas en relación a que Israel facilitó la financiación de Hamás, tal como informaba The Jerusalem Post ¡Oiga, no joda! ¿No tiene usted alma? Es evidente, a pesar de la manipulación de los medios, que los bombardeos israelíes se han cobrado la vida de muchos inocentes palestinos. Esa desdichada región está quedando como un solar.

No hay ninguna equidistancia cuando solo pides justicia para tu parroquia. La justicia brilla por su inexistencia cuando preparas una querella por las coñas de Miguel Lago en el Hormiguero sobre las soflamas de Irene Montero acerca de su candidata bollera y sorda -lo dijo Irene, no yo- o pasas el trimestre acusando estúpidamente a Juan Roig de matar de hambre a los españoletes, y luego no haces una mísera declaración condenando el hostigamiento a un pueblo, el judío, que dura desde los tiempos de los faraones. Negacionismo de la violencia de género -del género humano- es el de MásMadrid cuando se niegan a participar en un minuto de silencio por el pueblo de Israel y sus hijas cautivas de la violencia y la barbarie.

La brújula de la moral te falla cuando pides borrón y cuenta nueva para Diaz- Canel y Nicolás Maduro, pero pides sanciones ejemplares contra Netanyahu. Sucede cuando miras a otro lado cuando por la condenada tele observas el cuerpo quebrado y moribundo de una chavala hebrea tras haber sido agredida sexualmente por una panda de hijos de satanás al grito de Al·lahu-àkbar. Ahora es también el equidistante Putin quien se muestra consternado por las consecuencias de los bombardeos en la Franja. Él no avisa antes de soltar un misil sobre Ucrania, y para él no se exigen sanciones desde los cortijos de Podemos. Y así son la equidistante Ione y sus panas. Y aún habrá quien les votaría. Les importan una higa los españoletes así que imaginen lo que les importarán palestinos y hebreos: entre el cero y la nada.

<< ¿Y el judío no tiene ojos, no tiene manos ni órganos ni alma, ni sentidos, ni pasiones? ¿No se alimenta de los mismos manjares, no recibe las mismas heridas, no padece las mismas enfermedades y se cura con iguales medicinas, no tiene calor en verano y frio en invierno, lo mismo que el cristiano? Si le pican ¿no sangra? ¿No se ríe si le hacen cosquillas? ¿No se muere si le envenenan? Si le ofenden, ¿no trata de vengarse? >> -El Mercader de Venecia- William Shakespeare

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1 Comment

  1. Toda consecuencia tiene una causa y es que los judíos son ocupas en casa de los palestinos. Mientras no cambie eso no habrá paz

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