Latin Grammy Spain: Un ‘puturrú de fua’

Si por algo se caracterizan este tipo de eventos principalmente es por sus estilismos chabacanos y los tatuajes, mucho tatuado, mucha tatuada. Es indiscutible el éxito de casi todos los premiados en el mercado de la música, en eso a lo que llaman Spotify, artistas que han dominado la música por el número de reproducciones que la gente ha realizado de sus canciones pegadizas. Ese es el principal mérito que tienen tanto convocados como nominados. 

La primera curiosidad que tengo es saber por qué el pie de micro de los presentadores y, desde el cual, los premiados agradecían el galardón, se hallaba tan bajo. Todos, absolutamente todos, debían encogerse para poder hablar. Pero, aparte de eso, quiero hablaros en el día de hoy sobre los estilismos que se dieron en Sevilla por los Grammy Latinos. 

No sé si los trajes y vestidos los eligen para ver quién llama en este tipo de eventos más la atención o, por el contrario, si es el sentido hortera del artista de turno, lo que da espectáculo. Me da igual que las marcas sean Gucci o D&G, ¡Todos me han parecido horteras nivel Dios!

Para mí, de los mejores o llamémoslo de las más discretas, estuvo curiosamente Rosalía, pero la artista no puede pasar sin dar la nota y entre sus estilismos se peinó las cejas por grupos de pelos perfectamente delimitados. Ya no es peinar las cejas hacia arriba, ¡NO!, sino ir haciendo separaciones de varios pelos y fijarlos hacia la zona superior de ellos. No quiero imaginarme a las niñas que la copien. ¡Vaya resultado tan desastroso el que podemos ver tras esa aparición!

Rosalía posó la primera en la alfombra roja y también fue quien abrió la gala de los Grammy Latinos. Supongo que esto se deberá a exigencias del manager para evitar coincidir con su ex Rauw Alejandro, durante la larga noche. Todo calculado. Por primera vez se le entendió a la artista la letra de lo que cantaba, imagino que, al haber elegido una canción de Rocío Jurado que todos sabemos de pe a pa, ese pudo ser el principal motivo.

Por otro lado, Lola Índigo iba vestida de lila/morado con velo. La artista, que estuviera en Operación Triunfo, parecía la Virgen 2.0. del evento en su versión moderna. India Martínez, otra de las presentes, parecía sacada de una peli de tercera sobre ciencia ficción, ¡Carnaval, carnaval, carnaval, te quiero!

Otra de las presentes fue Jessica Goicoechea, la esposa del futbolista Marc Bartra, que vestía con un imposible modelo de gran abertura y delantera en forma de círculo, sujeta al pecho por una fina tira muy tensa que cubría lo justo, algo que apretaba sus escasos senos. Victoria Federica alias ‘Vic’, eligió un vestido recto plateado: ni flojo ni ceñido, según caía. Este quedaba de tal manera como si se lo pones a una tabla. El sutil accesorio que llevaba, un guante largo azul; a alguien le tuvo que parecer ‘chic’. Sin embargo, creo que eso es una ridiculez propia del evento en cuestión.

No podía faltar a los Grammy la artista Shakira, que no viste bien ni yendo de casual. La colombiana no resultó estruendosa, aunque el corpiño, a modo de coraza de gladiador tuneada, resultaba difícil. Por su parte, su compañera de fatigas, Karol G, muy ella… demasiadas cosas se pone encima y todas de muy mal gusto, empezando por el pelo que debe tener más capas de extensiones que la difunta Marujita Díaz. Y digo compañera de fatigas de Shaki, porque ambas, aparte de haber hecho una canción juntas, también ambas, andan de terapia despechada por cada escenario que pisan; se dice que “no hay mal que cien años dure”, ya sólo quedan 98…¡pero lo han facturado bien!

Además, Shakira estuvo acompañada de sus hijos. No sé si como prueba de su gran maternidad para demostrarle al mundo lo buena madre que es o qué. Lo cierto es que los niños estaban encantados vestidos de blazer y pantalón corto blancos, como para hacer la Comunión.

A este evento tampoco podía faltar Vicky Martín Berrocal, invitada, es excesiva siempre, aunque en plan fijo/pijo. El porte de la andaluza la precede y el chaquetón de repollo a  modo de avestruz era llamativo. También llamativo fue el estilismo elegido por la gran Nieves Álvarez, modelo entre las modelos que ayer parecía miembro del espectáculo del Circo del Sol.

Los chicos no pasaron desapercibidos…menos Antonio Banderas, siempre en su sitio, correcto y elegante. El reconocido  actor y director no tiene que demostrar ni destacar nada, con su talento profesional y personal es suficiente. En general, todos los hombres eligieron trajes raros y cuatro tallas más de las que usan. Incluso un tímido y discreto Manuel Carrasco, parecía una especie de  Miguel Bosé excesivo con un pantalón/falda vaporoso y horroroso.

En el evento se pudieron contemplar en ellos muchas gafas de sol. No sé si la noche los confunde o tal vez los focos. Las de Alejandro Sanz eran estrechas y colocadas en la punta de la nariz… ¿simple accesorio decorativo? Incómodo, un rato largo. Alucinante es ver a los asistentes de cada artista, como colocan las colas de los vestidos, pelo y todos los detalles de los que están pendientes  en cada movimiento de los artistas. Nada es natural, todo está medido con precisión, ni una arruga del traje mal enfocada ni un pelo rebelde que quede fuera del peinado.

 La incomodidad de Alejandro se percibió en más cosas: Antes de cantar su “Corazón Partío” dio un speech que interrumpió ante los vítores de sus fans y volvió a iniciar después de una mirada fulminante de mal rollo hacia el público. No sé si eso le afectó a la hora de cantar. Creo que el sonido en general no fue lo mejor de la gala, pero el artista madrileño cantó regulín, además de que noté a un Alejandro más “mayor” de lo habitual. Es verdad que no está pasando por su mejor momento, dicho por él mismo, y quizá, sin quererlo,  lo transmite.

En líneas generales, el espectáculo me pareció lento, con demasiadas cosas diferentes y conexiones diversas un poco inconexas y atropelladas, como si se quisiera abarcar mucho, lo que acabó desluciendo  las actuaciones musicales. Lo que me pareció destacable, sin lugar a duda, fue la actuación y discurso de Laura Pausini. La cantante italiana nunca defrauda, sus expresiones son siempre producto de la improvisación y sentir emocional y eso se nota.

Las actuaciones de los demás artistas, en su mayoría, fueron justas, lejos del mérito que se les otorga con los premios recibidos. El sonido creo que también se podría mejorar. De hecho, tengo vistas galas de los 40 mucho mejor organizadas que esta.

No se puede negar que estamos en otra onda musical, cualquiera que tenga un número de descargas importantes llena conciertos gracias a fans que no admiran la calidad de letras o la calidad vocal de sus ídolos, porque a muchos ni se les entiende cuando cantan, pero a fuerza de escucharlos una y otra vez en bucle, corean sus canciones hipnotizados.

No son tiempos de “voces” o melodías, son tiempos de espectáculos, de rellenar un escenario y en medio, alguien que “canta” con un estilismo que impacta… y te quedas con un conjunto, no con un arte, aunque terminen admirando al “artista” que sigue una melodía “machacona” , con muchos focos y destellos sincronizados, es un actor en mitad de una pista de circo. Circo que, por cierto, alargan a la hora de trasladarse por Sevilla, encapuchados y entre personal asistente, se podría intuir que ese bulto era tu artista favorito.

Espero que le haya salido rentable a la ciudad organizadora, porque los artistas y sus séquitos van a gastos pagados, visitas guiadas e invitaciones de postín que no les cuestan un euro. Y muchos de ellos se les ve más sueltos en Las Vegas de lo que han estado en la ciudad del Guadalquivir, quizá, en el fondo, les den más categoría a los Grammy de USA… ¿Qué me decís? Os leo y os veo, amigos y amigas de Minuto Cotilla.

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