‘La Piscina’, el poder de los deseos

Esta semana quiero hablaros de una película enrolada en el género del terror que se ha estrenado a principios del 2024. Su nombre es ‘Night Swim’ -La Piscina en castellano- y está escrita y dirigida por Bryce McGuire. Este largometraje es muy recomendable para todos aquellos que sientan devoción por el miedo, el misterio de lo oculto y que, además, tengan una piscina en su casa. Sin duda, resulta también un aliciente para ir a verla a la gran pantalla o séptimo arte. Y sí, recalco en primera persona que deseo ir a verla al cine debido a que trata el asunto de los deseos. Para ser exactos, el pozo de los deseos.

La trama de la película consta de diferentes situaciones en la que la realidad y los poderes sobrenaturales se dan la mano. En ‘La Piscina’ se abarcan temas tan cotidianos como son la familia, el hogar, el trabajo, la vecindad, el ocio y la enfermedad, entre otros. Son un cúmulo de realidades cotidianas las que se solapan con el misterio de las fuerzas de la naturaleza. El elemento agua forma un papel fundamental.

Este indispensable elemento que tiene entre otros asuntos propiedades curativas y que emana de un antiguo manantial, hace pensar al espectador que la película parece más un hecho verídico que ficción pura y dura. Y digo esto porque sí, el agua otorga la vida, pero también puede llegar a quitarla. De hecho, este elemento ha sido el causante de muchos ahogos; sobre todo, en piscinas y por diversas causas. Asimismo, la enfermedad del protagonista, el padre de la familia, es muy común en la actualidad. Mi intención es no desvelarlo para no haceros spoiler. Es importante mantener la intriga para que vosotros, queridos lectores, os animéis a verla. Ya os digo que el más allá juega un papel fundamental en tal largometraje.

A mi modo de ver, los efectos especiales dentro de la película acarrean que el propio filme tenga una patente de realidad en cada uno de los escenarios. Lo paranormal sorprende por su irrupción. La mayoría de los lugares como casas y zonas antiguas en su mayoría, guardan secretos o energías de los antiguos dueños. De todos es sabido de las memorias que guardan ciertos espacios con cierta actividad fuera de lo normal en la que suceden hechos extraños que nos dejan boquiabiertos.

Por ejemplo, una concha de mar consigue guardar eternamente el sonido del mar y ni qué decir que, pese a ser un tema oculto, lo que a veces podemos sentir presencias y escalofríos ante lo que no sabemos muy bien si puede tratarse de algo fantasmal. Lo que si he podido sentir es terror nada más ver el filme. El terror prevalece en todas y cada una de las escenas. Además, considero que el miedo es necesario para interiorizar que las piscinas, al igual que nos sirven de terapia curativa, relajación, refrigeración en épocas estivales, decoración de jardines etc., también pueden resultar peligrosas si se hace un mal uso de ellas o están descuidadas o en mal estado. Sin duda hay que estar siempre en alerta y no dejar nunca solo a un menor, mucho menos si a nuestro alrededor hay una piscina.

Otro tema importante del que trata la película es el de los deseos de las personas y del poder de desear algo y las consecuencias que trae eso mismo tanto para uno como para los demás. Todos anhelamos tenerlo todo y, desgraciadamente, lograrlo en plenitud es imposible. Siempre tendremos carencia en algo; si tenemos salud, nos falta el dinero o viceversa y si poseemos riqueza, lo que nos falte pueda ser la falta de alguien vivo o no que no se encuentra junto a nosotros. Aunque sea en muy remotas ocasiones, existe la posibilidad de que lo tengamos todo por momentos y la ambición provoque que queramos tenerlo en mayor cantidad y esa misma sirva para que todo se caiga como un castillo de naipes. Todo ello por culpa del inconformismo.

La riqueza está en la salud y diréis… y el dinero para poder pagar las facturas… En esta película, los protagonistas son de clase media-alta. El padre es un jugador profesional y casi famoso gracias a quien consiguen obtener una casa mejor y es justo en ese momento cuando la salud en el padre comienza a mermarse a causa de una enfermedad. La vida misma, de ahí el refrán que asegura “Jaula nueva, pájaro muerto”.

De ahí que se hable del pozo de los deseos. Del poder del agua para concederlos. Este bien tan escaso y preciado, en la película cobra gran protagonismo por sus propiedades de sanación a cambio de algo que no debo desvelar, pero que se puede contemplar en el propio largometraje. Precisamente, nuestro protagonista desea lo que le falta: la salud. Porque el amor y el dinero, en este caso, lo tiene gracias a la familia. La enfermedad que lleva a la muerte es paso de un estado a otro de la materia, algo reflejado en la condición humana. Este hecho se hace patente en el propio ciclo de la vida, un hecho imparable en la evolución en la que la vida y la muerte son los principales protagonistas. Los seres humanos que dejan paso a sus descendientes en esta vida y que acaban muriendo para completar su ciclo vital, bien por su avanzada edad o por causa accidental o enfermedad.

El agua siempre fluye y es por ello que la vida sigue. Nuestra vida continúa en nuestros hijos mediante la herencia genética que les dejamos. De hecho, solemos priorizar en su vida por encima de la nuestra. Sin lugar a duda, los seres humanos no podemos nadar a contracorriente. Por ese motivo, dejemos fluir la vida y que la naturaleza siga su curso.

Una mirada cuántica a los átomos es la que contiene la fórmula del preciado líquido y que, por sus cargas eléctricas tanto positivas como negativas, logran atraerse constantemente, además de que sus moléculas de hidrógeno y oxigeno tienden a unirse constantemente unas con otras. El agua nos concede un deseo, ¿a cambio de qué? Veamos pues esta película y… ¡cuidado con el baño!

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