Hace unas horas, Portugal se ha autodescartado para celebrar la final. El estadio que acogerá este gran acontecimiento es cosa de dos: España o Marruecos. Suena como claro favorito el Estadio Santiago Bernabéu, aunque habrá que esperar los futuros acontecimientos que se den. El país luso asume que no quiere reformar sus estadios. La FIFA ha establecido que el aforo mínimo debe ser de 80.000 espectadores y ninguno de los campos de juego que tienen cuenta con esas características.
Al coordinador de la candidatura conjunta entre España, Portugal y Marruecos, Antonio Laranjo, le preguntaron sobre la posibilidad del Bernabéu y este respondió muy positivamente a favor de los intereses españoles. La decisión de los lusos la aplaudo porque considero que es preferible descartar cualquier inversión en la que se debe tener cantidades ingentes de dinero si el polo opuesto a ella es un riesgo a desestabilizar el país. El fútbol está bien pero, en tiempos como en los que estamos, hay cosas mucho más importantes en las que apostar. No sobra el dinero y eso lo sabemos todos.
Un mundial de fútbol siempre resulta ser sinónimo de fiesta y colorido, pero en la vida hay preferencias que asumir. Las realidades que se tienen hay que ponerlas sobre la mesa para poder sacar adelante un país, también para evitar caer en una pesadilla y de las grandes en las que el ciudadano, como de costumbre, acabará siendo el mayor perjudicado.
En la actualidad, las inversiones en el mundo del deporte son una auténtica montaña rusa. No todo el mundo puede permitírselas. Si la situación de España fuera similar a la de Portugal, sin duda diría lo mismo. La estabilidad de un país siempre está por encima del fútbol. Así pues, la cosa va a estar entre dos y la decisión se discutirá en los despachos, entre personas trajeadas que tienen de marioneta al mundo.
España o Marruecos, dos países antagónicos a nivel futbolístico y en el que la organización tendrá un papel fundamental para elegir el país y estadio que serán el que disputen la final del mundial 2030. Para mí, Portugal hizo lo correcto y con eso me quedo. Cuando vas con lo justo es mejor retirarse de la carrera.
Para terminar, solo me queda decir que Don Dinero es quien manda en el fútbol, pero hay ocasiones que la jugada no sale como uno quiere. Cuando un país o persona es más astuto que otro y ese otro no entra en su juego, ocurren percances o novedades que benefician a unos y perjudican a otros. Así que habrá que esperar todavía un poco para saber si España o Marruecos se llevan el premio gordo: una final de mundial que se acabará jugando en el año 2030.
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