Ha llegado hasta mí, un artículo de opinión difundido por un medio digital cualquiera subvencionado desde el propio ayuntamiento de donde he nacido y de donde resido. Con la historia de siempre, aquella que está hecha desde el rencor y la rabia del que no soporta el crecimiento que Vox está teniendo en su propio pueblo, ciudad y provincia. Con la retahíla de palabras escritas por un oficial en “juntaletras” que ni siquiera se ha procurado antes un mínimo de información para obtener algo de decencia basada en un estudio escrupuloso del tema. Y seguramente, ni por esas sería capaz de alcanzar la suprema decencia, ya que esta, llega con el trabajo y el tiempo que muchos le robamos al sofá. Sí, evidentemente, es un vago redomado.
El artículo al que me refiero pretende conseguir en grado sumo, -aunque se queda muy lejos-, dejar en evidente compromiso a las mujeres de Vox, por ser mujeres y por ser de Vox. Bajo el título del “increíble caso de las mujeres que militan en Vox”, da rienda suelta a toda una serie de desinformaciones y falsedades que no son otras que las suyas propias extraídas de algún panfleto comunista que, sin duda, como todavía le parece poco, lo enrevesa más por su propia cuenta. Todo un experto, todo un profesional… ¿De qué? De valentía ya os confirmo que no porque, además, firma con nombre falso. Particularmente, no veía necesario ni siquiera contestar a aquel que nos pone en el punto de mira de su odio y de los incautos que le siguen, pero son muchas mujeres a las que ha ninguneado, a demasiadas… Así que, por todas ellas, voy a aclarar un par de cosas.
En mi vida he visto una situación más machista que la propia capaz de protagonizar la izquierda española cada vez que tiene enfrente a una mujer, – o a varias-, de Vox. A nosotras se nos critica por no darles la razón, por no seguirles en sus políticas que no asumimos como únicas ni verdaderas ya que los números “cantan” y nos avisan de lo contrario que nos insisten en imponer. Nosotras no somos sumisas a su ideología de género y pensamos en valernos por nuestro esfuerzo, constancia, firmeza y trabajo, este es el problema, que no les seamos sumisas. Y les molesta tanto que andan escocidos, qué se le va a hacer… Es puro machismo, a ver qué si no.
A ti, seguidor de izquierdas, que intentas maltratar con tus palabras a las mujeres militantes de Vox y que luego te vas a las manifestaciones de morado, ¿no se te cae la cara de vergüenza? ¿Es que nosotras no somos mujeres igualmente? ¿Nos separas a las unas de las otras según formas de pensar, en concordancia con la tuya, habiendo buenas y malas, o cómo va esto? ¿Y tú te vanaglorias de defender los derechos de las mujeres? ¡Ja! Otro punto que me ha llamado la atención es que acuñes al término “familia” como algo “rancio y tradicional”, en contraste con tu supuesta proclama a la igualdad, ya en esto me dejas totalmente claro el cacao de ideas que tienes y que asimismo te solidifican el cerebro. Todas somos mujeres y aunque algunas pensemos diferente, me ofrezco a ayudarte a conocernos algo más para que la próxima vez que escribas te salga mejor y te lean más personas, ya que al artículo al que me refiero, lo han leído cuatro y se me han quejado. Lo digo sin acritud.
Y a vosotros, querido público que me sigue semana tras semana, ¿Os habéis encontrado alguna vez con una mujer de Vox escribiendo sobre cómo son los hombres social-comunistas, por el mero hecho de su forma de pensar y, además, por el mero hecho de ser hombres? Ellos o nosotras. Esta es la cuestión que aviva la diferencia y que sellamos siempre desde el respeto que a otros les falta. Y a los que escribís sin habernos tratado antes, tranquilos, es cuestión de poco tiempo que empecéis a hacerlo. Porque no nos amedrentáis y ni mucho menos nos vamos a asustar ante tamaña cobardía. ¡Viva la Libertad y Viva España!
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